Crónica e imágenes del Viaje Guiado al Esplendor Medieval Palentino, el 16/06/12
El pasado sábado 16 de junio tuvo lugar el viaje guiado de ARTEGUIAS que, bajo el título "el esplendor del románico palentino", nos llevó al encuentro de una de las zonas más ricas de España en cuanto a la riqueza de su arte románico se refiere.
Se trataba, sin lugar a dudas, de uno de los viajes más esperados por parte de todos, de manera que la distancia no fue en absoluto un impedimento a la hora de encarar el día con muchísimas ganas.
La expedición partió de la madrileña Plaza de Cristo Rey con una exquisita puntualidad que no nos cansaremos de agradecer, siendo aprovechado el viaje de ida, como en otras ocasiones, para contextualizar histórica y artísticamente los territorios y los monumentos a visitar durante la jornada.
Tras la parada de rigor a mitad de camino para desayunar y siempre dentro del horario previsto, llegamos al primero de nuestros destinos: la iglesia visigótica de San Juan de Baños, situada muy cerca de la populosa localidad de Venta de Baños.
La iglesia de San Juan de Baños puede enorgullecerse de ser una de las primeras iglesias cristianas peninsulares conservada íntegra, y en su interior pudimos comprobar perfectamente como en su edificación fueron reaprovechados materiales procedentes de edificios romanos preexistentes, sobre todo, columnas y capiteles.
Junto a la iglesia, visitamos también la llamada Fuente de San Juan, de origen romano y remodelada durante los años de la Monarquía Visigoda y que, según las crónicas, permitió al rey Recesvinto sanar de una afección renal a la vuelta de una de sus campañas contra vascones y cántabros, razón por la cual, mandó erigir el templo.
Desde San Juan de Baños, partimos al encuentro del Camino de Santiago palentino, el cual, iba a ser a partir de ese momento el eje central del viaje guiado.
Durante la aproximadamente media hora que dura el trayecto entre Baños del Cerrato y Frómista, aprovechamos para comentar su joya románica de San Martín, a la vez que para debatir sobre su -tantas veces comentada y no exenta de polémica- restauración.
Llegados a Frómista, nos dirigimos a la mencionada iglesia de San Martín, la cual, no por muchas veces que haya sido vista, deja de llamar la atención y de impresionar. Nada más entrar, pudimos comprobar gracias a una maqueta allí instalada cómo se encontraba antes de la mencionada restauración.
A continuación, la atención de todos los asistentes así como los flashes de las cámaras fotográficas se concentraron en la magnífica colección de capiteles figurados que animan el espacio interior del templo, prestando especial atención al conocidísimo capitel de "La Orestíada", así llamado por estar indudablemente basado en la decoración de un sarcófago romano hallado en la no lejana localidad de Husillos.
Ya en los exteriores, continuamos deleitándonos con su armonía de volúmenes y con la también riquísima colección de canecillos figurados que adornan sus cornisas, aprovechando en última instancia para hacernos, junto a su fachada occidental, nuestra ya tradicional foto de familia.
Tras una agradabilísima comida en el Mesón Villa de Frómista, nos dirigimos a la cercana localidad de Villalcázar de Sirga, también atravesada por la Ruta Jacobea y que cuenta con una espectacular sorpresa en forma de su iglesia parroquial de Santa María la Blanca, un edificio relacionado con la Orden del Temple y que llama la atención a todo visitante por sus dimensiones casi catedralicias.
En ella, además de admirar en el exterior su magnífica portada principal, ya de cronología gótica pero decorada siguiendo un modelo románico basado en la iglesia de Santiago de Carrión que visitaríamos a continuación, el principal interés de los asistentes se concentró en la espectacularidad de sus vertiginosas bóvedas y en los sepulcros reales situados en una capilla lateral de la iglesia.
La última de las localidades visitadas en la jornada fue Carrión de los Condes, apenas distante 10 minutos de Villalcázar. En ella, comenzamos acercándonos a la iglesia de Santiago, en la que, tras admirar su coqueto museo parroquial habilitado en el interior, nos detuvimos en la espectacular fachada principal, en la que pudimos refrendar como, indudablemente, sirvió de modelo a la anteriormente comentada de Villalcázar de Sirga.
A continuación, nos dirigimos a la no lejana iglesia de Santa María, donde también tuvimos la oportunidad de comentar la magnífica iconografía de su portada lateral sur.
Finalmente, emprendimos camino de regreso a Madrid, donde nos despedimos citándonos para una próxima ocasión. Muchas gracias a todos por vuestra asistencia.