Crónica e imágenes del Viaje Guiado a la ciudad de Salamanca, el 14/03/15
Solo siete días después de nuestra visita a Salamanca del 7 de marzo y con la intención de que ninguno de nuestros amigos que se habían quedado sin plaza para esa fecha, quedasen sin disfrutar de este interesantísimo itinerario, organizamos para el sábado siguiente, día 14, la que sería cuarta edición de la Visita Guiada ARTEGUIAS titulada "La exquisitez del románico de Salamanca".
Así, con un día soleado pero fresco el autobús
partió puntual de la Glorieta de Cristo Rey para, tras las
explicaciones histórico-artísticas en el trayecto
de ida y la consabida parada técnica para desayunar, llegar
a la capital salmantina aproximadamente a las 11:15, dejándonos
el autobús junto a la iglesia de Santo Tomás Cantuariense,
primera visita prevista de la jornada y donde nos esperaba nuestra
guía oficial Inés Carreto.
En Santo Tomás, tras admirar su armónica cabecera, accedimos al interior gracias a la amabilidad de su sacristán Don Felipe, aprovechando para explicar sus cubiertas y sus interesantes capiteles.
Desde Santo Tomás, en agradable paseo a través del corazón renacentista de la urbe, nos aproximamos hasta el conjunto monumental catedralicio, adentrándonos a través de la torre de la Catedral Nueva con el fin de ascender a sus cubiertas, balcón privilegiado tanto de la ciudad, como mirador idóneo para contemplar desde cerca el elemento más icónico de la seo salmantina, que no es otro que la llamada "Torre del Gallo" de la Catedral Vieja.
Una vez abajo de nuevo, accedimos al interior de la Catedral Vieja, aprovechando para explicar detenidamente tanto el propio cimborrio que previamente habíamos admirado desde el exterior, como por supuesto, la riquísima iconografía de los capiteles interiores.
Tras una incursión en el claustro y la sala capitular, así como un breve vistazo a la Catedral Nueva, a través de la Rúa Mayor de la ciudad y dejando atrás su señera Plaza Mayor que visitaríamos con detalle a la tarde, nos aproximamos al norte del casco histórico con el fin de conocer la parroquia de San Marcos el Real.
Esta singular parroquia fue una de las que más sensación causó entre los visitantes, principalmente por su perfectamente circular planimetría exterior que, una vez dentro, se torna totalmente canónica en su distribución de triple nave rematada en sus correspondientes ábsides no manifestados en planta.
Finalizada la jornada de mañana nos acercamos al restaurante, situado muy cerca de esta última parroquia para disfrutar de una agradable comida, tras la cual, recibimos a Roberto, también guía oficial de Salamanca y que nos acompañaría durante la jornada de tarde.
Iniciamos el recorrido vespertino aproximándonos a la parroquia de San Cristóbal, una de las más desconocidas de la ciudad pero que atesora una interesante colección de canecillos románicos, la cual, nos permitió ponernos al día en conocimientos iconográficos.
A continuación, tras explicar las muy particulares características de la piedra procedente de las canteras de Villamayor con la que se erigieron la mayoría de monumentos de la capital charra, pasamos frente a la iglesia de San Julián y Santa Basilisa, muy reformada pero que, a su costado norte, conserva una interesante portada románica presidida por un monumental león escultórico.
Desde allí, accedimos a la celebérrima Plaza Mayor de Salamanca, donde aprovechamos para dar una serie de apuntes sobre su historia y sus características para, a continuación, detenernos frente a la también románica fachada de la iglesia de San Martín, levantada en uno de los vértices de la plaza y que, debido a las numerosas viviendas que la rodean, suele pasar desapercibida para la mayoría de visitantes.
Tras unos minutos libres para tomar un refrigerio o realizar compras de productos típicos, nos desplazamos hacia la zona oeste del casco histórico para poner punto y final al recorrido visitando la iglesia de San Juan Bautista de Barbalos, iglesia de un antiguo hospital que atesora en su interior uno de los cristos románicos más importantes de la imaginería medieval española.
Por último, tras reponer fuerzas en las cafeterías cercanas a San Juan, el autobús nos recogió en el Paseo de las Carmelitas para emprender viaje de regreso a Madrid.