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Crónica e imágenes del Viaje Guiado de las Ermitas Segovianas, el 21/05/16

El día 21 de mayo tuvo lugar la segunda edición del Viaje guiado ARTEGUIAS "Ruta por las ermitas románicas segovianas de ensueño"; un recorrido de especial encanto en el que, con la primavera ya en todo su apogeo, recorrimos varios de los monumentos románicos más emblemáticos de la provincia de Segovia con el aliciente de que todos ellos se encuentran en lugares de especial encanto paisajístico.

Foto de familia frente a la Ermita de la Virgen de las Vegas

Tal y como estaba previsto, el autobús salió a las 8:30 desde la Glorieta de Cristo Rey, realizando como es costumbre una primera parada técnica durante el camino para desayunar, concretamente en Torrecaballeros.

Tras las consiguientes explicaciones introductorias durante el último tramo de trayecto, llegamos a nuestra primera parada temática de la jornada, que no era otra que la preciosa ermita de la Virgen de las Vegas, situada muy cerca de Pedraza dentro del término municipal de Requijada.

Explicaciones sobre los capiteles de la galería porticada

Edificio de considerables dimensiones, con sus tres naves y precedido de una estupenda galería porticada, la hoy llamada "ermita" de las Vegas es un ejemplo paradigmático de cómo muchos de estos encantadores edificios situados aislados y solitarios en medio del campo son en realidad los templos parroquiales de viejas poblaciones despobladas en fechas muy tempranas y que, gracias a su solidez y a cierto componente devocional, se mantuvieron en pie pese a la desaparición de la localidad a la que originalmente prestaba servicio.

Visita al interior de la ermita

De este modo, tras comentar detalladamente la iconografía de los capiteles que adornan tanto la portada como su galería porticada, y acceder al interior, regresamos al autobús para continuar nuestra ruta, que durante toda la mañana tuvo como escenario la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza.

Llegada a la preciosa villa de Pedraza

Situada a escasa distancia, no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar la tan célebre como encantadora villa de Pedraza, en la que tras comentar brevemente el castillo y los restos de algunas de sus antiguas parroquias románicas, dejamos un rato de tiempo libre para compras y reponer fuerzas en los bares de su fotogénica plaza mayor quien así lo deseó.

Ante el castillo de Pedraza

La última de las visitas de la jornada de mañana fue la iglesia de San Juan Bautista de El Arenal o Revilla-Orejana.

Siguiente parada: ermita de San Juan del Arenal de Orejana

Otra galería porticada románica para deleitarnos

De nuevo la "ermita" de San Juan es un templo de grandes dimensiones situado en medio del campo entre varias poblaciones y que sorprende por conservar una interesantísima galería porticada cuyos capiteles tuvimos la oportunidad de comentar e interpretar en profundidad.

Desde la galería de San Juan Bautista  se aprecian preciosas vistas primaverales

Desde El Arenal de Orejana, abandonamos el territorio de la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Pedraza para, tras adentrarnos en la de Sepúlveda, llegar a San Pedro de Gaíllos, localidad en la que comimos un delicioso menú típicamente segoviano no sin antes admirar la galería porticada de su iglesia de San Pedro.

En el atrio de la iglesia de San Pedro de Gaíllos

Tras admirar desde el autobús la villa de Sepúlveda (cuyos monumentos está previsto que visitemos próximamente en otra ruta de manera monográfica), nos acercamos a la minúscula localidad de Aldehuelas, cuya antigua iglesia, separada varios cientos de metros del casco urbano, se yergue solitaria en un precioso soto rodeado de floreciente vegetación como no podía ser de otra manera en plena estación primaveral.

Espectacular camino hasta la iglesia de Aldehuelas de Sepúlveda

El templo, dotado también de una austera galería porticada y un potente ábside semicircular, es una construcción rural que alberga en su interior, no siempre fácil de poder verse, un interesantísimo y explícito capitel de temática erótica; algo que no es ni mucho menos extraño en el románico segoviano pero que, por lo general, suele encontrarse en el exterior de los templos, rara vez en el interior.

En el interior de su iglesia

Desde Aldehuelas y en compañía de su amable párroco Don Fernando, nos encaminamos por fin al que estaba llamado a ser uno de los momentos claves de la jornada: la visita al antiguo priorato de San Frutos de Duratón.

Tras recorrer con el autobús varios kilómetros de dificultosa pista forestal, desembarcamos en el parking habilitado para vehículos para, desde ahí, iniciar descenso hacía el monasterio, siempre con la compañía de las famosas Hoces del Duratón a nuestros lados y bajo la atenta vigilancia de la colonia de buitres que las habitan, todo ello teniendo como telón de fondo la inconfundible estampa de la hoy ermita de San Frutos, levantada al pie del cortado en el extremo de un meandro tallado por el río.

A media tarde: agradabilísimo camino hasta la ermita de San Frutos de Duratón

Ya a pie del monumento y pese a ser uno de los más herméticos de la provincia de Segovia debido a su dificultosa comunicación y a su alejamiento de núcleos poblados, tuvimos la oportunidad de visitarlo en su interior, lo que nos permitió descubrir una edificación que rezuma antigüedad por cada uno de sus poros.

Interior del este templo románico  de origen monástico

A la salida, recorrimos los restos de las diferentes estancias priorales que componen el conjunto para, a continuación, iniciar ascenso hacia el autobús, parándonos cada pocos metros para admirar y fotografiar las increíbles vistas que el paraje ofrece a su atardecer.

Inpresionantes vistas de las Hoces del río Duratón

Ya de camino a Madrid, realizamos una última parada técnica en la zona de ensanche urbano de Sepúlveda para, tras aproximadamente una hora y media de trayecto, regresar a nuestro destino en Madrid.

Muchísimas gracias a todos por acompañarnos en esta maravillosa jornada.


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