Guía de la Catedral de Solsona, Lleida
El monumental casco antiguo de Solsona (Provincia de Lleida) tiene forma de triángulo cuya base mira al este.
Para llegar a su catedral de Santa María, principal monumento de la ciudad y objetivo de esta página, se puede cruzar el puente sobre el río Negre y entrar a la ciudad por la puerta de la muralla del siglo XVIIII que se llama Portal del Pont.
La actual catedral de Santa María de Solsona nació a partir de una iglesia canónica agustiniana cuya construcción se retrotrae a mediados del siglo XII.
Breve recorrido histórico
Como suele suceder en estos casos de templos importantes y antiguos, la secuencia histórica de la catedral solsonesa es compleja y las construcciones y reconstrucciones muy numerosas.
Ya en el siglo X debió de existir una iglesia prerrománica y entre los siglos XI y XII se reconstruyó otro edificio, ya románico, para albergar una comunidad de canónigos agustinianos, puesto que para esas fechas no era catedral pues Solsona aún no era sede episcopal.
En 1299 se suprimieron las tres naves románicas con que contaba para unificarlas en un gran cuerpo diáfano con pequeñas capillas entre los contrafuertes, todo de estilo gótico.
En 1593, la canónica agustiniana de Santa María de Solsona fue convertida en catedral tras la creación de la correspondiente diócesis.
Durante varios siglos van a adosarse diferentes estancias y capillas a los lados de la cabecera gótica y en el siglo XVIII, lamentablemente, es suprimido el claustro románico.
Otro de los hechos luctuosos que sufrió la Catedral
de Solsona fue el incendio acaecido durante la Guerra de Independencia.
Arquitectura
La catedral de Solsona es el monumento principal de la ciudad, habiendo sido declarada monumento histórico-artístico en 1931.
Primitivamente era un conjunto románico iniciado en 1070 y consagrado en 1163. El templo original románico tenía tres naves separadas por pilares con semicolumnas y capiteles esculpidos además de una cabecera con tres ábsides. Actualmente, de estilo románico conserva lo siguiente:
Exterior
Cabecera románica
La cabecera románica tiene tres ábsides de semitambor, con la curiosidad de combinar elementos del románico lombardo con otros más avanzados del estilo internacional.
Estos ábsides son de factura voluminosa y muy austeros en su decoración. La fábrica es de sillería. El ábside principal tiene canecillos sujetando el alero y el ventanal central se articula mediante arquivolta de baquetón sobre columnillas (ventanal de tipo portada), al modo del románico internacional.
Sin embargo, los absidiolos laterales, muestran deudas con la arquitectura lombardo-catalana precedente y además de tener ventanales de aristas vivas, presentan arcuaciones que recuerdan las lombardas -aunque hechas con dovelas regulares y sillares- en las cornisas.
Torre campanario
La torre de campanas se ubica en el costado meridional de la catedral, entre el claustro y la Capilla de la Madre de Dios del Claustro.
Pertenece al románico internacional, no lombardo. Es de planta cuadrada -forma prismática- con cuatro pisos. El primero se encarga de la elevación desde el suelo y tiene las caras lisas. El segundo es el primer cuerpo de campanas con una tronera con forma de portada (arquivolta y pareja de columnas) en cada cara. El tercero lleva dos troneras similares a las del nivel inferior, también en cada cara.
El cuerpo superior parece ya posterior, disponiendo de vanos de aristas vivas y actualmente es el que dispone de las campanas.
Uno de los alicientes de visitar el Museo Diocesano y Comarcal, ubicado en el anejo Palacio Episcopal, es que podemos observar esta torre a escasos centímetros de nuestra vista.
Muro de la fachada norte
Muy interesante -y que puede pasar desapercibido al visitante- es el bien conservado muro norte románico de la catedral. Su alero conserva sus canecillos de buena calidad y con iconografía interesante como, por ejemplo, monos, espinarios, la pirueta de un contorsionista esculpido de costado, una cabeza demoníaca de cuya boca salen serpientes, etc.
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A la izquierda de este muro hay encastrado un espectacular relieve del arcángel San Miguel alanceando al Dragón.
Cabecera gótica
Como dijimos anteriormente, el templo románico se reconstruyó al final de la Edad Media siguiendo el estilo tardogótico propio de la época. En este nuevo edificio se incluyó una cabecera poligonal en el antiguo transepto y que emerge por encima de la cabecera románica.
Tiene este hemidecágono grandes contrafuertes
en los vértices y ventanales en los paños rectos de
arco ojival que envuelven los correspondientes vanos interiores bíforos.
