Guía de la Abadía de Arthous, Francia
La antigua Abadía de Sainte- Marie d'Arthous es uno de los principales monumentos medievales de la zona de Landes al sur de la región de Nueva Aquitania.
Se trata de una fundación de canónigos regulares premostratenses de 1167, filial de la abadía de Case-Dieu para evangelizar un territorio que todavía no contaba con una perfecta cristianización en el entorno del País Vasco y para controlar una zona afectada por guerras internas entre Navarra, Bearn y Gascuña.
El monasterio premostratense de Arthous tuvo prosperidad durante la Edad Media hasta el siglo XVI gracias a los ingresos de sus actividades agrícolas y de sus tierras, la abadía juega un papel preponderante en la vida religiosa y civil del Pays d'Orthe y sus alrededores.
No obstante la abadía va a pasar las vicisitudes de las numerosas guerras que afectaron a Francia como la Guerra de los Cien Años (1337-1453) entre franceses e ingleses, la guerra entre Francia y España (1523-1526) más las Guerras de Religión entre católicos y hugonotes (protestantes calvinistas) (1562-1598) en que la quedó devastada la Abadía de Arthous, siendo muy destruidas las dependencias monacales.
Sin embargo, dos siglos más tarde, a partir del siglo XVII, se van a reconstruir dichos edificios monásticos con lo que Arthous recobró una cierta vitalidad. En 1791, en el contexto de la Revolución y cuando sólo albergaba a tres canónigos, la abadía se vendió como propiedad nacional y se transformó en una granja.
Hay que esperara al siglo XX cuando la antigua Abadía de Arthous va a iniciar una senda de rehabilitación y restauración cuando fue declara monumento histórico (la iglesia en 1955 y el resto de dependencias en 1969). En la actualidad ha pasado a ser propiedad del Consejo Departamental de las Landas en 1964, estableciéndose aquí un museo arqueológico departamental allá en la década de los setenta del siglo pasado. Una de las piezas expuestas en una de las paredes del antiguo claustro es un mosaico tardorromano procedente de la Villa de Mouneyres en Sarbazan.
Arquitectura
La iglesia se construyó entre el siglo XII y XIII con piedra caliza, comenzando por la cabecera que presenta tres ábsides escalonados, mayor el central. El cuerpo de la iglesia está constituido por una sola nave de más de treinta metros de longitud que desemboca en un transepto muy marcado.
Como ya hemos indicado, el claustro y las estancias claustrales medievales han desparecido.
Exterior
Del exterior del edificio destaca especialmente la cabecera con sus grandes cilindros, articulados por columnas dobles y ventanales, además de una colección de canecillos mayoritariamente figurados.
La iconografía de estos modillones es muy variada y se conservan en buen estado de conservación. Algunos de ellos representan:
También hay figuras de los canónigos premostratenses tallados con instrumentos de culto destinados a la evangelización de los laicos (cruz, incensario, aspersor), mientras que otros canónigos parecen llevar piedras destinados a la construcción.
Quedan dos puertas románicas en dispar estado de conservación. La del el muro occidental ha perdido parte de su estructura en época posterior. Se sabe que había un tímpano con la representación de la Adoración de los Reyes Magos. También en la reforma citada para aumentar el vano se recortaron parte de las arquivoltas.
No obstante quedan dos parejas de columnas con sus respectivos capiteles. Aparecen hojas en dos niveles, serpientes enroscando sus cuerpos, Plantas tipo helecho y una cesta que era historiada pero de la que queda sólo un personaje.
La puerta del costado septentrional era la de comunicación de la iglesia con el claustro actualmente desaparecidos. A diferencia de la anterior, esta pequeña portada se mantiene bien conservada con capiteles en que dragones y leones parecen atacar a sendos personajes.
Interior
Los abovedamientos medievales del templo -que eran de crucería- se encuentran perdidos porque fueron dinamitados en 1925 por motivos de seguridad, dado su mal estado de conservación, por lo que la restauración los ha restablecido mediante techos de madera sobre arcos diafragma. A pesar de estas pérdidas, la visión interior es elegante y atractiva.
Algo que, sin duda, sorprenderá a los visitantes de la Abadía de Arthous en que en el interior del templo monástico se halla una exposición que tiene por título "Ichtus", del artista visual Daniel Mestanza. Está formado por un gran número de figuras de peces luminosos y en movimiento suspendidos en el aire.
La mayor parte de los capiteles de las columnas de la cabecera, transepto y nave ofrecen aspecto vegetal o geométrico, pero lo hay también de tipo zoomorfo: un centauro sagitario lanzando su flecha, y un dragón descabezado, etc.