Crónica e imágenes del Viaje Guiado a los Monasterios Zamoranos de leyenda, el 20 y 21/08/16
Durante el fin de semana del 20 y 21 de agosto tuvo lugar la segunda edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS titulado "Monasterios Zamoranos de Leyenda", una segunda edición que presentaba la novedad respecto a la primera de que se ampliaba el viaje a dos jornadas al incluirse en la ruta la visita a los principales monumentos de las comarca de Benavente, Tábara y Sanabria.
Como estaba previsto, el autobús salió de Madrid para, tras realizar a mitad de camino una primera parada técnica, llegar a mediodía al primero de los atractivos culturales de la jornada, que no era otro que la iglesia parroquial de Santa Marta de Tera.
Este precioso templo, de orígenes antiquísimos, nos hizo recrearnos tanto en su escultura interior donde sobresale uno de los capiteles protagonistas dos veces al año del llamado "milagro de la luz".
Al exterior, donde además de sus ventanales cabeceros, llama la atención en su fachada norte la presencia de una de las representaciones de Santiago Peregrino más icónicas del románico español.
A continuación visitamos la localidad de Mombuey, cuya reformada iglesia parroquial conserva a sus pies una de las torres campanario más singulares del románico hispano, de ciertas influencias francesas y cuya construcción está rodeada de un evocador halo de leyenda.
Desde Mombuey nos adentramos ya en tierras sanabresas para dirigirnos a la localidad de San Martín de Castañeda, emplazada junto a la orilla norte del celebérrimo Lago de Sanabria y en uno de cuyos restaurantes disfrutamos de una agradable comida.
Sin movernos de la propia localidad, nos acercamos a su monasterio homónimo, una construcción que si bien no se vinculó al Cister hasta pasados unos años tras su construcción, su arquitectura sí presenta una serie de características propias que nos sirvieron para adentrarnos en los preceptos arquitectónicos de la orden.
Anejo al propio cenobio y aprovechando lo poco que queda de sus viejas dependencias monacales, se sitúa la llamada "Casa del Parque"; pequeño espacio musealizado en el que se exponen varios elementos de la fauna, flora, geología y etnografía de la comarca sanabresa que aprovechamos para recorrer someramente.
Desde San Martín en dirección a la capital comarcal, dado que el horario lo permitió, improvisamos una pequeña incursión a la orilla del Lago de Sanabria, abarrotado de bañistas durante la calurosa jornada y que incluso algunos de nuestros compañeros de viaje tuvieron la valentía de meter el pie para probar la temperatura de sus aguas.
El resto de la jornada de tarde lo dedicamos íntegro a recorrer la pintoresca localidad de Puebla de Sanabria, una de las más bellas de la provincia de Zamora.
Tras dejarnos el autobús al pie de su casco urbano monumental, ascendimos por sus empinadas y sugestivas calles hasta alcanzar el núcleo medieval de la villa, donde comentamos brevemente el edificio consistorial y su iglesia parroquial de Nuestra Señora del Azogue, de cuya primitiva fábrica románica han subsistido dos interesantes portadas.
Junto a la propia parroquia y conformando un precioso binomio monumental se yergue el castillo-palacio de los Condes de Benavente, cuyo patio de armas, lienzos defensivos y torre del homenaje tuvimos la oportunidad de recorrer junto a su guía oficial José Luis, que nos explicó con detalle los muchos avatares históricos que tuvieron como escenario esta fortaleza.
A continuación, tras unos minutos de libre disposición para tomar un refrigerio, dar un paseo por las calles de la localidad o comprar sus productos típicos quién así lo deseó, regresamos al hotel para cenar y descansar de cara a la jornada siguiente.
Con el frescor mañanero propio de los montañosos territorios sanabreses, iniciamos la jornada dominical dirigiéndonos en dirección este hacia el que estaba llamado a ser uno de los monumentos capitales del viaje: las ruinas del Monasterio de Santa María de Moreruela.
Pese a su estado de ruina consolidada, el de Moreruela es uno de esos cenobios del Cister que mejor nos permiten comprender los preceptos constructivos de dicha orden, para lo cual, iniciamos la visita por el interior de la iglesia, continuando después por las dependencias claustrales aún conservadas como la sala capitular, el locutorio o la sala de monjes.
Por último, salimos al exterior para, desde su costado oriental, recrearnos con la maravillosa y fotogénica estampa de su cabecera, aprovechando también para, entre todos los asistentes, tratar de localizar la inscripción que nos permite datar el conjunto.
Desde Moreruela retrocedimos unos pocos kilómetros para llegar a la localidad de Tábara, donde tras un reconfortante aperitivo en uno de los bares de su plaza mayor, visitar su iglesia de Santa María; un templo más que probable heredero de uno de los monasterios que han pasado a la historia por su fecundo scriptorium de copia de manuscritos, en cuyo interior además se exponen varios paneles y réplicas del famoso "Beato de Tábara".
A continuación, pusimos rumbo a la ciudad de Benavente para, tras comer en un restaurante de la Avenida del Ferial, dirigirnos al centro urbano con el fin de visitar sus dos interesantes iglesias románicas.
En primer lugar accedimos a la iglesia de San Juan del Mercado, donde como compensación al andamio que cubría durante esas fechas su portada principal, tuvimos el privilegio de acceder al llamado "patio de los ábsides", un espacio al norte del templo normalmente cerrado y desde el que se aprecia inmejorablemente la monumentalidad de la cabecera.
A escasa distancia de San Juan, llegamos a la plaza donde se yergue majestuosa la iglesia de Santa María del Azogue, templo de dimensiones catedralicias, único en España que cuenta con cinco ábsides paralelos y que, además, presume de albergar dos interesantísimas portadas escultóricas.
Tras la visita y unos minutos de tiempo libre, regresamos al autobús para emprender camino de vuelta hacia Madrid, donde llegamos dentro del horario establecido. Muchas gracias a todos los asistentes por vuestra compañía.