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Monasterio de San Pedro de Dozón

Introducción

San Pedro de DozónSituado muy cerca de Lalín (Pontevedra), este monasterio de San Pedro de Vilanova de Dozón, fundado para monjas a mitad de siglo XII, es una de las obras más perfectas y armónicas que se conservan en todo el románico rural gallego.

Como veremos, no se trata de una construcción que sobresalga especialmente por su tamaño ya que se trata de un edificio de una sola nave, con la cabecera rematada en ábside semicircular con grandes ventanas y columnas.

Monasterio San Pedro de Dozón,: puerta principal (norte) de la iglesia abacial

Libro: ICONOGRAFÍA Y SIMBOLISMO ROMÁNICOSin embargo, lo más destacable de este templo es la unidad de su construcción a base de perfecta sillería granítica (donde predominan los tonos grises, azulados y rosados en contraste con el intenso verdor del paisaje circundante) y una gran riqueza de ventanas, columnas, contrafuertes, cornisas decoradas. Parece como si el taller de constructores hubiera querido crear un microcosmos equilibrado mediante el empleo de numerosos elementos epidérmicos y quisieran haber dotado a este monasterio de monjas un delicado y alegre ritmo constructivo.

Cabecera de la iglesia, completamente rodeada de verdor

Breve historia del edificio

Este antiguo Monasterio remonta sus orígenes a mediados del siglo XII siendo fundado por Doña Guntroda, concibiéndolo para albergar en él una comunidad monástica femenina.

Preciosa estampa de la iglesia de Dozón vista desde el noroeste

La iglesia del Monasterio de San Pedro de Dozón

Interior

Edificada a base de grandes sillares graníticos perfectamente escuadrados y ajustados, se trata de una construcción de una única y elevada nave de tres tramos que se proyectaron para estar cubiertos con bóveda de medio cañón con arcos fajones de refuerzo que gravitarían sobre columnas adosadas a los muros. Sin embargo esta estructura no llegó a realizarse, pues las columnas murales se dejaron sin terminar y la bóveda fue cancelada en beneficio de una techumbre de madera a dos aguas. La actual, moderna, es de parhilera con tirantes.

 

La cabecera, como marcan los cánones románicos, está constituida por una un largo tramo recto presbiterial con bóveda de medio cañón apuntado y un ábside semicircular cerrado con bóveda de cuarto de esfera. En el hemiciclo aparecen cinco arcos sobre columnas a modo de ventanales, aunque sólo los impares están horadados para el paso de la luz. Los otros dos restantes cumplen fines decorativos y son ciegos.

Interior del ábside

En cuanto a los capiteles del arco triunfal y de los citados ventanales y arcos ciegos, hay que decir que son todos vegetales.

Exterior

Al exterior, lo más destacable del conjunto es la armonía de sus paramentos, en los cuales, da la impresión de que sus constructores no se han permitido dejar espacios vacíos, desplegando rítmicamente vanos y contrafuertes bajo una cornisa corrida de profundos arquillos sobre ménsulas de perfil anacelado -aunque hay algunos figurados- que se prolonga también por el perímetro absidal.

El ábside semicircular tiene un fuerte y bello rebanco dividido en tres pisos de aristas aboceladas, quedando estructurado verticalmente en cinco calles mediante cuatro columnas, existiendo, en cada uno de ellas, arcos de medio punto con roscas decoradas sobre parejas de columnas.

Como vimos anteriormente, los arcos pares son meramente decorativos, mientras que los impares se ocupan de albergar alguna abertura de iluminación. Destaca, por encima del resto, el ventanal central, en el que fue horadado un óculo a modo de ojo de buey y una celosía formada por cinco vanos circulares dispuestos de tal manera que reproducen una forma cruciforme.

Hay que fijarse en una importantísima inscripción que se encuentra incisa en el tambor absidal y que nos indica la fundadora del cenobio y la fecha del acontecimiento.

Concretamente, el texto latino dice:

EGO GUNTRO SUARII EDIFICAVI INSTUM MONASTERIUM STI PETRI EN ERA MCLXII

Su traducción es:

“Yo Guntroda Suárez fundé este Monasterio en honor de San Pedro en la era MCLXII”.


En cuanto a la escultura exterior se refiere, predominan en San Pedro de Dozón los motivos geométricos y vegetales inspirados en postulados cistercienses, muy probablemente llegados desde cercano Monasterio de Santa María de Oseira.

En el muro septentrional, cobijada por un tejaroz sostenido por una cornisa de arquillos semejantes a los del alero, abre su portada más relevante. Consta de tres arquivoltas molduradas y apuntadas que apean sobre dos parejas de columnas con capiteles decorados, culminando el conjunto un tímpano presidido por una cruz en bajorrelieve.

Mucho más sencillos son sus ingreso oeste y sur. El primero está enmarcado por contrafuertes, también bajo tejaroz, y constituido a base de arquivoltas boceladas que encierran un tímpano central liso, que apoyan sobre dos parejas de columnillas.

La puerta sur sólo tiene una arquivolta, una pareja de columnas y un pequeño tímpano con una cruz.

 


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