Crónica e imágenes del Viaje Guiado a la ciudad de Toledo, el 25/10/09
A pesar de que la madrugada de ese mismo domingo se producía el cambio de hora para la adaptación invernal, nadie se despistó y todos estuvimos a la hora establecida: las 9 de la mañana en la acera del Hotel Puerta de Toledo.
El trayecto a Toledo desde Madrid es especialmente corto y cómodo. Durante el mismo hicimos una explicación de la historia medieval de Toledo. Si situarnos en el contexto histórico y geográfico del lugar que visitamos es siempre conveniente para poder hacer una correcta interpretación de su arte, en el caso de Toledo es completamente imprescindible.
Y es que en la ciudad de Toledo la amalgama de estilos es sólo entendible si previamente hemos hecho un recorrido por sus fases históricas, desde su capitalidad del Reino Hispanovisigodo, pasando por su papel de ciudad relevante de la Al-Andalus emiral y califal, la conquista cristiana y su estatus en los siglos bajomedievales.
Ya en Toledo comprobamos que íbamos a disfrutar de un día soleado y de temperatura primaveral.
Atravesamos la Puerta Nueva de la Bisagra para acercarnos a Santiago del Arrabal, donde nos esperaba Margarita, la guía oficial de Toledo que complementaría las explicaciones que realizó durante toda el día David de la Garma.
En esta iglesia se explicaron las principales características del mudéjar toledano, así como su paternidad románica y musulmana (especialmente almohade). Pudimos disfrutar del interior, cosa poco habitual pues suele estar cerrada menos en horario de misas y comprobar cómo sus estructuras arquitectónicas y volúmenes espaciales son de ascendencia tardorrománica, aunque con la habitual fantasía de la decoración andalusí almohade.
La siguiente parada fue en la Puerta Vieja de la Bisagra, de gran antigüedad -cargada de historia- y superposición de estilos.
Nos adentramos al casco antiguo a través de las escaleras mecánicas que parten no muy lejos de dicha puerta para visitar el Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda. Sin duda, fue uno de los platos de nuestra visita. La iglesia de San Román, donde se asienta el museo, sorprendió a todo el grupo por la belleza de su interior, con sus grandes arcos de herradura y capiteles visigodos reaprovechados, pero sobre todo, la colección de pinturas mudéjares y románicas de sus muros.
La mañana fue fértil en lugares visitados. Además de lo ya relatado, nos dio tiempo a ver, antes de la comida, la Sinagoga del Tránsito y la Ermita del Cristo de la Luz. Esta antigua mezquita-iglesia también maravilló por su exotismo oriental, sus cúpulas de sabor cordobés, las pinturas románicas del ábside, etc.
Puesto
que está a un paso, tras el Cristo de la Luz nos acercamos
a lo alto de la muralla, a la altura del Puerta del Sol. Desde aquí
las vistas del flanco norte de Toledo son magníficas.
Tras la comida en el Restaurante Los Arcos nos trasladamos a la catedral. Lo primero fue estudiar el estilo y la iconografía de todas sus portadas, para luego analizar el interior del inmenso edificio gótico. Pilares, arcos, bóvedas, vidrieras y en general su sabia arquitectura gótica nos sorprendieron. Pero como toda catedral, y la de Toledo no es excepción, el interior es un museo nutrido de grandes obras de arte, por lo que nos entretuvimos casi una hora en sus rejerías, el coro, la estatua de la Virgen Blanca, el retablo de la Capilla Mayor, etc.
Cuando salimos, casi se había hecho de noche. Tras visitar una cafetería en la castiza Plaza de Zocodover nos dirigimos a tomar el autocar que nos llevó de vuelta a Madrid.
Como siempre, día muy agradable, compartiendo conocimientos en un inmejorable ambiente. ¡Hasta la próxima, amigos!