Crónica e imágenes del Viaje Guiado por los monasterios medievales de La Rioja, 26 y 27/04/14
Uno de los viajes guiados de Arteguias más esperados para este año 2014 era el de los "Monasterio medievales de la Rioja" que tuvo lugar el pasado fin de semana, último del mes de abril.
Esta ruta por el noroeste de La Rioja, mucho de sus tramos por el mismísimo Camino de Santiago, aúna monumentos y poblaciones tan importantes como los de San Millán de la Cogolla, Nájera o Santo Domingo de la Calzada, entre otros, con unos paisajes preciosos que en primavera se engalanan de todo un crisol de tonos verdes.
Para poder aprovechar eficazmente el fin de semana, salimos, como siempre hacemos en los viajes de dos días, a las 8 de la mañana del sábado rumbo a Segovia y Burgos por la autovía A-1.
Tras la parada habitual para tomar café y desayunar (en este caso en una conocida área de servicio de Lerma) nos dirigimos al este de la provincia de Burgos por la carretera del Camino de Santiago para visitar uno de los más emblemáticos monumentos jacobeos burgaleses: el Monasterio de San Juan de Ortega, fundación original de este santo que fue discípulo de Santo Domingo de la Calzada.
Ubicado junto a los míticos Montes de Oca y a más de mil metros de altura sobre el nivel del mal, la fina lluvia con que nos recibió el lugar nos obligó a pasar un rato de frío. Por fortuna el resto del viaje en los valles riojanos resultó mucho más templado.
Aunque la arquitectura de San Juan de Ortega es de enorme calidad, el mayor interés entre nuestros compañeros de viaje lo suscitó el famoso capitel corrido del Ciclo de la Natividad que se encuentra en el arco triunfal del ábside del Evangelio. Este relieve se ha hecho célebre por el famoso fenómeno de la luz equinoccial que incide en él simbolizando la encarnación de Cristo por obra del Espíritu Santo.
Una vez en la comunidad riojana nos dirigimos a comer a un restaurante de Cañas para después de terminar hacer una reposada visita a su famoso monasterio cisterciense.
A este cenobio se le conoce como el "monasterio de la luz" como consecuencia de su fina arquitectura gótica repleta de enormes ventanales de alabastro blanco que da al templo una luminosidad inigualable, especialmente en su cabecera.
Pero el Monasterio de Cañas es más que su magnífica iglesia. También cuenta con otras dependencias claustrales bien conservadas como la sala capitular con varios sepulcros de abadesas y la cilla convertida en museo.
La siguiente visita vespertina tuvo como destino la histórica ciudad de Nájera, que llegara a ser capital de un reino durante los siglos X y XI. Se trata de una población que el río Najerilla separa en dos: la ciudad moderna y el casco antiguo, presidido por las célebres cuevas excavadas en las montañas cercanas.
El Monasterio de Santa María la Real de Nájera, además de su dilatada historia. Ofrece al visitante numerosas sorpresas: la cueva donde un rey halló una imagen de la Virgen, un panteón real, incluyendo la románica lauda de Blanca de Navarra, un claustro con tracerías de lo más exótico, etc.
Se hacía la hora de cenar, pero de camino al hotel de Logroño no podíamos dejar de visitar los restos del Hospital de San Juan de acre que se colocaron en el cementerio de Navarrete, con su portada y ventanales repletos de excelentes capiteles románicos.
En el Hotel Catalonia Las Cañas nos esperaba una cena y un descanso reparador para abordar con energía el segundo día de viaje que comenzó con el emblemático enclave de San Millán de la Cogolla.
En este lugar, uno de los más célebres de la espiritualidad cristiana en la Alta Edad Media, visitamos sus dos monasterios Suso y Yuso. La climatología nos regaló una mañana soleada, a juego con los preciosos paisajes de que disfrutamos.
El primero tuvimos que visitarlo en dos turnos mediante un autocar que nos llevó a la falda de la montaña donde se asienta este espectacular complejo visigodo, mozárabe y románico.
Para el segundo nos reagrupamos todos y visitamos la iglesia y otras numerosas estancias, incluyendo el lugar donde se conservan los cantorales y las arquetas románicas de marfil de San Millán y San Felices.
Al mediodía tomamos carretera hasta Santo Domingo de la Calzada -importante población jacobea- donde, tras comer en uno de sus restaurantes, pudimos hacer un completo recorrido por el interior y el exterior de la catedral románica y gótica.
La cabecera que se conserva de finales del siglo XII conserva una importantísima colección de capiteles y relieves entre los que destacan los del Rey David y la Trinidad Paternitas.
Tras media hora para disfrutar de un refrigerio en esta bella ciudad, tomamos el autocar para regresar a Madrid a las 22 horas, como estaba previsto.
Un nuevo viaje apasionante que pudimos disfrutar en espléndida compañía. ¡Nos seguimos viendo en las próximas rutas!