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Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Románico de Zamora, La Hiniesta, San Pedro de la Nave y Los Arribes del Duero, 03 y 04/10/15

Durante el primer fin de semana del mes de octubre de 2015 tuvo lugar un nuevo viaje guiado de ARTEGUIAS titulado "Ruta por el Románico de Zamora y los Arribes del Duero", una visita que realizamos ya hace cinco años limitándola a un solo día en la capital, y que para esta nueva edición, ampliamos una jornada más añadiendo al programa la iglesia gótica de La Hiniesta, la recién restaurada iglesia de San Pedro de la Nave y el "Balcón natural de los Arribes del Duero", apelativo con el que es popularmente conocida la histórica villa fronteriza de Fermoselle.

El grupo feliz posando ante la iglesia visigótica de San Pedro de la Nave

Tal y como estaba previsto, partimos de la Glorieta de Cristo Rey en dirección noroeste por la autovía A-1 para, tras las explicaciones pertinentes de contextualización histórica y artística durante el trayecto, y una parada técnica a la altura de Medina del Campo, llegar en horario a la nuestro destino en capital zamorana.

El sábado lo dedicamos íntegramente al románico de la capital zamorana

Junto a la vieja muralla sur a la misma orilla del Duero, bajamos del autobús siendo recibidos por Chiara, guía oficial de Zamora y que nos acompañaría durante toda la jornada aportándonos valiosas explicaciones históricas sobre la ciudad.

Zamora es la capital del románico con más de una veintena de iglesias. En la imagen, entrando en Santa María Magdalena

Zamora es, sin lugar a dudas, la capital del románico urbano español, y es que, superando ligeramente a Segovia, puede presumir de ser la ciudad con mayor número de iglesias románicas conservadas de la Península Ibérica. Por ello, ante la imposibilidad práctica de recorrer todos los templos sin abarcar para ello varias jornadas, seleccionamos las más interesantes y paradigmáticas desde el punto de vista histórico y artístico para visitarlas realizando un ameno itinerario por el corazón de la Zamora medieval.

Llegada a Zamora: iglesia de Santo Tomé

Iniciamos la visita en la iglesia de Santo Tomé, situada en el extremo sur del casco urbano. Esta iglesia, convertida desde hace pocos años en Museo Diocesano, es una de las más antiguas de la ciudad como así lo demuestra su triple cabecera de testero recto. Al interior, además de una buena colección de imágenes (varias de ellas medievales), conserva interesantes capiteles y un no menos atractivo lapidario.

Desde Santo Tomé, camino de la Plaza Mayor, pasamos por delante de la parroquia de Santa María de la Horta, en la cual nos detuvimos brevemente para deleitarnos con su enorme fotogenia y comentar algunos de sus aspectos más llamativos.

De camino al centro histórico, pasamos por Santa María de La Horta

A través de la calle Balborraz, antaño una de las principales arterias zamoranas, ascendimos al primitivo núcleo central de la ciudad para acabar desembocando en la Plaza Mayor, donde nos detuvimos ante la monumental silueta de la iglesia de San Juan Bautista (también llamada de Puerta Nueva) para comentar su bellísima portada y el armónico rosetón que la preside.

Otro monumento románico más: San Juan de Puerta Nueva

A escasos metros accedimos a la plaza en la que se encuentra la iglesia de Santa María la Nueva, escenario también del conocido Motín de la Trucha cuyos hechos nos narró detalladamente Chiara.

Santa María la Nueva está ligada al célebre Motín de la Trucha

Frente a la iglesia pudimos admirar su elegantísima cabecera articulada a base de arcos ciegos y cuyos capiteles de las ventanas presentan un muy personal arcaísmo y, a continuación, ya en el interior, nos deleitamos con su preciosa pila bautismal románica, una de las más sobresalientes de España.

Explicaciones en el interior de Santa María la Nueva

Para rematar la jornada de mañana nos dirigimos a la parroquia de San Cipriano, para muchos, la más antigua de la ciudad como atestigua tanto la planimetría de su cabecera como los relieves figurados y epigráficos incrustados tanto en los propios muros absidiales como en el hastial meridional.

Antede comer, fuimos a la  iglesia de San Cipriano, quizás la más antigua del románico de la ciudad de Zamora

Muy cerca de San Cipriano, descendimos a la vecina plaza de Santa Lucía (presidida por otra iglesia románica en este caso muy reformada) para recuperar fuerzas con una agradable comida.

Desde el restaurante nos dirigimos para iniciar la jornada de tarde hacia el sector occidental del primitivo núcleo medieval zamorano, en cuyo extremo, junto al castillo, se alza su catedral románica. Frente a ella, reflexionamos acerca de cómo sería su portada norte de no haber sido reformada; para, a continuación, acceder al interior y detenernos principalmente en su cimborrio gallonado.

