Viajes guiados
 PÁGINA DE INICIO 

 

Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Románico de la Bureba burgalesa. 02 y 03/10/21

Durante el fin de semana del sábado día 2 y domingo día 3 de octubre tuvo lugar el Viaje Guiado de ARTEGUIAS al románico de La Bureba, una pequeña comarca al noroeste de la provincia de Burgos que, pese a sus modestas dimensiones y su cada vez más escasa población, atesora una de las mayores y más interesantes concentraciones de iglesias románicas de toda la geografía castellana.

Como estaba previsto, la ruta partió desde la Plaza de Castilla para, tras una parada técnica reglamentaria a la altura de Lerma, empezar por uno de los enclaves de más interés del viaje, como es la iglesia de San Andrés de la casi deshabitada aldea de Soto de Bureba, cuya portada, firmada por sus autores y cuajada de escultura de gran calidad, es una de las visitas imprescindibles de la comarca.

Además de su portada, pudimos saborear los magníficos capiteles y canecillos de su cabecera, amén de acceder a su hermético interior, una circunstancia no siempre sencilla en estos parajes tan demográficamente castigados y apartados de las rutas turísticas.

A continuación, a escasos dos kilómetros nos acercamos a otra de las iglesias icónicas del románico burebano como es la de Navas de Bureba, la cual, tras su última restauración, luce impoluta y cuidadísima por sus vecinos.

Frente a ella tuvimos la ocasión de comentar y tratar de interpretar sus capiteles, distinguir las diferentes plásticas de los diversos talleres que trabajaron en ella, así como conocer el primero de los varios ventanales lobulados prototípicos del románico de la comarca y que nos encontraríamos en más templos de la ruta.

Desde Navas de Bureba continuamos dirección norte hasta Oña, considerada la capital histórica y espiritual de la comarca y una de las poblaciones de más solera no solo de Burgos, sino de toda la Castilla medieval.

En Oña, tras comer en uno de sus restaurantes, visitamos el antiguo Monasterio de San Salvador, donde guiados por su guía oficial y gran estudioso Félix, recorrimos todas sus estancias visitables prestando especial atención a su Panteón Real y Condal así como su claustro, donde se conservan restos de la primitiva sala capitular románica.

Tras un tiempo de libre disposición para recuperar fuerzas por las animadas terrazas de la localidad, continuamos la ruta en dirección sur para visitar la muy poco conocida pero interesante iglesia de Pino de Bureba, levantada en la parte más elevada de la localidad en un precioso entorno boscoso que resaltaba su encanto.

La última de las visitas de la jornada de sábado fue la iglesia parroquial de Castil de Lences, otra armónica construcción románica con interesantes muestras escultóricas levantada además dentro uno de los conjuntos urbanos de más sabor y autenticidad de La Bureba.

Desde Castil de Lences regresamos a nuestro hotel de Briviesca, actual capital económica de la comarca y una de las escasas poblaciones de la zona dotada de servicios hosteleros.

La mañana del domingo amaneció lluviosa, una circunstancia que en ningún caso empañó las ganas y el optimismo de nuestros acompañantes a la hora de afrontar el programa, el cual se inició con la solitaria ermita de San Fagún (San Facundo) de Los Barrios de Bureba.

Se trata de la antigua parroquia de un barrio despoblado y desaparecido de cuya iglesia parroquial solo sobrevivió su cabecera y su espadaña, confiriendo al conjunto una peculiar estampa que se ha hecho acreedora a ser el sello promocional empleado por los entes turísticos de la zona.

A continuación, tras una parada técnica en un bar de la población de Cornudilla, nos adentramos en La Bureba más alejada de las principales vías de comunicación para visitar la ermita de San Martín de Piérnigas, construcción también solitaria y enclavada en un bucólico paraje que hizo las delicias de los más aficionados a la fotografía.

Y hablando de "hacer las delicias", a la salida de la ermita recibimos una sabrosa sorpresa por parte de un amable vecino en forma de una gran caja de higos cultivados en la propia localidad y cuyo sabor fue unánimemente alabado por todos los asistentes.

La última visita de la mañana dominical tuvo como escenario la iglesia de Santa Cecilia de Hermosilla, cuyo ábside puede considerarse uno de los mejores del románico burgalés y en el que trabajó un virtuoso maestro de clara raíz silense.

Tras la comida de nuevo en Briviesca y dado que íbamos muy bien de tiempo, aprovechamos para visitar, fuera de lo que era el programa oficial a modo de "extra", la ermita de Nuestra Señora del Valle de Monasterio de Rodilla, aún en los límites geográficos burebanos pero incluido en otra de nuestras rutas.

Y por último, a modo de guinda, visitamos la que quizás es la joya románica más desconocida de toda la comarca como es la pila bautismal de Cueva Cardiel, una pieza realmente sobresaliente pero que al encontrarse en una iglesia sin interés exterior, son muy pocas las personas las que han tenido la oportunidad de conocerla, y realmente vale la pena.

Desde Cueva Cardiel, punto más meridional de la ruta, iniciamos nuestro viaje de regreso a Madrid. Muchas gracias a todos por vuestra compañía y hasta la próxima.


Libros, Seminarios y
Viajes de Arteguias