Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Esplendor Medieval en Palencia. 7 y 8 de mayo de 2022
Durante el fin de semana del sábado 7 y domingo 8 de mayo tuvo lugar la segunda edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS titulada "Ruta por el Esplendor Medieval Palentino", la cual nos llevó a recorrer algunos de los monumentos medievales de mayor relevancia histórica y artística de la provincia de Palencia, más concretamente por la zona de influencia del Camino de Santiago y Tierra de Campos.
Con una climatología verdaderamente primaveral, partimos de la Plaza de Cristo Rey para, tras una parada técnica reglamentaria a la altura de Medina del Campo, adentrarnos en tierras palentinas y desembarcar en el primero de nuestros destinos: la localidad de Amusco.
En Amusco nos detuvimos en primer lugar en su iglesia parroquial de San Pedro, una enorme construcción clasicista conocida popularmente como "El Pajarón de Campos" que fue levantada sobre una construcción románica anterior, de la cual, sobrevivieron dos interesantes portadas, una de ellas, la meridional, con un posible mensario agrícola esculpido.
Desde el centro de la localidad nos acercamos ya a las afueras para visitar la hoy ermita de Nuestra Señora de las Fuentes, una preciosa construcción de transición entre el románico y el gótico que, al emplazarse aislada de viviendas y en un entorno campestre, hizo las delicias de todos nuestros viajeros.
Muy cerca de Amusco e incluso con contacto visual dadas sus dimensiones, nos acercamos a la localidad de Támara de Campos, minúsculo pueblito que cuenta con una de las iglesias más impactantes y monumentales de toda Castilla.
Dedicada a San Hipólito el Real, fue una iglesia que causó sensación entre nuestros amigos tanto al interior, donde además se conservan interesantes piezas de arte sacro como el órgano y la pila bautismal, así como al exterior, y es que vista desde la cabecera tiene muy poco que envidiar a las catedrales urbanas.
Desde Támara nos dirigimos a la localidad de Saldaña para comer en un céntrico restaurante, un punto de partida más que propicio para abordar la jornada de tarde, dedicada íntegra a Carrión de los Condes, enclave jacobeo de primer orden y que cuenta con varios monumentos de sobresaliente interés.
En Carrión de los Condes iniciamos nuestro recorrido por el Monasterio de San Zoilo, situado a las afueras de la localidad junto al Camino de Santiago y que hoy ha sido reformado y convertido en un elegante establecimiento hotelero.
Pero San Zoilo, además de por su historia, nos interesaba porque, precisamente durante las obras de acondicionamiento hace casi tres décadas, aparecieron unos interesantísimos restos del románico pleno, especialmente la portada de la iglesia y que cuenta con unos capiteles magníficamente conservados y de alto contenido simbólico que tuvimos ocasión de desgranar.
A continuación, ya en el centro urbano, nos dispusimos a recorrer las dos principales parroquias románicas de Carrión: Santa María del Camino y Santiago, que además durante estas fechas y dado que han sido prorrogadas, contaban en su interior con parte de la Exposición "Ecce Mater Tua" de Las Edades del Hombre.
Así, tras visitar la muestra de arte sacro, no pudo tener la jornada mejor epílogo que recrearnos con la fachada principal de la iglesia de Santiago, una de las obras cumbre del románico europeo.
Desde Carrión, en apenas media hora regresamos a Palencia capital a cenar y descansar en nuestro hotel.
La mañana del domingo, también soleada y radiante, no pudo empezar más fuerte, pues la primera de las visitas aprovechando su laxitud horaria fue la iglesia de San Martín de Frómista.
En San Martín, tras exponer y desmontar los falsos mitos que cuestionan su autenticidad, procedimos a acceder a su interior, donde tras admirar la magnífica maqueta en la que queda plasmado su estado anterior a la restauración, procedimos a comentar uno a uno sus capiteles más significativos.
Posteriormente al exterior, tras comentar ventanales, portadas y canecillos, nos deleitamos con la tan armónica como fotogénica visión de la cabecera, donde aprovechamos para hacernos nuestra tradicional foto de familia.
Desde Frómista y tras una parada técnica para reponer fuerzas, remontamos el Camino de Santiago adelantando con el autobús un considerable reguero de peregrinos hasta llegar a nuestro siguiente destino: Villalcázar de Sirga.
En Villalcázar de Sirga, como en Támara de Campos, lo primero que llamó la atención fueron las gigantescas proporciones de su iglesia de Santa María la Blanca. "Hay más iglesia que pueblo", se comentaba. Y es que es una construcción ciertamente monumental.
En ella, tras comentar sus portadas, ya de estética gótica pero de notoria inercia románica en lo compositivo; accedimos al interior donde la mayoría de focos, además de en su retablo, se concentraron en la capilla funeraria que acoge los maravillosos sepulcros del infante Felipe de Castilla y su segunda esposa.
Para terminar la mañana y aunque en este caso se salía del arco cronológico medieval, no podíamos pasar frente a ella y no visitar la Villa Romana de La Olmeda, donde pudimos recorrer la sensacional colección musivaria que conserva, así como conocer al detalle como fue su proceso de descubrimiento y puesta en valor.
Tras la comida de nuevo en un restaurante de Saldaña, emprendimos ya viaje de regreso, aprovechando como más que gustosa guinda al pastel para visitar la basílica visigótica de San Juan de Baños, una de las construcciones altomedievales más valiosas y mejor conservadas de la Península Ibérica.
En ella, tuvimos oportunidad de conocer también la fuente-manantial que desde época romana confirió de especial valor a este lugar tan cercano a Palencia y al nudo ferroviario de Venta de Baños.
Y desde allí, tras una última parada técnica, regresamos a Madrid dentro de nuestro horario previsto. Muchas gracias por vuestra compañía y hasta pronto.