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Crónica e imágenes del Viaje Guiado por el gran románico aragonés: Jaca, Santa Cruz de la Serós, San Juan de la Peña, y El Serrablo, 25, 26 y 27/08/17

Durante el último fin de semana de agosto tuvo lugar la segunda edición del viaje guiado ARTEGUIAS al "Gran Románico Aragonés", una edición que, respecto a la primera celebrada hace cinco años, se vio ampliada tanto en días como en contenidos para permitirnos visitar algunos de los lugares más emblemáticos tanto en lo histórico como en lo artístico del Alto Aragón medieval.
Así, tal y como estaba previsto, el viaje partió puntual de la madrileña Avenida de América, realizándose como es preceptivo para viajes de este kilometraje dos paradas técnicas antes de llegar a la localidad de Sabiñánigo, donde nos esperaba la comida.

La tarde del viernes la dedicamos íntegramente a recorrer la comarca del Alto Gállego, en cuyas minúsculas aldeas se levantan un grupo de unas 15 o 20 genuinas construcciones religiosas de gran unidad estilística conocidas como "iglesias del Serrablo"; templos que, aún hoy, suscitan gran interés y no menos polémica entre los investigadores en cuanto a su nomenclatura y cronología se refiere.

La primer visita del viernes: la iglesia de San Pedro de Lasieso

En primer lugar y a modo de toma de contacto, nos acercamos a la iglesia de Lasieso, quizás no de las más conocidas del grupo, pero sí de gran belleza y fotogenia, sirviéndonos para introducir sobre el terreno un pequeño estado de la cuestión y exponer las diversas teorías planteadas sobre su origen: ¿mozárabe?, ¿primer románico variante del lombardo?

En el interior de San Pedro de Lárrede

Tras una breve parada técnica para reponer fuerzas, nos dirigimos a la considerada joya de la corona de este estilo: la iglesia de San Pedro de Lárrede, la cual, dada su importancia, sirve para nominar al resto de templos hermanos como "estilo larredense".

Foto de familia delante de la iglesia de San Pedro de Lárrede, modelo de las iglesias serrablesas

En Lárrede, además de visitar un modesto centro de interpretación a base de paneles habilitado junto a la iglesia, tuvimos la oportunidad de desgranar y explicar sobre el terreno las peculiaridades estilísticas y formales de este sub-estilo que tanto interés ha despertado en las últimas décadas.
A apenas 5 minutos de Lárrede, nos dirigimos a continuación a la ermita de San Juan de Busa, otro bellísimo ejemplo de iglesia del Serrablo y quizás la más fotogénica de todas al alzarse solitaria en una preciosa pradería con las cumbres pirenaicas como inmejorable telón de fondo.

Después de Lárrede nos dirigimos a la cercana ermita de San Juan de Busa

Desde allí, en menos de media hora, pusimos rumbo a Jaca para instalarnos en el hotel antes de cenar y reponer fuerzas de cara a la intensa jornada de sábado que nos esperaba para el día siguiente.

San Juan de Busa desde el autocar

Si el viernes lo dedicamos íntegramente a ese polémico estilo serrablés, la jornada de sábado se centró en el románico pleno surgido en torno los valles del germinal Reino de Aragón, encaminándonos en primer lugar al celebérrimo monasterio viejo de San Juan de la Peña, erigido al abrigo de un espectacular peñasco rocoso que sobresale de los escarpados montes de la sierra homónima.

En la iglesia alta del siglo XI del Monasterio de San Juan de la Peña

En San Juan de la Peña recorrimos y comentamos las diferentes estancias monacales, comenzando por su primitiva iglesia prerrománica, continuando por el panteón real y la iglesia superior, y concluyendo en su icónico claustro, en cuyos capiteles el conocido y personalísimo Maestro de Agüero o de San Juan de la Peña dejó plasmada una auténtica biblia en piedra.

Sábado por la mañana: uno de los platos fuertes: San Juan de la Peña

Finalizada la visita con unos minutos de tiempo libre para que los viajeros aprovechasen para hacer todas las fotografías que deseasen, descendimos al pie de la sierra hasta la población de Santa Cruz de la Serós, donde tras una parada técnica, tuvimos la ocasión de visitar sus dos conocidos monumentos románicos.

