Crónica del Viaje Guiado de las Órdenes Militares en Ciudad Real. 11/04/15
El sábado día 11 de abril realizamos una nueva visita guiada de ARTEGUIAS, la cual tuvo como destino, bajo el título "Ruta de las Órdenes Militares", la provincia de Ciudad Real.
Desde la madrileña Puerta de Toledo, la expedición partió puntual en dirección sur para, tras las pertinentes explicaciones introductorias históricas y artísticas durante el trayecto, llegar a nuestro primer destino temático, que no era otro que la capital provincial de Ciudad Real, ciudad que pese a su cercanía a Madrid, suele pasar bastante desapercibida en buena parte de rutas turísticas por La Mancha pero que atesora monumentos dignos de ser conocidos.
Frente a la iglesia de Santiago nos esperaba Isabel, guía oficial de la ciudad, que nos explicó pormenorizadamente las diferentes particularidades de este templo; el más antiguo de la capital y en el que, además de su estructura goticista aún con claros resabios románicos, llama la atención al interior su precioso artesonado y el dragón pictórico que adorna la clave de la bóveda absidial.
A continuación tomamos el autobús para, pasando frente a la Puerta de Toledo, dirigirnos al cercano Parque Arqueológico de Alarcos, el cual se alza sobre una estratégica colina junto a la vega del Guadiana en el que, además de su indudable relevancia histórica como escenario de una de las más celebres batallas de la Reconquista, pueden ser apreciados diversos restos que van desde época ibérica hasta los siglos bajomedievales.
Así, en compañía de nuestra guía Isabel, iniciamos el recorrido por el yacimiento bordeando la muralla y disfrutando de las maravillosas vistas que desde allí se contemplan, las cuales, además, nos sirvieron para conocer y entender mejor los diferentes detalles estratégicos que condicionaron la famosa batalla de Alarcos.
A continuación, tras ascender hasta el mismo corazón de la fortificación y explicar las diferentes estructuras que han ido saliendo a la luz, descendimos por el lado opuesto del cinturón fortificado hasta la encantadora ermita de Nuestra Señora de Alarcos, construcción también a caballo entre el románico y el gótico y de gran tradición romera para las gentes de Ciudad Real.
Desde el yacimiento de Alarcos regresamos a Ciudad Real para comer y reponer fuerzas en un céntrico restaurante de la capital antes de iniciar la apasionante jornada de tarde que nos esperaba.
La primera de las visitas vespertinas tuvo como escenario las ruinas de la antigua ciudad musulmana de Calatrava la Vieja, situadas en Carrión de Calatrava y entre cuyos muros fue fundada, tras una testimonial presencia templaria, la influyente Orden de Calatrava.
Junto con Rosa Villalón, guía oficial del yacimiento, recorrimos los diferentes espacios del asentamiento, centrándonos principalmente en la restaurada iglesia templaria, desde cuyas terrazas superiores puede contemplarse un panorama general de la fortificación, y en cuyo interior ha sido instalada una gran maqueta de la vieja urbe que permitió a los asistentes comprenderla a la perfección.
Por último, como plato fuerte de una ambiciosa jornada, nos dirigimos hacia el sur rumbo a las primeras estribaciones de Sierra Morena con el fin de visitar el espectacular Sacro Convento y Castillo de Calatrava la Nueva, sin duda, uno de los iconos monumentales no solo de Ciudad Real, sino de toda La Mancha.
A través de su vertiginoso vial de acceso nos aproximamos con el autobús hasta prácticamente su misma puerta de entrada, adentrándonos y recorriendo a continuación los distintos equipamientos en que se estructura el monumental complejo religioso-militar.
Nos detuvimos con especial interés en la iglesia del castillo, espectacular y casi inesperada construcción también de transición entre el románico y el gótico, frente a cuya portada y con su elegante rosetón como telón de fondo, aprovechamos para hacer nuestra tradicional foto de familia.
Desde la iglesia, tras visitar lo que queda de su primitivo claustro, accedimos a la zona militar del recinto, culminando el recorrido en la torre del homenaje, desde la que pudimos disfrutar de amplísimas panorámicas a la par que comprender la razón estratégica de ser de la fortificación.
Finalizada la visita y justo cuando subimos al autobús para emprender camino de retorno hacia Madrid, rompió a llover torrencialmente casi como si hubiera estado esperando a hacerlo a que finalizásemos nuestra visita con el fin de no importunarnos.
Así, camino de regreso y tras una breve parada técnica para reponer fuerzas en un área de servicio a la altura de Puerto Lápice, regresamos a Madrid despidiéndonos hasta una próxima ocasión.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía.