Monasterios de Piedra, Veruela y Rueda. El Císter en Aragón
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La provincia de Zaragoza puede presumir de contar con tres magníficos monasterios cistercienses.
Se sitúan en lugares limítrofes de la provincia
y muy distantes entre sí. Nos referimos al Monasterio de
Veruela, Piedra y Rueda.
Todos ellos siguen las pautas de la arquitectura cisterciense internacional de finales del siglo XII y comienzos del XIII, aunque presentan importantes diferencias entre ellos, como la disposición de las cabeceras. En general se puede decir que, en lo referente a los estilístico, el Monasterio de Veruela es el más románico de los tres, mientras que Piedra y Rueda presentan formas más tardías.
Otro
hecho que hay que destacar es que que cuentan, a veces, con algunos
rasgos mudéjares, como consecuencia de la influencia de la
población musulmana en estas tierras.
Monasterio de Piedra
El Monasterio de Nuestra Señora de Piedra es,
sin duda, uno de los lugares más visitados de Aragón,
sobre todo por los jardines y numerosísimas cascadas generadas
por el río Piedra que se ha convertido en un verdadero y paradisiaco
lugar de descanso y esparcimiento para los turistas.
Este paraje tan hermoso es el que habitualmente buscaban los monjes cistercienses como inspiración para desarrollar su labor de trabajo y oración.
En ocasiones, debido a lo espectacular del paisaje, el turista ocasional no se presta la atención debida al conjunto monástico, que a pesar de ser más modesto que Veruela y Rueda y parcialmente arruinado, ofrece gratas sorpresas al amante del arte medieval.
El Monasterio de Piedra fue fundado por Alfonso II en 1164 con monjes de Poblet e iniciadas sus obras en 1195 hasta ser finalizadas en 1218.
Al Monasterio de Piedra se accede por una muralla medieval de la que sobresale la espectacular torre del homenaje.
La iglesia de tres naves y crucero está muy arruinada,
especialmente las bóvedas completamente caídas, tras
el abandono obligado por la Desamortización.
Quedan
importantes partes de la cabecera como los cinco ábsides, siendo
de planta poligonal el central.
La puerta occidental se conserva bastante bien a pesar de lo destartalado de la fachada. Tiene aspecto tardorrománico y arcos apuntados y dientes de sierra, muy al estilo de otros monasterios cistercienses. Un óculo que ha perdido las tracerías originales corona el conjunto.
NOTA: Reclamamos el saneamiento y recuperación del hastial occidental antes de que siga el mismo camino que el interior de la iglesia.
El claustro es decididamente gótico con bóvedas de crucería y arcos apuntados de gran sencillez.
La Sala Capitular del Monasterio de Piedra es probablemente
lo más valioso, especialmente tras su modélica restauración
que le ha devuelto todo su esplendor.
Tiene planta cuadrada. Las bóvedas son de crucería sobre pilares fasciculados con múltiples columnillas en el centro (con restos de pintura original) y apoyos en los muros en forma de ménsulas. También es espectacular la comunicación de la Sala con el claustro mediante arcos bíforos apuntados con óculos hexalobulados y multitud de elegantes columnas con capiteles vegetales a base de "crochets".
Más información del Monasterio
de Piedra
Monasterio de Veruela
Si los Monasterios del Císter de Aragón suponen siempre una agradabilísima sorpresa para el amante del arte medieval, no cabe duda que el Monasterio de Veruela, no muy lejos del Moncayo, impacta especialmente por su belleza y presume de ser uno de los más importantes de la orden del Císter en España, ya fundado en 1146.
El conjunto monástico está cercado por una muralla de 1 Km. de perímetro. Entrando por su puerta se accede a un bello y romántico parque arbolado que finaliza en una monumental portada de arquivoltas de medio punto.
La
iglesia de Veruela se puede considerar románica con tres altas
naves separadas por pilares cruciformes con columnas en sus frentes
que soportan arcos formeros todavía de perfecto medio punto.
Las bóvedas son de crucería. Todo el conjunto impone
al espectador por su armonía y monumentalidad.
Las citadas naves terminan en una cabecera con girola. Este tipo de cabecera lo convierte en el modelo más avanzado de los tres monasterios cistercienses aragoneses.
No debemos obviar la hermosa y gran puerta occidental con seis arquivoltas sobre diez columnas. Por encima corre un juego de arquillos ciegos que apean sobre columnillas truncadas por las basas. También es perfectamente visible un crismón de buena factura.
El claustro del Monasterio de Veruela es gótico pero su comunicación con la sala capitular se hace a través de unas arquerías todavía románicas de exquisita belleza, gracias a sus anchas arquivoltas ajedrezadas y a sus elegantes columnas.
La propia Sala Capitular también es la más románica de las tres. Es de menor altura y las sencillas bóvedas de crucería se sostienen mediante el apoyo de columnas adosadas a los muros y otras cuatro columnas exentas centrales de exquisita finura.
Más información del Monasterio de Veruela
Monasterio de Rueda
El Monasterio de Rueda se encuentra e el vértice sureste de la provincia de Zaragoza, junto al pequeño pueblo de Escatrón, junto a Sástago.
Los monjes cistercienses se instalaron aquí a partir de 1202 y los edificios se llevaron a cabo desde esa fecha hasta mitad del siglo XIV, edificando lo que actualmente se denomina "sector medieval" del Monasterio.
"Rueda" es su nombre debido a la gran noria
situada en la huerta y de la que sólo queda el hueco que ocupaba.
La monumental iglesia del Monasterio de Rueda se concluyó en el año 1236. Tiene tres naves de cinco tramos rematadas en cabecera de ábsides cuadrados. No posee transepto. Todo el abovedamiento es de crucería y los arcos son apuntados. Los soportes son pilares cruciformes con columnas adosadas. Por su parte, la colección de capiteles es extraordinariamente sobria.
La puerta que abre al claustro es de transición del románico al gótico con numerosas arquivoltas apuntadas sobre columnillas.
La fachada occidental es gótica y muy tardía
(siglo XV), con amplio rosetón y portada de arcos agudas y
columnillas. Otra particularidad de la iglesia del Monasterio de Rueda
es su campanario mudéjar elevado sobre torre octogonal.
El claustro se inició a mediados del siglo XIII y no se concluyó
hasta el siguiente. Tan largo periodo de edificación hace que
tenga dos partes bien diferenciadas por el trazado de sus arcos.
Las alas del siglo XIII presentan grandes vanos bíforos apuntados con óculos polilobulados, con resabios todavía tardorrománicos. Las pandas del XIV ya llevan arcos plenamente góticos adornados con tracerías de mayor complejidad.
A
la Sala Capitular del Monasterio de Rueda se accede por un suntuoso
juego de vanos con arquivoltas molduradas con boceles, medias cañas
y puntas de diamante sobre columnas. La citada Sala es similar a la
del Monasterio de Piedra, con estructura claramente gótica,
usando arcos apuntados y apoyos de pilares rodeados por múltiples
columnillas.
El refectorio es un soberbio recinto abovedado con medio cañón
apuntado reforzado por fajones e iluminado por ventanas y óculos.
Conserva una preciosa escalinata embebida en el muro a base de grandes
columnas que soportan medios arcos semicirculares. También
se conserva perfectamente el púlpito del lector. La similitud
de esta escalera con la de Santa María de Huerta (Soria) es
evidente.
Otras dependencias conservadas son la cocina, el scriptorium, el dormitorio, el maravilloso templete que cobija el lavatorio, la bodega, sita en un edificio independiente y compuesto por dos naves soportadas por gruesas columnas y bóvedas de crucería.