Interior
Al interior se accede por la puerta neoclásica del costado septentrional que incluye un grupo escultórico sobre el éxtasis de San Agustín. Otra puerta, esta vez barroca, se halla en la fachada occidental. Data de 1768, y en su frontón se alojan el anagrama de María y una estatua de la Virgen.
Al entrar en la catedral de Solsona, la sensación es un poco desconcertante por su oscuridad y porque la nave gótica no está orientada exactamente en la misma dirección que los tres ábsides románicos. Éstos, además no pueden contemplarse habitualmente pues forman parte de la sacristía catedralicia.
Si se logra acceder a dicha sacristía, aparece ante nuestros ojos el gran hemiciclo del ábside principal, caracterizado por una arquería al nivel de los ventanales que resulta muy clásico, con columnas cuyos fustes presentan éntasis.
La citada nave gótica es amplia y de gran austeridad. Se cubre con grandes bóvedas de crucería. La iluminación natural es escasa.
La inmensa mayoría de las piezas de imaginería y decoración ofrecen un interés muy modesto porque datan de los siglos XIX y XX como consecuencia de que las anteriores fueron reducidas a cenizas en el por incendio de la Guerra de la Independencia.
La Catedral de Solsona cuenta con un órgano del
siglo XIX fabricado con partes procedentes de otros anteriores y cuyo
arreglo y recomposición ha costado una importantes suma de
dinero.
Del conjunto de capillas laterales, hay que citar una que se encuentra en el costado norte y que se la conoce como Capilla de la Mercè, barroca que data del siglo XVIII.
Más interesante para nosotros es la Capilla de la Virgen del Claustro, esta vez ubicada al sur porque contiene la magnífica imagen de la Virgen del Claustro.
Imagen de la Virgen del Claustro
En la citada capilla se conserva la imagen de la Virgen del Claustro, en su habitual iconografía de la Virgen María como Trono de Sabiduría.
Es una notable y preciosa estatua pétrea tardorrománica de finales del siglo XII de la escuela tolosana, realizada por el maestro Gilabert de Toulouse. Por ser de fecha tan tardía, el niño Jesús abandona su posición frontal, propia del románico, y gira su cuerpo hacia su derecha. Sus relieves son tan finos y minuciosos que la piedra que sirvió de materia prima más bien parece orfebrería por la delicadeza con que fueron labrados las trenzas del cabello y los bordados de los vestidos.
Esta escultura estaría originalmente adosada a una de las columnas del claustro románico.
Cuenta la tradición que fue guardada en el siglo XIII en el fondo de un pozo para que no fuera destruida por el ataque de los cátaros a la ciudad.
La Mare del Déu del Claustre fue erigida como patrona de Solsona en 1652, tras superar la ciudad una epidemia de peste.
Durante la Guerra Civil fue llevada a Francia para evitar una potencial agresión pero afortunadamente fue devuelta a su lugar de origen tras la contienda.
Puerta del claustro
Otra estructura románica superviviente es la puerta que comunicaba la iglesia con el claustro románico. Hoy se encuentra a un nivel superior al del suelo por la renovación moderna de la arquitectura claustral.
Es un notable ejemplar de la escuela leridana, con múltiples arquivoltas de medio punto sobre columnas muy juntas, aunque la decoración geométrica es mucho más contenida que sus parientes más o menos próximas como las de la Seu Vella de Lleida, Agramunt, Puerta del Palau de la Catedral de Valencia, etc.
Encima de esta portada podemos observar la existencia de un vano ajimezado románico bastante roto y cuyo parteluz puede ser una de las piezas que se encuentran expuestas en el Museo Diocesano y Comarcal.
También se conservan en dicho museo varios capiteles procedentes de aquel claustro románico.
Palacio Episcopal y Museo Diocesano
Junto a la catedral, e históricamente ligado a ella, se haya el Palacio Episcopal con su Museo Diocesano de Solsona. El palacio propiamente dicho es un gran edificio neoclásico del último cuarto del siglo XVIII cuya fachada muestra varios cuerpos superpuestos, con ventanales, balcones, frontones clasicistas, etc.
El Museo Diocesano que ocupa este palacio sobresale por principal por sus colecciones arqueológicas y artísticas, especialmente del periodo románico, aunque no se quedan atrás las del gótico y el barroco.
En el contexto románico, podremos disfrutar de numerosas esculturas talladas en madera o esculpidas en piedra. También hay frescos murales de iglesias cercanas de la diócesis (muy reseñables son las del ábside principal de la iglesia de Sant Quirze de Pedret).
Tanto de románico como de gótico hay numerosas tablas y piezas de arte suntuario.