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Crónica e imágenes del Viaje Guiado por Tres Villas medievales de Segovia, el 11 de noviembre de 2017

El pasado sábado día 11 de noviembre tuvo lugar la segunda edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS "Ruta por Tres Villas Medievales Segovianas", un itinerario que nos llevó a descubrir el este de la provincia de Segovia, coincidente en la Edad Media con las Comunidades de Villa y Tierra de Ayllón, Maderuelo y Fresno de Cantaespino.

Tal y como estaba previsto y con una mañana fresca pero soleada, el autobús partió de la Plaza de Castilla para, en dirección norte y por la autovía A-1, dirigirnos hacia tierras segovianas, aprovechando el trayecto como suele ser habitual para contextualizar histórica y artísticamente las localidades y los monumentos que visitaríamos.

Así, tras una primera parada técnica a la altura de Cerezo de Arriba, en pocos minutos llegamos a nuestra primera visita prevista para la jornada, que no era otra que la iglesia de Santa María de Riaza.

Avanzadilla de la villa de Ayllón y al mismo borde de la carretera, la iglesia de Santa María de Riaza, pese a su eminente carácter rural y concejil como bien delata su galería porticada, sorprende a cualquier visitante por lo ambicioso de sus dimensiones, impropias de una aldea de sus características.

Llegada a Santa María de Riaza

Una sorpresa exterior que se ve acrecentada si cabe una vez se accede a su espacio interior, en el que además de una interesantísima armadura de madera, conserva una colección fragmentada de pinturas sobre tabla del gótico lineal a buen seguro procedente de un antiguo retablo.

Interior de la iglesia de Santa María de Riaza

Desde Santa María de Riaza nos dirigimos a la villa de Ayllón, uno de los principales ejes temáticos de la visita, la cual iniciamos por los restos de la antigua parroquia de San Nicolás, convertida hoy en cementerio local y que conserva como resto más destacado una portada románica.

A través de la calle Mayor, nos adentramos en la villa ayllonesa hasta desembocar frente a su iglesia de Santa María, construcción más tardía pero en cuyos muros fueron reaprovechadas interesantes piezas escultóricas de una obra anterior.

Fotografíando los canecillos de la iglesia de San Miguel de Ayllón

Tras acceder a su plaza mayor, cargada de tipismo castellano, disfrutamos de un tiempo de libre disposición para recuperar fuerzas y afrontar el resto de la jornada matutina, comenzando por la también románica iglesia de San Miguel, quizás la más fotografiada de la localidad por su privilegiado emplazamiento en plena plaza y por ese particularísimo aditamento clasicista frente a su fachada sur que la dota de aún más personalidad.

Paseando por la Plaza MAyor de Ayllón

A continuación, en compañía de Maricarmen, guía oficial de Ayllón y responsable de la Oficina de Turismo, realizamos un encantador paseo por el centro urbano monumental con el fin de visitar el Palacio de los Contreras, el del Obispo Vellosillo y, por supuesto, el arco principal de su cinturón amurallado y hoy conocido como "el arco de la villa".

Explicaciones dobre el Palacio de los Contreras en Ayllón

Para finalizar la visita a Ayllón, nos esperaba una última y agradabilísima sorpresa en forma de la antigua parroquia de San Juan, convertida hoy en vivienda de propiedad particular y cuyo amable dueño, de nombre Pedro, tuvo la gentileza de enseñarnos amén de relatarnos el proceso de adquisición, recuperación y adaptación como espacio funcional para la exposición de su colección de "arte brut".

Dentro de la iglesia-vivienda de San Juan

Desde San Juan, y en un agradable paseo en el que de nuevo atravesamos la Plaza Mayor, nos dirigimos al restaurante para recuperar fuerzas de cara a la jornada de tarde.

Una jornada de tarde que estuvo dedicada íntegramente a otra de las villas claves en el devenir histórico de la actual provincia de Segovia en la Edad Media como es Maderuelo; hoy un reducido caserío muy venido a menos y que apenas rebasa el centenar de habitantes pero que, en los siglos medievales, llegó a ser una de las poblaciones más populosas de la región.

Testimonio de ese esplendoroso pasado es el bagaje monumental que conserva Maderuelo, y cuya visita iniciamos por la ermita de la Vera Cruz, situada literalmente a la orilla del pantano de Linares, cuyo alarmante estado como consecuencia de la pertinaz sequía no dejó indiferente a nadie y que, tras muchos años sumergido, ha permitido hacer visible al primitivo puente medieval que servía de acceso a la villa

Foto de familia ante la Iglesia de la Vera Cruz de Maderuelo

De la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo proceden unas importantes y famosas pinturas románicas que, tras varios episodios, acabaron en el Museo del Prado.

Detalle de las perfectas reproducciones de las pinturas románicas

De un tiempo a esta parte, una admirable iniciativa ha permitido que en la propia ermita, además de las primitivas improntas aún visibles en su cabecera, hayan sido instaladas unas réplicas exactas de las pinturas originales, las cuales, nos permitieron extendernos largo y tendido acerca tanto de su estilo como de su significado iconográfico.

Gran espectación por la belleza de las pinturas de la Vera Cruz de Maderuelo

Tras ello, de nuevo con el autobús nos acercamos hasta el largo y estrecho promontorio sobre el que se asienta la vida de Maderuelo, donde por supuesto nos detuvimos ante su arco principal de la muralla y algunas de sus casas anejas, uno de los escasísimos conjuntos de románico civil conservados en España.

A continuación, iniciamos el recorrido por las calles de la villa en compañía de su guía oficial Javier, quien nos mostró el interior de la poco conocida iglesia de San Miguel.

Atardecer en la pintoresca villa de Maderuelo

Varias decenas de metros más adelante y tras un agradable paseo por la rúa principal de Maderuelo, desembocamos cuando ya empezaba a caer el sol frente a la plaza en la que se asienta su modificada iglesia parroquial de Santa María, un edificio de cierto sabor defensivo y desde cuyos alrededores pueden contemplarse amplísimas vistas de los vallejos circundantes.

Finalizada la visita y tras un tiempo para recuperar fuerzas en los bares y cafeterías de la villa, retornamos al autobús para iniciar viaje de regreso a Madrid, a donde llegamos dentro del horario previsto.

Muchas gracias a todos los asistentes y recordamos que este próximo sábado 18, dada la magnífica acogida que esta ruta ha tenido entre nuestros amigos, la repetiremos con idéntico planning e itinerario.


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