Crónica e imágenes del Viaje Guiado por el espectacular y desconocido románico alavés, 04 y 05/10/14
El fin de semana del sábado 4 y domingo 5 de octubre de 2014 tuvo lugar el Viaje Guiado ARTEGUIAS titulado "El espectacular y desconocido Románico Alavés", en el cual, tuvimos la oportunidad de visitar varios de los monumentos románicos más señeros en torno a la ciudad de Vitoria incluyendo San Vicentejo de Treviño en el bugalés Condado de Treviño
La expedición partió puntualmente desde la Plaza de Castilla de Madrid para, tras la parada técnica de rigor de Lerma y las consabidas explicaciones previas durante el trayecto, llegar a nuestra primera parada temática de la ruta, que no era otra que la localidad de Tuesta y su iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Allí nos esperaba Estíbaliz, guía oficial de la Oficina de Turismo de Valdegovía, quien nos explicó cada uno de los detalles del templo, centrándose la atención de todos los asistentes tanto en su soberbia portada escultórica, como en el ábside, de enorme personalidad tanto al exterior como al interior.
Desde Tuesta y a través de los preciosos paisajes de la Cuadrilla de Añana, atravesamos la ciudad de Vitoria para llegar al Santuario de Nuestra Señora de Estíbaliz, monumento fundamental tanto en lo artístico como en lo devocional al estar dedicado a la patrona de Álava.
En el santuario tuvimos la oportunidad de deleitarnos con su delicadísima portada sur, denominada "Porta Speciossa"; así como los capiteles de su interior, cuya perfección formal los ponen sin lugar a duda entre los más interesantes del románico peninsular.
Desde Estíbaliz nos aproximamos a la villa de Alegría-Dulantzi, donde tras comer en un céntrico mesón de la localidad, nos encaminamos hacia la cercana ermita de Nuestra Señora de Aiala, antaño parroquia de un despoblado desaparecido y que hoy se presenta ante el visitante majestuosa y solitaria en un entorno de gran belleza paisajística.
Frente a ella pudimos admirar además de la llamativa robustez constructiva de su ábside y su interesante colección de canecillos, la particular galería porticada a base de arcos apuntados que se abre en su costado sur, una estructura mucho más común en territorios más sureños y que su presencia en este templo ha dado lugar a distintas especulaciones.
Desde Alegría-Dulantzi y como dignísimo colofón a la jornada de tarde, nos aproximamos de nuevo a Vitoria para admirar el que sin duda estaba llamado a ser uno de los platos fuertes del viaje. Nos referimos al Santuario de San Prudencio de Armentia, como el visitado por la mañana de Estíbaliz, de gran importancia devocional para los alaveses y auténticamente capital para cualquier amante del románico.
Frente al santuario, situado a las afueras de Vitoria aunque prácticamente absorbido por su expansión urbana, iniciamos la visita por su cabecera, pasando a continuación a admirar la interesantísima colección de canecillos dispuestos a lo largo de su fachada sur.
Tras ello, nos adentramos en su pórtico dieciochesco, en cuyo interior se conservan, como herederos de la primitiva obra románica, varios relieves de capital importancia y cuyo mensaje iconográfico tratamos de descifrar detenidamente antes de acceder a su no menos interesante espacio interior, donde sus capiteles y las figuras de los evangelistas ubicados en los cuatro ángulos del crucero hicieron las delicias de todos los presentes.
Desde Armentia y ya oscureciendo nos dirigimos al hotel, situado muy cerca de la basílica y en pleno centro de la capital alavesa.
La mañana del domingo la dedicamos en su totalidad a conocer los tres principales monumentos románicos de la Cuadrilla de Salvatierra, en plena Llanada Alavesa y siempre en el entorno de la ciudad de Vitoria.
Así, la primera de las iglesias que visitamos fue la de la Natividad de Nuestra Señora de Añua, donde nos citamos con Beatriz Arriarán, guía oficial de la Oficina de Turismo de Salvatierra que nos acompañaría durante toda la jornada de mañana.
Situada frente a un rústico puente que realzaba aún más si cabe su fotogenia, la iglesia de Añua llamó la atención principalmente por su elegantísima cabecera tardorrománica, cuajada de capiteles y canecillos figurados cuyos significados tratamos de descifrar entre todos.
Desde Añua nos encaminamos rumbo este hacia la pequeña localidad de Alaiza, cuya iglesia parroquial de la Asunción, pese a pasar desapercibida por su sencillez exterior, oculta en su espacio interno uno de los conjuntos de pintura mural más interesantes del románico español.
Se trata de un repertorio pictórico totalmente excepcional tanto por su ejecución como por su temática, de manera que, frente a ellas y con las atinadas explicaciones de nuestra guía Beatriz, tratamos de poner en común las distintas teorías que se han planteado sobre su datación, sus motivaciones, la naturaleza de las escenas representadas, etcétera.
A apenas tres kilómetros nos acercamos a la localidad de Gaceo, donde se conserva una de las iglesias románicas más conocidas de la comarca y que igualmente alberga en su interior un ciclo pictórico a caballo entre el románico y el gótico también de gran interés aunque, en este caso, mucho más canónico en lo iconográfico y lo formal respecto a su vecino Alaiza.
Desde Gaceo regresamos hacia Alegría-Dulantzi para comer y, desde allí, ya de camino hacia Madrid, realizar la última de las visitas del itinerario, concretamente la ermita de la Purísima Concepción de San Vicentejo, situada dentro del histórico enclave burgalés de Treviño aunque geográficamente a apenas 15 kilómetros de Vitoria.
En San Vicentejo nos esperaba Ricardo Garay Osma, guía oficial y experto conocedor del Condado de Treviño, quien tras contextualizarnos históricamente el territorio, nos hizo una pormenorizada visita de la ermita, cuya ya de por sí personal fotogenia, se vio acrecentada por la preciosa luz del atardecer.
Desde Treviño y tras la parada técnica preceptiva, llegamos a Madrid dentro del horario previsto, despidiéndonos todos hasta el próximo viaje guiado. Muchas gracias a todos los asistentes.