Guía del Castillo del Papa Luna, Peñíscola
Introducción
Peñíscola se ha convertido a partir de los años 60 y 70 del siglo XX en una de las localidades turísticas por excelencia de Castellón y de todo el litoral del Mediterráneo.
Pero Peñíscola antes había sido importante población histórica desde la colonización griega, varios siglos antes de la era cristiana. Los griegos llamaron a este lugar "Quersónesos" que se traduce por península. También fue ciudad romana e importante puerto comercial de vino y aceite. Bajo la dominación árabe pasó a llamare Baniskula y en 1233 fue conquistada por pacto por Jaime el Conquistador.
En la actualidad, esta localidad de la Comarca del Bajo Maestrazgo tiene categoría de Conjunto Histórico Artístico desde 1972. Cuenta con un censo de unos 7.500 habitantes pero con población muy fluctuante según la época del año por su ya citada importancia turística.
El Castillo de Peñíscola
Es en el casco antiguo de Península, en la península rocosa rodeada de playa, donde se encuentra su famoso castillo, una de las fortalezas más conocidas de España. Su fama se debe al hecho de ser una importantísima construcción de la Orden del Temple en los años anteriores a su definitiva supresión y, sobre todo, por haber sido sede pontificia en el contexto del Cisma de Occidente, algo de lo que tan sólo pueden presumir otros dos lugares: Avignón y Roma.
El Castillo de Peñíscola fue erigido por la orden del Temple. Fue construida entre finales del siglo XIII y principios del XIV, probablemente sobre una antigua alcazaba musulmana. Durante sus primeros años estuvo ligada a numerosas órdenes militares, todas las cuáles realizaron diferentes obras y dejaron su impronta en el edificio.
Tras la abolición de los templarios, en 1312 Jaime II el Justo (1291-1327) cedió el castillo a la Orden de San Juan de Jerusalén, que lo ocupó durante un breve periodo de tiempo, siendo a continuación propiedad de la recién creada Orden de Santa María de Montesa.
En el verano del año 1411 Benedicto XIII (1375-1423) fijó aquí su residencia y su corte papal, tras realizar una importante reforma en el edificio. Tras la muerte del antipapa en 1423 el castillo fue ocupado por su sucesor, Clemente VIII (1424-1429), hasta su abdicación en 1429 en la localidad de Sant Mateu, cuando fue recuperado por la Corona. Durante un breve periodo de tiempo volvió a ser ocupado por la Orden de Montesa.
Durante
la Edad Moderna se construyeron unas nuevas murallas en la villa
de Peñíscola, pero no parece que esta obra afectase
al castillo. Durante la Guerra de la Independencia fue ocupado
por las tropas napoleónicas, y la estructura fue gravemente
dañada a causa de un bombardeo.
Como veremos a continuación, a pesar de
fecha tan tardía de su construcción predominan
los espacios, arcos y bóvedas de tradición románica
(arcos de medio punto y bóvedas de medio cañón).
Todo ello interpretado con una sobria monumentalidad constructiva
a base de buena sillería caliza.
El recinto fortificado
Planta Inferior
La puerta del castillo
Desde tierra tan sólo tiene un acceso, formada por un sencillo arco de medio punto de largas dovelas y, por encima, un friso corrido con un escudo de la Orden del Temple, varios del de Berenguer de Cardona, penúltimo maestre de la Orden, y el del comendador de Peñíscola, Arnaldo de Banyuls.
Tras atravesar el arco se accede a un zaguán, que se comunica con las caballerizas, las salas del cuerpo de guardia y el patio de armas.
Caballerizas
Enfrente están las salas 2, 3 y 4. La Sala 2 corresponde a las Caballerizas constituidas por una amplia sala de planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón ligeramente apuntada. Actualmente se expone en ella una maqueta de la Peñíscola medieval y paneles explicativos sobre el papel de la Orden del temple en las Cruzadas y en Jerusalén, además de su estructura jerárquica y la organización de la provincia del temple en la Corona de Aragón, así como el poder religioso, económico y político que tuvieron estos caballeros en amplios territorios europeos.
Al fondo de la sala de las Caballerizas hay una puerta de medio punto por la que se accede a dos pequeñas salas abovedadas que probablemente tendrían el mismo uso de establos: la número 3 se le ha denominado en la actualidad la "Sala de los Símbolos" donde se proyecta un vídeo y la 4 llamada "Sala del Honor", la cuál se corresponde con la parte inferior de la torre occidental.
Tres salas del Cuerpo de Guardia
Saliendo de nuevo por las Caballerizas al espacio cubierto del Cuerpo de Guardia se accede a las salas 5, 6 y 7 correspondiente al Cuerpo de Guardia. Una de ellas es la Sala de Armas donde se exponen armas de la época como lanzas, espadas, escudos, ballestas de estribo y un atuendo con cota de malla, almófar y yelmo cerrado.
Un de esas salas sería el aljibe
Planta superior
Por medio de una escalera que parte del zaguán se accede al patio de armas, en torno al cuál se estructuran las principales estancias del castillo.
