Crónica e imágenes del Viaje Guiado de las Ermitas Segovianas, el 28/05/16
El pasado sábado 28 de mayo, solo siete días después de la segunda edición y ante el gran interés suscitado, tuvo lugar la tercera edición del Viaje Guiado "Ruta por las ermitas segovianas de ensueño"
Como estaba previsto, el autobús salió puntual de la Glorieta de Cristo Rey para, tras tomar la autovía A-1 y realizar la consabida parada técnica en un área de servicio, adentrarnos en territorio de la antigua Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda y visitar el primer monumento de la jornada: el antiguo priorato -hoy ermita- de San Frutos.
Llegados al parking habilitado tras recorrer la tortuosa pista desde Villaseca, iniciamos descenso a pie hacia la ermita con las impresionantes Hoces del Duratón como telón de fondo, visitando a nuestra llegada la tantas veces fotografiada ermita de San Frutos, cuyo interior tuvimos la fortuna de ver al abrirnos el amable párroco de Don Fernando.
Muy cerca de San Frutos, visitamos también la antigua parroquia de Aldehuelas de Sepúlveda, separada varios cientos de metros del minúsculo casco urbano y situada en un encantador soto rodeado de árboles y florecientes arbustos.
Tras Aldehuelas, atravesando la villa de Sepúlveda (cuya visita monográfica realizaremos en marzo del próximo año), llegamos a comer a la localidad de San Pedro de Gaíllos, aprovechando por supuesto para comentar su elegante galería porticada situada justo enfrente del mesón.
La jornada de tarde la iniciamos visitando la ermita de la Virgen de las Vegas, antigua parroquia de un despoblado desaparecido y que hoy, pese a su situación a pie de la transitada carretera que conduce a Pedraza, resulta realmente difícil de admirar en su interior.
Se trata de un edificio de gran interés, de tres naves, levantada sobre una villa romana de la que se conserva su piscina bautismal en el interior del templo. Por supuesto, su galería porticada y sus interesantes capiteles, hicieron las delicias de todos los presentes.
A continuación, tras salir el sol después de un tímido chaparrón primaveral, visitamos la galería porticada de la iglesia de San Juan de El Arenal, en el concejo de Orejana. Frente a ella, además, aprovechamos para hacernos nuestra tradicional foto de familia.
Como guinda a una jornada intensa en emociones y monumentos románicos, no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar la villa de Pedraza, cuyas antiguas parroquias y el castillo en su exterior recorrimos antes de desembocar en su tantas veces fotografiada plaza mayor, donde dejamos media hora libre para reponer fuerzas y realizar las consabidas compras antes de iniciar regreso a Madrid, donde llegamos según el horario previsto.
Muchas gracias a todos por acompañarnos en una jornada tan especial.