Crónica e imágenes del Viaje Guiado: los mejores conjuntos monumentales de Álava, 19 y 20/03/16
Durante el fin de semana del 19 y 20 de marzo de 2016 realizamos desde ARTEGUIAS un nuevo viaje guiado que, en esta ocasión, nos llevó a tierras alavesas con el fin de conocer cuatro de sus conjuntos histórico-artísticos más señeros.
Se trataba de nuestra segunda visita a la provincia de Álava ya que, hace dos años, recorrimos estas mismas tierras fijando nuestro interés en el encantador y aún poco conocido románico rural alavés. Para esta ocasión, sin embargo, el itinerario temático se centró en conocer cuatro de sus villas más monumentales como son Labastida, Laguardia, Salvatierra y, por supuesto, la propia capital vitoriana.
Como estaba previsto, el autobús partió de la Plaza de Castilla de Madrid para tomar la autovía A-1 y, tras la pertinente parada técnica a la altura de Lerma, llegar a nuestra primera etapa del viaje, que tendría como escenario, en plena Rioja Alavesa, la villa de Labastida.
Además de una lluvia bastante persistente que
en ningún caso minó los ánimos de los asistentes,
en Labastida nos recibió Gentzane, guía oficial de
la localidad que nos acompañó aportándonos
sus conocimientos y explicaciones durante toda nuestra visita.
Iniciamos el recorrido por la villa por su parte más elevada
donde, dominando amplísimas panorámicas, se emplaza
la ermita del Santo Cristo, un edificio de origen tardorrománico
y auténtico germen del primitivo emplazamiento eminentemente
defensivo y encumbrado de la villa.
A continuación, descendimos hacia su preciosa plaza mayor para ingresar en la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, monumental construcción del siglo XVI que atesora en su interior varias joyas que justifican su visita como el retablo mayor, pinturas murales, el órgano y una sensacional sillería de coro.
Por una de las calles principales del centro de Labastida jalonada de palacios y viviendas señoriales descendimos hacia el ensanche moderno de la población para disfrutar de una reconstituyente comida a base de productos de la tierra en un mesón de gran tipismo.
La jornada sabatina de tarde la dedicamos íntegramente a la capital vitoriana, iniciando nuestro recorrido por su Catedral Vieja de Santa María; interesantísimo edificio gótico a cuyo valor intrínseco se le añade el peculiar detalle de que, debido a las labores de consolidación que en ella vienen acometiéndose desde años atrás, la visita guiada se realiza con el reglamentario casco de obra ya que, todo el recorrido tiene como escenario diversos espacios aún en restauración.
Finalizado el recorrido por la Catedral y explicado
de manera pormenorizada su riquísimo pórtico sur,
se unió a nosotros la guía oficial Leire Berroeta,
con quien continuamos la visita a través de las diferentes
callejas del primitivo núcleo medieval gasteiztarra prestando
especial atención a otros dos templos góticos sobresalientes
como son San Pedro y San Miguel Arcángel.
Tras media hora de tiempo libre para compras y reponer fuerzas en
torno a la bulliciosa plaza de la Virgen Blanca, nos dirigimos a
nuestro céntrico hotel pasando antes frente a la espectacular
fachada neogótica de la Catedral Nueva.
La mañana del domingo fue dedicada en su integridad
a la villa de Laguardia, población de clara vocación
vitivinícola además de un marcado carácter
monumental que hacen de ella, además de un destino turístico
de primer orden, un auténtico museo al aire libre.
Llegados a Laguardia bajamos del autobús junto a una de las
puertas de su muralla medieval, recibiéndonos allí
nuestro guía Javier Ruiz, quien nos acompañó
durante todo nuestro recorrido por la localidad aportándonos
además de sus amplios conocimientos, grandes dosis de simpatía
y de anécdotas.
Visitamos en primer lugar el que estaba llamado a ser uno de los platos fuertes del fin de semana, como es la espectacular portada gótica de la iglesia de Santa María de los Reyes, cuya explicación se realiza a través de una tan didáctica como atractiva proyección audiovisual.
A la salida de Santa María de los Reyes ascendimos a la llamada Torre Abacial, obra de transición entre el románico y el gótico y que, aún hoy, es la construcción más alta de la población, disfrutándose desde ella amplísimas vistas que abarcan buena parte de la ribera del río Ebro, Sierra Cantabria e incluso, en días despejados, llegan a apreciarse tierras más alejadas como Navarra y Burgos.
A mediodía y justo a tiempo para presenciar su pintoresco reloj-carrillón figurado dando las doce, desembocamos en la Plaza Mayor de la villa para, desde ella, acceder a la iglesia de San Juan: templo fortificado situado al sur del recinto amurallado que conserva de su primitiva obra medieval una interesante fachada románica compuesta por una portada escultórica y dos rosetones.
Finalizada la visita a Laguardia con un pequeño aperitivo regado con caldos de la tierra, nos recogió el autobús para conducirnos a la villa de Salvatierra-Agurain, último de los conjuntos monumentales alaveses a visitar durante el fin de semana.
Tras la comida en un céntrico restaurante de Salvatierra, nos citamos en la plaza de San Juan con Sandra, responsable de la oficina de turismo municipal que nos guio a través de los distintos atractivos artísticos de la villa.
Comenzamos visitando su ayuntamiento, construcción moderna que, en su interior y tras su reciente restauración, alberga la agradabilísima sorpresa de haber conservado como núcleo central del inmueble la antigua iglesia de San Martín, obra románica y vestigio de mayor antigüedad que conserva la población.
A continuación accedimos a la iglesia fortaleza de San Juan, obra tardogótica adaptada al sistema defensivo de Salvatierra y que conserva en su interior uno de los retablos pictóricos de mayor interés de todo el País Vasco.
Desde San Juan y a través de la calle Carnicerías, llegamos al extremo opuesto del núcleo urbano para visitar la también gótica y también fortificada iglesia de Santa María, teniendo además la oportunidad de ascender y recorrer sus paseos de ronda con el fin de entender mejor su carácter defensivo.
Tras despedirnos de Salvatierra, iniciamos nuestro viaje de retorno hacia Madrid, llegando, tras las dos paradas reglamentarias, dentro del horario previsto. Muchas gracias a todos por vuestra estupenda compañía y hasta una próxima ocasión.