Crónica e imágenes del Viaje Guiado: Ruta de las Órdenes Militares en el Maestrazgo de Castellón, 6, 7 y 8/04/18
Durante el pasado fin de semana del viernes, 6, sábado 7 y domingo 8 de abril tuvo lugar la segunda edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS "Ruta de las Órdenes Militares en el Maestrazgo de Castellón", un viaje planteado como repetición del realizado el mes de marzo dado el enorme interés suscitado y con el fin de que ninguna persona interesada pudiera quedarse sin plaza.
Tal y como estaba previsto, el viernes el autobús salió de la madrileña Plaza del Conde de Casal a las 8:00 en punto de la mañana para, tras una parada técnica a mitad de camino y las pertinentes explicaciones introductorias durante el trayecto, llegar a nuestra primera parada temática, que no era otra que la población de Buñol, situada cerca de Valencia y que nos permitía aligerar algo el largo trayecto de ida.
En Buñol, de la mano de su guía oficial Pepe Medard, visitamos el recinto del castillo; una fortaleza muy desconocida para el turismo convencional pero que conserva entre sus encantos el hecho de conservar aún varias de las viviendas adheridas a sus lienzos murales.
Tras visitar sus diferentes espacios musealizados y ascender a sus torres, regresamos hacia el autobús por las calles que han hecho internacionalmente célebre a esta población valenciana gracias a la famosa "tomatina" de Buñol.
Llegados a Onda y tras la comida, iniciamos acompañados de su guía oficial Amir un paseo por los lugares más interesantes de la vieja población medieval como son la Iglesia de la Sang, la Plaza del Almudí, la iglesia parroquial y el antiguo trazado de la muralla medieval.
Tras ello, y a través de estrechas callejas de claro sabor árabe, accedimos al castillo, donde visitamos su zona musealizada en primer lugar, y la zona arqueológica que corona el cierro sobre el que se asienta y desde el que se aprecian magníficas vistas de toda la Comarca de La Plana de Castellón.
Desde Onda, de vuelta al autobús, emprendimos camino hacia nuestro hotel en la playa de Peñíscola para, una vez asignar las habitaciones, cenar y descansar de cara a la jornada de sábado.
El sábado día 7 madrugamos con la idea de aprovechar lo más posible el día, adentrándonos de inmediato por el corazón del Maestrazgo hasta llegar a una de las puntos más esperados del fin de semana, la población de Morella, que nos recibió sumida en una intensa niebla.
En Morella, en compañía de su guía oficial Ramiro, recorrimos sus calles visitando el Ayuntamiento, la judería, la llamada Plaza Mayor o la basílica arciprestal de Santa María, una de las construcciones del gótico mediterráneo más importantes y mejor conservadas de la Comunidad Valenciana, con su maravilloso coro al interior y sus dos portadas abiertas al costado sur.
Desde ella, accedimos a las ruinas del convento de San Francisco para admirar los restos del claustro, la sala capitular con sus singularísimas pinturas murales que ilustran la danza de la muerte, y por supuesto su iglesia gótica, punto de partida para acceder al cerro en el que se acomodan los restos del castillo y al que accedieron los más valientes.
Finalizada la visita a Morella con unos minutos de tiempo de libre disposición para hacer acopio de productos típicos y recuerdos, regresamos al autobús para dirigirnos a los confines del Maestrazgo castellonense y comer en la hospedería del Santuario de La Balma.
Tras la comida, de la mano de su amable santero ermitaño, tuvimos la ocasión de visitar tan singular monumento, literalmente colgado sobre el peñasco rocoso y con una dilatadísima historia devocional que tuvimos la ocasión de conocer de primera mano.
Desde La Balma, descendimos hacia el sector menos montañoso del Maestrazgo al encuentro de la última sorpresa de la jornada, la población de Sant Mateu, histórica capital del Maestrazgo que ha sabido conservar buena parte de su patrimonio histórico y monumental.
En compañía de Javi, guía de la Oficina de Turismo local, recorrimos los principales monumentos, empezando por el principal; la iglesia arciprestal con su portada románica (una de las escasas conservadas en la Comunidad Valenciana) y su suntuoso interior gótico.
Desde ahí, recorrimos su Plaza Mayor, el Ayuntamiento, el Palacio Barrul, el horno comunal, la muralla, los lavaderos públicos y la iglesia de San Pedro, otro buen ejemplo de esa arquitectura llamada de reconquista a caballo entre el románico y el gótico.
La mañana del domingo amaneció mucho más benévola en lo climatológico, tomando el autobús con el fin de dirigirnos al pie mismo del centro histórico de Peñíscola, al que accedimos a través de sus pintorescas callejas.
Ya en el castillo de Peñíscola, tuvimos la ocasión de introducir históricamente a través de paneles habilitados en la zona de caballerizas el origen y el devenir de la orden templaria para, posteriormente, acceder al patio de armas del castillo y visitar sus diferentes estancias como el Salón Gótico, la iglesia románica o el Salón del Cónclave.
Finalizada la visita, quien así lo deseó accedió a sus torres más elevadas del castillo para disfrutar de las vistas antes de descender a través del muy cinematrográfico Portal Fosc a la zona baja de la localidad para degustar de un menú típicamente valenciano a base de mejillones y paella.
Ya de camino de regreso hacia Madrid y con la idea de que el trayecto no se hiciese demasiado largo, planteamos una de las paradas técnicas en la ciudad de Requena, la cual, conserva buena parte de su primitivo trazado urbano muy desconocido para el gran público y en el que destacan las suntuosas portadas góticas de las iglesias de Santa María y del Salvador.
Posteriormente, tras una parada reglamentaria
más durante el viaje, llegamos a nuestro destino en Madrid
dentro del horario previsto, despidiéndonos hasta una próxima
ocasión.
Muchas gracias a todos los asistentes por vuestra compañía.