Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Arte medieval en León, capital de un gran reino, 9 y 10 de noviembre de 2019
El pasado fin de semana del sábado 9 y domingo 10 de noviembre tuvo lugar la II Edición del Viaje Guiado Arteguías "Ruta por el León Medieval, Capital del un Gran Reino". La primera edición la realizamos en marzo de 2015.
Visitamos los monumentos medievales más importantes tanto de la propia capital leonesa como de algunos de los enclaves de mayor relevancia histórica y artística de su entorno.
Salimos desde la Glorieta de Cristo Rey de Madrid para llegar a nuestro primer destino del fin de semana, que no era otro que la población de Sahagún de Campos. Durante el trayecto tuvimos ocasión de analizar las razones por las que se atribuye a la ciudad sahagunense el origen del arte mudéjar castellanoleonés (también conocido como románico de ladrillo).
De eminente tradición jacobea, Sahagún conserva un legado medieval de lo más interesante que tuvimos ocasión de recorrer empezando por la iglesia de San Tirso, uno de los iconos de la villa y en el que pudimos explicar ese interesantísimo cambio de planes en cuanto a material se refiere en su ábside, comenzado en piedra y, posiblemente por problemas de carencia de buena piedra de cantería, continuado y terminado en ladrillo.
A continuación nos acercamos a las ruinas del monasterio de San Benito, que si bien hoy apenas conserva unos menguados restos entre los que destaca la capilla de San Mancio, fue uno de los cenobios de monjes cluniacenses más importantes de la Península Ibérica.
Antes de comer y dada la cercanía del restaurante, no dejamos pasar tampoco la ocasión de visitar el tercer gran monumento medieval facundino, que no era otro que la iglesia románica mudéjar de San Lorenzo con su enorme campanario.
Tras la comida en Sahagún, nos encaminamos siguiendo el Camino de Santiago hacia la ciudad de León, donde iniciamos ruta por uno de los platos fuertes del fin de semana: La Colegiata de San Isidoro y su Museo anejo, que pese a estar en proceso de reforma, se mantiene abierto y visitable en todo su esplendor.
Lo primero fue visualizar cómo la famosa torre campanario del Gallo se construyó en la misma línea de murallas de origen romano. Luego analizamos la iconografía y el estilo escultórico de las fantásticas portadas románicas del Cordero y del Perdón.
Tras visitar el interior de la basílica con su conjunto de arquerías (algunas polilobuladas), bóvedas, bellos capiteles y otros muchos detalles, nos dirigimos al museo.
Aquí nos centramos en numerosas piezas medievales de relevancia, entre las cuales destaca el famoso cáliz de Doña Urraca, identificado por algunos estudios recientes como el posible Santo Grial. También admiramos las Arquetas de los Marfiles, de San Isidoro y de los Esmaltes, etc.
Pero las principales atenciones se centraron en el Panteón Real, cuyas pinturas murales románicas le han hecho acreedor a ser conocido como "La Capilla Sixtina del Románico Español".
Desde allí, regresamos al autobús para, en pocos , desplazarnos hasta nuestro hotel, donde distribuimos las habitaciones antes de cenar y descansar.
La jornada dominical la iniciamos desplazándonos hasta la otra joya medieval leonesa, que no es otra que la Catedral: La Pulchra Leonina: obra cumbre del gótico español y una de las construcciones más fotografiadas del país.
En la catedral nos detuvimos en su arquitectura, en la magnífica decoración escultórica de sus portadas y, por supuesto, en su casi inigualable interior pleno de ascensionalidad y de color gracias a su colección de vidrieras.
A continuación, tras unos minutos de libre disposición en torno a la catedral, accedimos al claustro de los canónigos donde se albergan las estatuas originales de las portadas occidentales para evitar su deterioro, pero lo que más gustó a a nuestros acompañantes fue la espectacular portada de la Virgen del Dado.
Seguidamente entramos en el Museo Catedralicio, en el que se exponen una buena cantidad de piezas altomedievales de la diócesis leonesa así como de imaginería románica y gótica. Nuestro interés se centró especialmente en la Sala de Piedra, la Sala del Torreón y la Sala Románica.
Abandonamos León a media mañana en dirección a nuestro siguiente destino, que era el Monasterio mozárabe de San Miguel de Escalada, al que llegamos arreciando la lluvia. La persona que había de abrirnos sus puertas, y previamente apalabrada, no pudo llegar por haber quedado incomunicada por una fuerte nevada en su localidad de residencia (Guardo).
Desde San Miguel de Escalada y siempre a la vera del río Esla, disfrutamos de una agradable comida en un cercano complejo hostelero antes de aproximarnos a nuestro último destino del fin de semana: el monasterio cisterciense femenino de Santa María la Real de Gradefes.
En Gradefes admiramos la perfecta arquitectura de la cabecera de la iglesia abacial, especialmente de su interior. A continuación fuimos amablemente atendidos por la hermana Visitación que nos permitió la entrada al claustro y a la sala capitular, además de salir del recinto claustral para poder contemplar el exterior de la cabecera. Aquí aprovechamos a realizar nuestra tradicional foto de grupo.
A continuación, las monjitas de Gradefes nos atendieron en su pequeña tienda-oficina donde compramos exquisitos productos artesanos elaborados por ellas mismas.
Desde Gradefes y tras una breve primera parada técnica, emprendimos nuestro viaje de regreso hacia Madrid para llegar dentro del horario previsto.
Muchas gracias a todos por acompañarnos en este viaje y en los anteriores y esperamos volver a vernos en 2020.