Posando ante la iglesia de Santa María de Santa Cruz de la Serós

En primer lugar nos acercamos a la iglesia de Santa María, heredera de un antiquísimo monasterio femenino medieval. Frente a ella, comentamos sus particularidades arquitectónicas para, a continuación, centrarnos en su portada occidental presidida por un interesantísimo crismón que, en la actualidad y según recientes estudios, se señala como el primer crismón altoaragonés, anterior incluso al de la catedral de Jaca.

San Caprasio

Antes de regresar al autobús nos detuvimos en la encantadora iglesia de San Caprasio, antiguo templo parroquial del núcleo poblacional y erigido en estilo románico lombardo, lo cual nos sirvió para comparar la evolución de ese románico primitivo imperante en la región pirenaica al románico pleno resultado de la penetración de corrientes internacionales.

Comida en un céntrico restaurante de Jaca

Tras la comida en un céntrico restaurante de Jaca, la tarde del sábado la dedicamos íntegramente a visitar la propia ciudad jacetana, comenzando por el Concento de las Madres Benedictinas, en cuyo interior se expone, junto a una interesante colección de pinturas procedentes de la cripta, el magnífico sepulcro de Doña Sancha.

Explicaciones del sarcófago de Doña Sancha

Posteriormente y a través de sus calles perfectamente ortogonales fruto de su planteamiento urbanístico medieval, llegamos a su núcleo catedralicio, comenzando la visita primero por su cabecera y a continuación por su interior, donde se conservan varios capiteles de interés.
Anexo a la catedral se sitúa el Museo Diocesano, sin duda, uno de los museos más ricos y completos en cuanto a temática medieval se refiere de la geografía española y en cuyas salas se exponen pinturas murales, escultura religiosa, capiteles y diferentes piezas procedentes de la propia catedral de Jaca y de pequeñas iglesias de la diócesis.

EN el Museo DIocesano de Jaca

Por supuesto, no podíamos dejar pasar la oportunidad en el Museo de Jaca de admirar las pinturas murales procedentes de Bagüés: uno de los ciclos pictóricos más completos y mejor conservados del románico español y que se presentan acompañados de una interesante proyección audiovisual.
Finalizada la visita al museo, salimos al exterior catedralicio para detenernos en la escultura de sus dos portadas: la llamada puerta de la Lonja Chica, y por supuesto, la del acceso occidental, presidido por un tímpano dotado de crismón y de enorme valor simbólico.

Explicaciones sobre la portada occidental de la Catedral de Jaca

Tras un rato de tiempo de libre disposición, el grupo se dirigió a la parroquia de Santiago, también de origen románico aunque muy reformada y en cuyo interior se custodia un interesantísimo capitel obra del Maestro de las Platerías.

Capitel conservado en la iglesia de Santiago

Finalizada la visita a los monumentos de Jaca, los viajeros que así lo desearon regresaron al hotel para prepararse para la cena y, quienes así lo prefirieron, se quedaron por su animadísimo casco urbano tomando algo en sus múltiples terrazas o comprando recuerdos o productos típicos antes de regresar al hotel.

La mañana del domingo nos despedimos de la comarca de la Jacetania para regresar de nuevo al Alto Gállego, cuyas aguas remontamos por el espectacular Valle de Tena hasta su misma cabecera en la estación de esquí de Formigal, donde fue instalada hace unas décadas la iglesia serrablesa procedente del pueblo abandonado de Basarán.

Domingo por la mañana: en Formigal, ante la iglesia de Basarán

A continuación, retrocedimos por el mismo valle hasta la localidad de Gavín, donde tras una parada técnica en la que aprovechamos para recoger las llaves, nos encaminamos hasta la última de las visitas del viaje: la ermita de San Bartolomé de Gavín.

Posando delante de San Bartolomé de Gavín

Situada en un solitario vallejo teñido de diversas tonalidades de verde, la ermita de San Bartolomé causó sensación entre nuestros acompañantes, siendo fotografiada desde todos y cada uno de sus ángulos antes de regresar a Biescas, capital del valle y donde nos aguardaba una reconfortante comida.

Por la tarde, emprendimos camino de regreso a Madrid, donde, tras las dos paradas técnicas preceptivas, llegamos dentro del horario previsto despidiéndonos hasta una próxima ocasión. Muchas gracias a todos por acompañarnos.


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