Crónica e imágenes del Viaje Guiado a la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda, el 01/04/17
El pasado sábado día 1 de abril realizamos la cuarta edición del Viaje Guiado ARTEGUIAS "Confluencia de Culturas en el Románico de la Villa y Tierra de Sepúlveda", una salida que tuvo lugar solo tres semanas después de la tercera edición y que fue nuevamente planteada con el fin de que ninguna persona interesada que se había quedado sin plaza en la anterior, se perdiese la oportunidad de realizar con nosotros esta interesantísima ruta.
Citados en la madrileña Plaza de Castilla a las 8:30, la expedición partió puntual para, a través de poco más de una hora de recorrido por la autovía A-1 y con las consabidas explicaciones introductorias durante el trayecto, llegar hasta la población de Cerezo de Abajo, donde hicimos nuestra parada técnica de la mañana para desayunar y hacer acopio de energías.
La primera visita de la jornada tuvo como escenario la iglesia parroquial de la Natividad de Sotillo; una de las muchas aldeas que desde época medieval conformaron la extensa Tierra de Sepúlveda. Allí nos esperaba, tan amable como siempre para permitirnos su visita Don Fernando Calderón, párroco de la villa sepulvedana y de otras del entorno, con cuya agradable compañía contamos durante toda la mañana.
Tras explicar los capiteles de su coqueto interior y su portada polilobulada, la atención de todos los presentes se concentró en su armónica cabecera, cuyos capiteles y canecillos cuajados de una variadísima decoración a base de seres del bestiario y escenas costumbristas, sirvieron para que nos olvidáramos del frío mañanero y no diéramos tregua a nuestras cámaras fotográficas.
En apenas diez minutos desde Sotillo nos aproximamos a la tan fotogénica como interesante iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Duratón; sin duda, uno de los monumentos más esperados del recorrido.
En la iglesia de Duratón comenzamos las explicaciones por su interior, cuya zona absidial además de un interesante sistema de abovediamiento, conserva varios capiteles reseñables que en ocasiones bien por su dificultad para acceder al interior o bien por quedar eclipsados por la galería porticada, suelen pasar injustamente desapercibidos.
Ya en los exteriores, fuimos recorriendo la galería porticada comentando cada uno de los detalles formales e iconográficos de sus capiteles, finalizando con la figuración de los canecillos y las metopas.
Desde Duratón nos desplazamos para rematar la jornada de mañana hasta San Pedro de Gaíllos, localidad en la que nos esperaba una reconstituyente comida pero que, como no podía ser de otra forma, no perdimos la ocasión de comentar su iglesia parroquia de San Pedro, también porticada, con un ábside semicircular a tener muy en cuenta y, ya en su remozado interior, su pila bautismal románica.
La jornada de tarde la dedicamos íntegramente a la Villa de Sepúlveda, a la cual llegamos a través de una carretera que nos regala fantásticas vistas del casco urbano que nos permiten entender perfectamente su papel defensivo y como epicentro de una Comunidad de Villa y Tierra medieval.
En la Plaza del Ayuntamiento y frente a los restos de su histórica fortaleza nos citamos con Alejando, guía local que nos acompañaría con sus explicaciones durante nuestro recorrido por la población.
Con él iniciamos nuestro recorrido a través de la puerta de la barbacana y, tras admirar desde el exterior la cabecera de la iglesia de San Justo y San Pastor, llegamos a su fachada principal, escenario más que idóneo para comentar las particularidades del famoso Fuero repoblador de Sepúlveda que en la actualidad sirve como hilo conductor del pequeño espacio musealizado habilitado en el interior de la iglesia.
En el interior del templo de los Santos Justo y Pastor, además de comentar las piezas allí expuestas, nuestro interés se concentró en los espléndidos capiteles de su cabecera y, por supuesto, en su cripta, a la cual tuvimos la ocasión de acceder divididos en dos grupos debido a su pequeño espacio.
Desde allí, a través de las pintorescas calles de la villa llegamos hasta la iglesia de Nuestra Señora de la Peña, cuya portada principal, una de las más interesantes del románico segoviano, tuvimos la oportunidad de desgranar detalladamente en cuanto a su iconografía se refiere.
Tras visitar el interior de Nuestra Señora de la Peña, nos acercamos a un mirador situado a sus espaldas desde el cual, es posible vislumbrar parte de las hoces que traza el río Duratón por el entorno sepulvedano y que en la actualidad sirven de cobijo a una fecunda colonia de buitres leonados, alguno de los cuales parece que quiso hacerse visible para darnos la bienvenida.
Para acabar nuestro recorrido por Sepúlveda ascendimos hasta la parte más elevada de la villa y llegar a las puertas de la iglesia del Salvador, la más antigua de la población y para la mayoría de expertos la iglesia porticada más antigua de Castilla en competencia con San Miguel de San Esteban de Gormaz.
En ella visitamos su magnífico interior que rompe todos esos tópicos falsos de que el románico es un estilo oscuro y que tiende a la horizontalidad, y a continuación admiramos su galería porticada, que si bien no está tan dotada de figuración como otras iglesias del tardorrománico, conserva esa esencia auténtica del románico pleno.
Posteriormente, tras dejar una media hora de tiempo de libre disposición para tomar un refrigerio y hacer acopio de recuerdos o de productos típicos quien así lo deseó, nos citamos en la propia plaza principal para descender al autobús y emprender camino de regreso a Madrid, donde llegamos según el horario previsto.
Muchas gracias a todos por vuestra compañía y hasta una próxima ocasión.