Crónica e imágenes del Viaje Guiado por los monasterios medievales de La Rioja
El pasado fin de semana del 14 y 15 de junio tuvo lugar una nueva visita guiada organizada por ARTEGUIAS que, en esta ocasión, nos llevó al encuentro de varios de los más señeros monumentos románicos del norte palentino.
La expedición partió puntualmente de la Plaza de Castilla de Madrid para, tras las oportunas explicaciones introductorias y una parada técnica a la altura de Lerma, llegar justo a mediodía a nuestro primer destino temático, que no era otro que Rebolledo de la Torre.
La pequeñísima localidad de Rebolledo de la Torre, pese a estar administrativamente adscrita a la provincia burgalesa, se sitúa a escasos 5 kilómetros de territorio palentino, teniendo además por él su comunicación natural. Por esa razón, además de por sus analogías estilísticas con templos que visitaríamos durante el fin de semana, fue incluida en nuestra ruta.
Cuenta Rebolledo de la Torre como principal aliciente artístico con una de las galerías porticadas más septentrionales del románico castellano, siendo llamativa tanto por su riqueza escultórica como por su aislamiento respecto a territorios donde estas estructuras son mucho más frecuentes (Soria, Segovia, Guadalajara, etcétera).
Así, después de visitar brevemente su remodelado interior, nos recreamos deteniéndonos largo y tendido comentando la variadísima iconografía de los capiteles y canecillos figurados del pórtico, obra del influyente maestro Juan de Piasca.
Desde Rebolledo de la Torre, adentrándonos en la comarca palentina de la Ojeda, nos acercamos a la población de Zorita del Páramo, cuya iglesia parroquial de San Lorenzo, pese a su carácter rural y parroquial, sorprendió a todos los asistentes tanto por su estructura como por sus dimensiones casi más propias de construcciones monásticas.
A continuación, tras la comida en la populosa capital comarcal Herrera de Pisuerga, iniciamos la jornada de tarde visitando uno de los platos fuertes del fin de semana: la iglesia de San Juan de Moarves de Ojeda.
Cuenta esta pequeña iglesia parroquial en su costado sur con una de las fachadas románicas más interesantes del románico español. Ante ella y tras visitar el interior, tuvimos la ocasión de identificar cada una de las figuras que componen el apostolado del friso escultórico, así como de comentar los capiteles figurados que adornan su portada.
Apenas cinco kilómetros más adelante desembarcamos frente al antiguo monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos, convertido hoy en una elegante instalación hostelera donde, gracias a la hospitalidad de su familia propietaria, pudimos visitar su cuidadísima iglesia, único resto subsistente del antiguo complejo monástico.
La iglesia de Santa Eufemia de Cozuelos hizo las delicias de los asistentes, tanto por su indudable fotogenia exterior, como por su armónico interior, que cuenta además con el valor añadido de incluir un pequeño lapidario musealizado en el que se exponen interesantísimas piezas descontextualizadas procedentes de su desaparecido claustro.
Como colofón a la jornada sabatina, visitamos la ermita de Santa Cecilia de Vallespinoso de Aguilar, una de las construcciones más pintorescas e icónicas del románico palentino.
Situada sobre un abrupto risco presidiendo la aldea, ascendimos en un corto paseo por su ladera para, ya frente a ella, analizar la interesante iconografía de su portada, de los ventanales del ábside, así como los capiteles de su interior, claramente relacionados con modelos típicamente palentinos ya estudiados y vistos durante la jornada en varios monumentos.
Finalizada la visita a Vallespinoso, nos dirigimos a nuestro hotel en Reinosa para cenar y descansar de cara a la no menos atractiva jornada dominical que esperaba.
La mañana del domingo la dedicamos en su totalidad a conocer los principales monumentos románicos de la villa de Aguilar de Campoo, iniciando la visita por la colegiata de San Miguel, situada en la plaza principal de la localidad.
En ella, con la compañía y las oportunas y detalladas explicaciones de su encargado-guía Enrique, fuimos recorriendo sus distintas estancias con el fin de conocer sus etapas constructivas que van desde el románico hasta la Edad Moderna, rematando el recorrido en una estancia sobre la torre en la que pueden admirarse varias tallas medievales de la Virgen de enorme interés.
A través de las calles de Aguilar nos dirigimos a continuación a la ermita de Santa Cecilia, situada a los pies del castillo, donde nos esperaba César del Valle, técnico del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real y gran conocedor del románico palentino, que nos acompañaría y guiaría durante la visita.
La visita a Santa Cecilia nos sirvió, además de para contextualizar la evolución histórica de la villa de Aguilar a través de los siglos, para conocer uno de los pocos campanarios románicos de la zona y, por supuesto, maravillarnos ante el célebre capitel de la Matanza de los Inocentes, uno de los más conocidos y retratados de la provincia.
Desde Santa Cecilia y a través de un agradable paseo por una arboleda, nos encaminamos al verdadero centro neurálgico del románico de la zona, que no es otro que el antiguo Monasterio premostratense de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, hoy sede del Centro de Estudios del Románico de la Fundación Santa María la Real, auténtico organismo divulgativo, conservador y dinamizador del románico de la zona durante las últimas dos décadas.
Con la compañía de César, recorrimos detalladamente las principales estancias del monasterio, empezando por el claustro y la sala capitular, y continuando por el antiguo refectorio y la iglesia monacal, hoy Centro Expositivo ROM donde nos fue proyectada una vistosa animación audiovisual.
Finalizada la visita a Aguilar de Campoo, un breve trayecto de diez minutos en autobús nos condujo al antiguo Monasterio de Santa María de Mave, al igual que el de Cozuelos, visto el día anterior, convertido en un elegante establecimiento hostelero en el que aprovechamos para comer en un inmejorable entorno.
Así, tras la comida, visitamos la iglesia del antiguo monasterio, magníficamente restaurada tanto en su interior, como en el exterior, donde aprovechamos para exponer las concomitancias y notas diferenciadoras respecto a otros monumentos visitados durante el fin de semana.
Dada su proximidad respecto al cenobio de Mave y a que el horario nos era favorable, aprovechamos para acercarnos, pese a no estar previsto inicialmente, a la cercana población de Becerril del Carpio, entidad dividida en tres barrios cada uno de ellos dotado de su iglesia románica.
Así, en el más cercano a la carretera, conocido como Puebla de San Vicente, visitamos su pequeña iglesia parroquial, que cuenta con uno de los ábsides románicos más bellos y armónicos de la zona.
Desde allí, y tras una última parada técnica en Aranda de Duero, llegamos a Madrid dentro del horario previsto, despidiéndonos todos los asistentes hasta una próxima ocasión.