Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Los mejores conjuntos monumentales de Álava, 18 y 19 de febrero de 2023
Durante el fin de semana del 18 y 19 de febrero tuvo lugar la II Edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS "Ruta por los Mejores Conjuntos Monumentales de Álava", un itinerario que ya realizamos en 2016 y que, al igual que entonces, generó una gran expectación completándose las plazas disponibles.
Como estaba anunciado y con la habitual puntualidad que caracteriza y que agradecemos a nuestros viajeros, el autocar partió de la Plaza de Castilla para, remontando la autovía A-1 y tras la parada reglamentaria a la altura de Lerma, llegar a la población de Labastida, el primero de los conjuntos históricos de nuestra ruta.
En el corazón de La Rioja Alavesa, desembarcamos en el centro de la localidad para, en compañía de nuestro guía local, ascender en dirección a su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, no sin antes detenernos en los interesantísimos palacios renacentistas que jalonan sus pintorescas calles, herederas de los tiempos más prósperos de una villa que tuvo notable importancia tanto estratégica como comercial.
Tras comentar la monumental iglesia parroquial, rica en bienes muebles y de un porte grandioso, ascendimos a la parte más alta de la villa, núcleo germinal de la misma en tiempos del medievo para visitar la hoy ermita del Santo Cristo, construcción tardorrománica y gótica desde la que se admiran impresionantes vistas y que, tras su acertada restauración, luce impecable.
Desde la ermita y siempre a través de sus bonitas callejas desde las que incluso se aprecian evidentes vestigios de su muralla medieval, descendimos al ensanche moderno para disfrutar de una agradable comida en un mesón de la propia localidad.
La jornada sabatina de tarde la dedicamos íntegramente a la capital alavesa: Vitoria Gasteiz, donde tras desembarcar, nos dirigimos a su principal reclamo monumental: La Catedral de Santa María, un edificio que por sus problemas de estabilidad ha estado mucho tiempo cerrado y que ahora puede visitarse de nuevo.
Una visita además que no se realiza de cualquier manera, sino que acorde a un vanguardista plan expositivo, se plantea de una manera de lo más interesante, pudiendo visitarse desde su cimentación, las obras en ella realizada para solventar su riesgo de colapso, las naves en las que son bien evidentes las huellas de esa instabilidad, y quizás lo más atractivo: la opción de ascender a su triforio y contemplar desde él panorámicas nada habituales de una gran iglesia gótica.
Continuamos la visita ascendiendo también a su campanario ya renacentista y desde el que pudimos entender a las mil maravillas la fisionomía urbana de la ciudad, para rematar la visita en sus soberbias portadas góticas.
A la salida de la catedral continuamos nuestra ruta por el casco urbano vitoriano, especialmente animado al coincidir con las fiestas de carnaval, y nos dirigimos a la iglesia gótica de San Pedro, un templo que, como otros de la ciudad, se caracterizan por su hermetismo y por quedar fuera de cualquier ruta turística, de manera que resultan muy difíciles de visitar fuera de sus horarios de culto.
Tras acceder y comentar su interior, continuamos rumbo sur a través del casco urbano para llegar a la animada plaza de la Virgen Blanca, presidida por la también gótica iglesia de San Miguel, en la que pudimos recrearnos con su magnífica portada y con la réplica exacta de la famosa imagen de la patrona de la ciudad.
Desde San Miguel y casi sorteando festivas comparsas y charangas de carnaval, proseguimos nuestra ruta urbana, explicando algunos de sus palacios así como los restos de su muralla medieval y, una vez finalizado el circuito, nos dirigimos al autobús para acomodarnos en nuestro hotel, cenar y descansar.
La jornada de domingo, soleada y de lo más luminosa, la iniciamos visitando otro de los puntos fuertes de la ruta como es la Villa de Laguardia, una de las poblaciones más hermosas no solo de Álava, sino de todo el País Vasco.
En Laguardia, tras descender del autobús, accedimos al burgo medieval a través de la puerta de la muralla conocida como "Puerta de Carnicerías", disponiendo de un rato de libre disposición para adquirir quien así lo deseó alguno de sus afamados vinos e incluso degustar algún "pintxo" de los que adornan las espectaculares barras de sus bares y cafeterías.
A continuación iniciamos nuestra ruta monumental visitando el santo y seña patrimonial de Laguardia como es su iglesia de Santa María de los Reyes con su primoroso pórtico gótico, sobre el cual, antes de la explicación, nos fue proyectado un vistoso audiovisual.
Tras visitar el resto de la iglesia, accedimos a la contigua Torre Abacial, una estructura de finales del siglo XII o principios del XIII de carácter defensiva pero ligada a la iglesia que, desde su punto más alto, permite contemplar amplísimas panorámicas a los cuatro puntos cardinales: el mar de viñas, la llamada Sierra de Cantabria, el propio casco urbano, Logroño e incluso en lontananza, las nevadas cumbres de la Sierra de la Demanda.
Tras la Torre Abacial, continuamos recorriendo el monumental y blasonado casco urbano en dirección sur para, en el extremo opuesto, llegar a la iglesia de San Juan Bautista, otra construcción injustamente olvidada y al margen de rutas turísticas en la que tuvimos ocasión de mostrar y comentar sus interesantes restos románicos.
Desde Laguardia, ya a la hora de comer, emprendimos rumbo norte hasta llegar al último de los conjuntos monumentales de la ruta: Salvatierra/Agurain, donde teníamos también el restaurante.
Por la tarde tuvimos de nuevo ocasión de recorrer sus principales atractivos monumentales, y por supuesto, de camino entre uno y otro, presentar los diferentes palacios renacentistas que embellecen estas antiguas villas vascas de abolengo.
En Salvatierra visitamos lo que queda de la antigua iglesia románica de San Martín, a día de hoy conservada e integrada de la manera más curiosa e incluso arquitectónicamente ingeniosa en el Ayuntamiento.
Desde allí, recorriendo sus soportales, allí llamados "olbeas", accedimos a la iglesia de San Juan, gótica y de lo más monumental.
Como más que digno epílogo a nuestro fin de semana alavés, remontamos la Calle Mayor de Salvatierra hacia el norte para desembocar frente a la no menos espectacular iglesia de Santa María, de tipo fortaleza y en la que, ineludiblemente, todos los ojos y los objetivos de nuestras cámaras fotográficas se concentraron en el espectacular coro alto, el mejor sin duda de todo el País Vasco.
Así, nos despedimos de tierras alavesas para emprender nuestro camino de regreso a Madrid y llegar a nuestro destino. Muchas gracias a todos por vuestra compañía.