Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Ciudad de Palencia y su entorno. 9 y 10 de noviembre de 2024
El fin de semana del 9 y 10 de noviembre tuvo lugar la demandada segunda edición de la Ruta Guiada ARTEGUIAS "Viaje a la milenaria ciudad de Palencia y al Canal de Castilla", un completo recorrido por esta antiquísima urbe y su entorno patrimonial y natural. Usualmente excluida de los circuitos turísticos castellanos, posee valiosísimos museos y una de las catedrales más interesantes, por su alto valor histórico y artístico, de todo el país.
Así, el sábado salimos bien temprano desde el concurrido barrio de Moncloa de Madrid hacia nuestra primera parada, la iglesia románica de San Fructuoso en Valoria de Alcor. Aunque de factura modesta, destaca por la singular galería porticada cegada del costado meridional, posiblemente reutilizada de una iglesia mozárabe del siglo X.
Tras una parada técnica, proseguimos nuestro viaje hasta la monumental iglesia protogótica de Santa María la Mayor en Villamuriel de Cerrato.
De dimensiones catedralicias, destaca por su elevado campanario y por su elegantísimo cimborrio octogonal, que deja entrar una luz casi áurea.
Nos dirigimos entonces a la capital palentina para disfrutar de una reconfortante comida familiar antes de enfrentar la jornada de la tarde, recorriendo a pie las señoriales calles del centro histórico de Palencia.
Como no podía ser de otra forma, nuestra primera parada fue la catedral de San Antolín, acertadamente renombrada "la Bella Reconocida". Aunque de aspecto exterior poco llamativo, su soberbio interior esconde un sinfín de sorpresas para el amante del arte.
Lo primero que hicimos fue recorrer su claustro y sala capitular para visitar el Museo Catedralicio que se instaló en estas dependencias. En él se pude admirar desde esculturas góticas de gran elegancia, una soberbia "Santa Ana triple" de Alejo de Vahía y el célebre cuadro de El Greco dedicado al martirio de San Sebastián.
Una vez entramos en el templo catedralicio, visitamos su ancestral cripta de los siglos VII y XI d.C. para luego volver el templo medieval y admirar su elegante alzado con un precioso triforio, las hermosas bóvedas nervadas góticas, sin olvidar el delicado trascoro renacentista.
Además, en las capillas de la nave norte, las de la girola, la capilla del sagrario y la capilla mayor se conservan numerosas obras de retablística e imaginería que abarcan los periodos románico, gótico, renacentista y barroco. Podríamos pasarnos horas deambulando y admirando este magnífico edificio.
Aprovechando que nos encontrábamos en una céntrica plaza, nos detuvimos un rato para tomar un café y descansar las piernas, antes de continuar con nuestra visita en el Museo Diocesano de Arte Sacro. Alberga éste una nutrida colección de obras de arte sacro de todas las épocas, rescatadas de los templos en riesgo de ruina o expolio de toda la comunidad, desde artesonados mudéjares, pilas bautismales, orfebrería e imaginería medieval, como la delicada Virgen de Husillos, hasta textiles litúrgicos barrocos; sin olvidar los magníficos cuadros de Pedro Berruguete. Aunque este museo suele pasar desapercibido al turista, nosotros pensamos que su colección es tan grande y rica que bien merece dedicarle varias horas.
Con esto, dimos por finalizado este día tan cargado de arte y nos dirigimos a nuestro hotel en la propia capital palentina. Su cercanía con el centro invitó a muchos de nuestros viajeros a darse un agradable paseo nocturno tras la cena, y disfrutar del ambiente propio de un sábado noche.
El domingo por la mañana nos acercamos caminando al mítico templo de San Miguel. Su espigada torre almenada se ha convertido en todo un icono de la ciudad de Palencia. Y no es para menos, pues según la leyenda, en esta antigua iglesia del siglo XI fue donde se casaron Doña Jimena y Rodrigo Díaz de Vivar, "El Cid".
Continuamos nuestro paseo hacia el Museo de Palencia (antiguo museo arqueológico), sin duda uno de los mejores museos provinciales que hemos visitado. Alberga una excelente exposición de piezas celtíberas, romanas y medievales, a las que prestamos toda nuestra atención. Encontramos aquí varios frisos y ajuares visigóticos traídos desde la celebérrima iglesia de San Juan de Baños, capiteles románicos de la insigne iglesia de San Martín de Frómista, notables sarcófagos góticos...
Antes de abandonar Palencia, hicimos una última visita a uno de los monumentos más curiosos y desconocidos de la ciudad, la iglesia románica de San Juan Bautista. Originalmente ubicada en Villanueva del Río, se trasladó a la capital ante su inminente inundación tras la construcción del Pantano de Aguilar. Y menos mal, porque sin duda es uno de los templos más equilibrados del románico palentino. En la actualidad se ha reconvertido en Punto Románico, y alberga en su interior interesantes audiovisuales y maquetas que nos ayudan a contextualizar este periódico histórico-artístico.
Dejamos atrás Palencia para encaminarnos a Madrid, parando a comer a la altura de Medina de Rioseco, en Valladolid.
En esta localidad se encuentra uno de los embarcaderos del Canal de Castilla, soberbia obra de ingeniería hidráulica del siglo XVIII, construida con finalidad mercantil y de irrigación de los campos. Hoy en día es uno de los muchos atractivos turísticos que ofrece Castilla y León, así que nos embarcamos en un agradable paseo en barco, desde el que disfrutamos del enorme atractivo paisajístico y natural de la zona.
Tras esta relajante experiencia, pusimos rumbo a Madrid. Después de la parada técnica reglamentaria, llegamos antes de la hora prevista.
Ha sido un viaje fantástico, gracias a todos por acompañarnos una vez más ¡Nos vemos pronto!