La primera visita vespertina fue para la catedral

Salimos de la seo por su portada sur, conocida como "Puerta del Obispo", la cual tuvimos oportunidad de comentar detenidamente al tratarse de una de las mejores fachadas de influencia francesa del románico español.

Ante la fachada de la Puerta del Obispo

A continuación, dejando a nuestra derecha la conocida como Casa del Cid, nos dirigimos a la Rúa de los Francos para visitar la iglesia de La Magdalena, templo de gran empaque y que rompe de inmediato con ese falso tópico que señala a la arquitectura románica como poco vertical, achaparrada, etcétera.

En el interior de La Magdalena, como no podía ser de otra forma, todas las miradas se centraron en el tan espectacular como enigmático sepulcro escultórico adosado a su muro norte.

Espectacular arquitectura exterior de Santa María Magdalena

Desde La Magdalena emprendimos rumbo sur hacia los antiguos arrabales zamoranos crecidos a extramuros de la ciudad. Para ello, atravesamos el conocido como Puente de Piedra -de origen medieval- y nos dirigimos hacia el arrabal de Olivares, en cuyo centro se yergue la interesantísima parroquia de San Claudio.

Pese a no ser de las más ambiciosas arquitectónicamente hablando, la iglesia de San Claudio de Olivares puede presumir de ser una de las más relevantes desde el punto de vista escultórico de toda la ciudad, empezando por el calendario agrícola desplegado en una de las arquivoltas de su portada principal, y acabando por los deliciosos capiteles figurados que adornan en su interior presbiterio y ábside.

San Claudio de Olivares y su magnífica cabecera repleta de capiteles figurados

Para rematar este completo itinerario por el románico zamorano visitamos la modesta iglesia de Santiago de los Caballeros, una de las menos conocidas de la ciudad y en ocasiones ignorada incluso por muchos zamoranos pero que, pese a su austeridad exterior, en su encantador y minúsculo espacio interno alberga dos espectaculares capiteles que tuvimos la ocasión de comentar al detalle.

Última parada del sábado: Santiago el Viejo o de los Caballeros

Finalizada la visita a Zamora ciudad, nos despedimos de Chiara y nos dirigimos hacia el hotel atravesando el moderno Puente de los Poetas y contemplando una preciosa panorámica de la ciudad desde la orilla sur del Duero.

Tras un sábado soleado, la mañana del domingo quiso amanecer de lo más otoñal, pero la lluvia intermitente en ningún caso frenó los ánimos de los asistentes de seguir disfrutando de las maravillas que nos ofrece la provincia de Zamora.

Así pues, tras desayunar y cargar las maletas en el autobús nos dirigimos hacia la población de La Hiniesta, donde tras ser recibidos por su amabilísimo párroco Don Manuel, nos sorprendimos con la monumental portada sur de su iglesia parroquial, obra de fundación real ligada a una historia que narra cómo una imagen de la Virgen fue hallada por el monarca Sancho IV de León mientras cazaba.

Domingo por la mañana: ante la fachada casi catedralicia de la parroquial de La Hiniesta

A continuación, siempre en dirección oeste, llegamos a uno de los monumentos más esperados por todos, que no era otro que la iglesia visigótica de San Pedro de la Nave, recientemente restaurada.

Frente a ella, comentamos su dilatada historia y cómo fue trasladada piedra a piedra a su actual ubicación a principios del siglo XX al quedar su primitivo emplazamiento anegado por la construcción del imponente embalse de Ricobayo.

Ya en el interior, además de explicar detenidamente su controvertida compartimentación litúrgica, analizamos uno a uno los interesantísimos capiteles conservados y que hacen de esta iglesia una de las más interesantes y más antiguas construcciones religiosas altomedievales conservadas en su integridad en la Península Ibérica.

Uno de los momentos de máximo interés: San Pedro de la Nave

Desde allí, a través de preciosos paisajes accedimos al extremo suroccidental de la provincia de Zamora para reponer fuerzas con una agradable comida casera de un mesón de Fermoselle.

Por la tarde, después de  comer, visita a Fermoselle

Por la tarde, aprovechamos para comentar brevemente las dos portadas tardorrománicas de su iglesia parroquial y, a continuación, pese a la copiosa lluvia, ascendimos a los escasos restos de su histórico castillo, convertido hoy en un balcón privilegiado sobre los Arribes del Duero y cuyo actual propietario, Paco, nos comentó varias curiosidades sobre el lugar.

Tarde lluviosa en la terraza del castillo ante los Arribes del Duero

Tras ello, repuestas fuerzas en los bares de la pintoresca plaza mayor, regresamos al autobús para emprender camino de regreso a Madrid para llegar a la hora prevista. Muchas gracias por vuestra compañía y hasta una próxima ocasión.


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