Se trata de un espacio amplio, que se encuentra abierto al mar en uno de sus frentes y cerrado en los otros tres costados, con la iglesia, el salón gótico y las estancias del antipapa. Originalmente este espacio cumplió la función de claustro, dada la condición de monjes que tenían los templarios. Posteriormente en la época del Papa Luna se construyó un pórtico para comunicar sus dependencias con la capilla, y convirtió este lugar en un jardín.
Iglesia
Se accede por la típica portada del románico civil
tan característico de las iglesias valencianas de Reconquista.
La iglesia es una sala de grandes dimensiones, de una sola nave con ábside semicircular y cubierto con bóveda de cañón apuntada. Se trata de un espacio austero, iluminado tan sólo por tres estrechas ventanas con sencillos arcos de medio punto.
Salón Gótico
El salón del trono o salón gótico es sin duda el espacio más emblemático de toda la fortaleza. Se trata de una sala de planta rectangular, cubierta con bóveda de cañón apuntado e iluminada con grandes ventanales. Fue el lugar de recepciones y audiencias durante el tiempo que el castillo estuvo ocupado por las órdenes militares y, en tiempos del Papa Luna, el lugar elegido para instalar la sede pontificia.
Casa de la Cisterna
Desde el patio de armas también se accede a una sala contigua al Salón Gótico conocido como Casa de la Cisterna, donde se encuentra el pozo que permitía extraer el agua del aljibe. Es posible que en algún momento este espacio fuese utilizado también como cocina, como atestigua el horno de piedra que puede verse en uno de sus lados. Desde aquí se accede a un pequeño patio, que en realidad es la parte superior de una antigua torre derruida; a otra sala menor que pudo ser utilizada como despensa.
En la parte superior del salón gótico y de la iglesia hay unas magníficas terrazas, que permiten contemplar una impresionante panorámica del Mediterráneo y de la villa de Peñíscola.
Salón del Cónclave
Aunque el Salón del Conclave se encuentra en un piso inferior lo incluimos en este apartado porque su acceso desde el superior. Se le conoce con este nombre porque parece que fue aquí donde se celebró el cónclave para elegir al sucesor de Benedicto XIII, pero en realidad, este espacio era la bodega del castillo. Se accede por medio de una empinadísima y larga escalera situada en el patio, junto a la iglesia.
Es un espacio de planta rectangular, cubierto con bóveda de cañón, e iluminado tan sólo por medio de una claraboya y unas pequeñas ventanas en forma de aspillera. Desde uno de los costados se comunicaba con las mazmorras.
Por fuera se encuentra la conocida como escalera
del Papa Luna, que se encuentra parcialmente excavada en la
roca del peñón, y que desciende hacia un embarcadero
de emergencia.
Torre del homenaje y dependencias del Papa Luna
En el costado contrario al de la iglesia se encuentran la torre del homenaje, cuyo interior fue modificado en tiempos del Papa Luna para instalar allí sus dependencias, distribuidas a lo largo de tres plantas. Esta situada en la parte superior de las salas del cuerpo de guardia, y se accede a ellas por medio de unas escaleras desde el patio de armas.
En una de las salas de la parte baja seguramente estuviese la biblioteca del papa, que fue una de las más grandes de la época. El resto de estancias fueron ocupadas por diferentes dependencias, como el dormitorio, el estudio o el comedor.
Terraza superior
Sobre el Salón Gótico y la iglesia hay una terraza a la que se puede subir por una empinada escalera y cuyo aliciente principal es el conjunto de hermosas perspectivas que se tienen del Mediterráneo y de todo el conjunto urbano -tanto antiguo como moderno- de Peñíscola y sus alrededores, gracias a su elevación a 64 metros sobre el nivel del mar.
Otros lugares interesantes del casco antiguo
de Peñíscola
Murallas y Puertas
Peñíscola conserva numerosos lienzos de murallas en la parte baja de la Península pertenecientes a distintas época que abarcan desde la Edad Media a la Edad Moderna.
Dos puertas monumentales de esas murallas son el Portal de Sant Pere y el Portal Fosc. El primero fue mandado construir por el Papa Luna a finales del siglo XV, en un lugar próximo al lugar donde desembarcaban las tripulaciones de los barcos. Consta de un gran arco escarzano presidido por un escudo del propio Benedicto XIII.
El llamado Portal Fosc u Oscuro, fue realizado en tiempos más modernos: siglo XVI, durante el reinado de Felipe II.
Se trata de una puerta en ángulo célebre por haberse rodad algunas de las escenas más memorables de la superproducción cinematográfica de "El Cid" de Anthony Mann.
Iglesias
Iglesia Parroquial
No muy lejos del Portal Fosc se encuentra la Iglesia Parroquial de Peñíscola, templo edificado en varias campañas constructivas que abarcan los siglos XIII, XV y XVIII. Del siglo XIII -"típico ejemplo de las llamadas Iglesias de Reconquista"- conserva la puerta, parte de los muros y algunos ventanales sencillos.
Ermita de la Virgen de la Ermitana
Está al costado norte del castillo. Obra barroca construida a comienzos siglo XVIII durante la Guerra Sucesión por el gobernador de Peñíscola, fiel a la causa borbónica. En la fachada aparece el escudo de Felipe V y su puerta tiene algunos relieves de temática bélica.
(Autores del texto del artículo
de ARTEGUIAS:
Víctor López Lorente y David de la Garma)