Crónica e imágenes del Viaje Guiado por el Mudéjar Castellanoleonés, el 16/11/12
El penúltimo viaje guiado planificado por Arteguias para el año 2013 tuvo como destino un conjunto de villas segovianas y vallisoletanas cargadas de historia y monumentos: Coca, Olmedo, Íscar y Cuéllar.
Los caprichos de la climatología quisieron que justo la noche anterior, una inmensa nevada tiñera de blanco muchos de los campos que atravesamos en nuestro viaje. Por fortuna el sábado 16 apenas llovió -tampoco nevó- aunque ciertamente hacía un frío helador, especialmente cuando arreciaba el viento.
Pero el entusiasmo y buen humor de todos nos ayudó a pasar un día inolvidable en estas recias tierras castellanas, disfrutando y aprendiendo sobre un arte tan nuestro como es el mudéjar.
Salimos a las 8:30 de la Plaza de Moncloa para tomar la autovía A6 en dirección a Segovia. Tras la habitual parada para tomar un café, nos dirigimos a Coca, la vieja "Cauca" celtibérica y romana donde nos esperaba un castillo de cuento.
La visita al castillo de Coca nos llevó más de una hora y es que el lugar lo merece. Primero las vistas de sus costados sur y este, con el fotogénico escalonamiento de volúmenes de las torres de los dos recintos concéntricos. Luego el recorrido por las numerosas estancias distribuidas en la Torre del Homenaje y la llamada Torre de Pedro Mata con sus cúpulas y decoraciones mudéjares, incluyendo una buena colección de pinturas murales, especialmente espectaculares en la Sala de los Jarros.
También tuvimos ocasión de subir -por un sinfín de estrechas escaleras de caracol- a la terraza de la Torre del Homenaje. Desde aquí, las vistas de Coca son magníficas y pudimos avistar, desde un ángulo privilegiado, la vecina y famosa torre de la desaparecida iglesia mudéjar de San Nicolás.
De camino a Olmedo tuvimos una postrera ocasión de contemplar desde el autocar, y desde distintas perspectivas, las grandiosas formas de esta fortaleza señorial caucense.
Olmedo es una de las villas medievales que hoy pertenecen a la provincia de Valladolid. Nuestro objetivo en este visita era recorrer el Parque Temático del Mudéjar, puesto que gracias a sus maquetas, perfectamente realizadas hasta el último detalle, pudimos comprender mejor aspectos tales como el tránsito del románico al mudéjar, los distintos modelos del mudéjar castellanoleonés, las principales diferencias entre el mudéjar religioso y el palaciego, etc.
Finalizada la visita al Parque del Mudéjar, el autocar nos llevó a la también villa de Íscar donde teníamos reserva en el Restaurante Abaco. Pero ante de ello no podíamos dejar pasar la oportunidad de visitar la iglesia románica de San Miguel, gracias a la amabilidad del párroco que nos abrió el templo a unas horas un poco intempestivas (las dos de la tarde).
Tiene esta iglesia un ábside pequeño pero encantador. La piedra de esta zona no es de mucha consistencia por lo que las esculturas de capiteles y canecillos del exterior se encuentran muy deteriorados. Afortunadamente, el interior se encuentra perfectamente conservado, con sus columnas, ventanales, el arco triunfal, etc.
Precisamente, la iconografía algo confusa de los capiteles del arco triunfal nos permitió pasar un buen rato "lanzando hipótesis" sobre su significado.
Tras la suculenta comida en el citado restaurante nos acercamos a la iglesia mudéjar de Santa María, edificada poco después que la de San Miguel.
Como Íscar y Cuéllar median unos 25 minutos por carretera, aprovechamos ese rato para relajarnos y hacer la digestión de la comida (algunos de nuestros acompañantes llegaron a echarse una agradable siestecilla).
En Cuéllar nos esperaban las amables guías turísticas de la localidad. Concretamente fue Noemí la encargada de abrirnos las iglesias de San Martín, San Andrés y mostrarnos el castillo.
En la preciosa iglesia de San Martín se ha creado el Centro de Interpretación del Mudéjar y se realiza una impactante y "psicodélica" proyección repartida por todo el edificio.
De San Martín fuimos al Castillo de Cuéllar, conocido como de los Duques de Alburquerque, donde recibimos una detallada descripción histórica y artística de este inmenso conjunto fortificado palaciego.
Nos faltaba un último punto del recorrido: la iglesia de San Andrés, probablemente una de las más perfectas iglesias del mudéjar religioso castellanoleonés. Todo en ella emana calidad: su cabecera de tres ábsides, sus muros y fachada oeste engalanados con arquerías de ladrillo rítmicamente dispuestas, los canecillos y puertas románicas, etc.
En el interior, la nave central está modificada pero no así las laterales, rematadas en sus magníficos ábsides. En el norte se conserva un apreciable Calvario gótico, donde nos detuvimos para explicarlo durante unos instantes.