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Guía de la Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos, Segovia

Introducción

Rapariegos conserva restos románicos en tres lugares diferentes. Nosotros visitaremos la Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla que es una construcción muy conocida en toda la comarca, quizás por estar situada en una inagotable llanura rodeada de campos de labor a las afueras de Rapariegos. Ha sido declarada Monumento Histórico Artístico en 1994.

Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos, Segovia

Desde el punto de vista histórico es poco lo que se sabe del origen de este edificio absoluta-mente aislado de viviendas o vegetación. Lo que sí es sabido es que en este despoblado casi yermo se encontraba la aldea hoy desaparecida de Moraleja de Santa Cruz.

Interior de la cabecera románica con un capitel de aves

Se ha dicho, sin demasiados fundamentos históricos o arqueológicos que la ermita se construyó sobre una basílica paleocristiana o visigoda. Tampoco faltan quienes la atribuyen a la siempre manida Orden del Temple.

Capitel de leones

Lo que no cabe duda es que estamos ante una construcción repleta de irregularidades o, al menos, podemos calificarla como singular.

Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos, Segovia

Para empezar, tiene tres naves y tres ábsides, algo poco habitual en el arte medieval rural de Segovia. Además la cabecera no está bien alineada con sus respectivas naves. A su vez, el ábside central está desviado ligeramente hacia el noreste y aún más lo está el vetanal que se abre en su muro.

Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos, Segovia: cabecera

Libro: ICONOGRAFÍA Y SIMBOLISMO ROMÁNICOHasta hace unos pocos años que ha gozado de una completísima restauración, la Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla presentaba un aspecto destartalado, con innumerables parches y destrozos, combinando caóticamente piedra y ladrillo, ofreciendo un aspecto algo chapucero, pero pintoresco.

Hoy el aspecto exterior es completamente distinto, mucho más homogéneo y armónico tras su restauración. Gracias a la intervención citada se ha podido realizar un completo estudio arqueológico de los suelos, los muros y todo tipo de estructuras exteriores e interiores.

Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos, Segovia: imafronte

Complejo proceso constructivo

El proceso constructivo que historiadores y arqueólogos defienden es que en un momento indeterminado de los siglos XII o comienzos del XIII se proyectó una iglesia románica -cuya verdadera función no conocemos realmente- de tres ábsides escalonados construidos con sillares de piedra, columnas, canecillos, metopas, etc.

Ábside norte

O bien porque la obra sufrió un parón de cierto tiempo o porque se produjo un relevo de talleres, lo cierto es que el cuerpo de las tres naves ya se terminó con el uso de calicanto enfoscado e hiladas de ladrillo. Los arcos formeros que parcialmente se conservan de esta etapa son de ladrillo sobre pilares al modo "románico de ladrillo" o "mudéjar castellanoleonés".

Interior: cuerpo de tres naves a base de arcos formeros de ladrillo de medio punto

Este tipo de arquitectura, subsidiario del románico pétreo, es muy abundante en el oeste de la provincia de Segovia así como en las comarcas limítrofes: La Moraña de Ávila y la Tierra de Pinares de Valladolid, donde escasean las canteras de piedra.

De estas fechas tardías (siglo XIII) y del mismo "románico de ladrillo" son también las dos puertas que permiten el acceso al templo, una en el muro sur y otra en el oeste, que luego describiremos.

Pasado un tiempo, pero todavía en la Edad Media, se decidió recrecer la cabecera: el ábside central mediante una reconstrucción de sus muros sobre un alto zócalo de calicanto y los meridionales elevando la altura por encima de las cornisas originales.

Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos. Vista desde el interior de la cabecera hacia las naves

Fruto de este cambio se tuvieron que elevar también los arcos triunfales y se acomodó el primer tramo de las naves para convertirlo en una especie de transepto. El crucero, de bastante altura pudo disponerse de este modo para soportar una torre, pero tal cosa es una mera hipótesis.

Interior del ábside central

Afortunadamente, el recrecimiento no afectó a los capiteles de la cabecera románica original. Han quedado cestas vegetales más un grupo de capiteles zoomorfos con cuerpos de leones (descabezados de una manera que parece deliberada), aves y arpías.

Otro capitel de leones con las cabezas rotas

Como consecuencia de este proceso constructivo medieval más una serie de numerosas intervenciones parciales en siglos modernos (sobre todo en los s. XVIII y XX), la ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos muestra, a pesar de la restauración, un interior que desconcierta al visitante.

Capitel de arpías

Exterior

Sobre los blancos muros de mampuesto con hiladas de ladrillo del cuerpo de la iglesia saltan a la vista sus dos puertas de ladrillo en la fachada de los pies y en el muro sur.

Ermita del Santo Cristo de la Moralejilla de Rapariegos. Vista desde el suroeste

La del imafronte occidental tiene cuatro arquivoltas de ladrillo de medio punto, encuadradas por falso alfiz y superadas por el habitual friso de esquinillas. En este muro, encima de la citada portada, hay un estrecho ventanal también rodeado de ladrillo y falso alfiz.

En el costado meridional aparece otra portada que antes de la restauración presentaba un aspecto lamentable. Es más grande que la anterior y sus roscas son ya apuntadas. Por encima corren horizontalmente dos líneas de ladrillos en esquinilla separadas por un friso en sardinel. Todo el conjunto está remarcado por un falso alfiz.

Puerta sur

 


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