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Guía monumental (Arte e Historia) de Alcúdia. Mallorca (Islas Baleares)

Alcúdia  
Islas Baleares
Nord
19.000
15

Introducción a la guía de arte (monumentos y rutas) de Alcúdia, Mallorca

Libro: ICONOGRAFÍA Y SIMBOLISMO ROMÁNICOEl tiempo parece no transcurrir en Alcúdia, encandilado tal vez por la insólita belleza natural de los verdes pinares, las playas de ensueño y el corazón medieval que caracterizan esta localidad, situada al norte de Mallorca, a unos 57 kilómetros de la capital insular, Palma.

A parte de su belleza innata, Alcúdia cuenta con otro punto a su favor: su excelente ubicación, al norte de la isla y en medio de dos bahías, lo que siempre le ha aportado una protección natural y una perspectiva inmejorable de la llegada de navíos desde alta mar. Todo ello, unido a la bondad del clima en la zona, ha motivado que la región haya estado ocupada por el hombre desde tiempos inmemoriales -los hallazgos antropológicos dan buena cuenta de ello- si bien no fue hasta la época romana cuando la ciudad alcanzó su máximo esplendor, con el desarrollo de la antigua Pollentia.

Historia medieval de Alcúdia

En el año 1325 Jaume II fundó la villa, bautizándola con su nombre actual, y posteriormente Carlos I le dio el título de Ciudad Fidelísima., rasgo que ha demostrado tener con el paso de los años. No es de extrañar que a la muerte de Carlos III la ciudad llegase a gastar hasta 155 libras de pólvora, entre otras municiones, para mostrar públicamente su aflicción.

Hoy día Alcúdia se ha convertido en un centro turístico de primer orden, especialmente en la época estival. Muy indicado para las familias por la tranquilidad de la zona, la limpieza de las playas y la poca profundidad de sus aguas, generalmente en calma, lo que permite adentrarse en el mar sin dejar de hacer pie.

En esta guía artística de Alcúdia nos ocuparemos de sus célebres murallas, de su iglesia de Sant Jaume, de sus casonas y de las ruinas de Pollentia, entre otros muchos alicientes.

Las murallas de Alcúdia

Si bien a día de hoy Alcúdia sólo conserva una pequeña parte de su muralla original, durante siglos el cordón de piedra que rodeó la ciudad constituyó uno de los símbolos del lugar, clave además en su desarrollo histórico y sobre todo en su protección de ataques invasores.

Puerta de la muralla de Alcúdia, MallorcaLa muralla original se levantó en 1362, bajo mandato de Jaume II, pero la situación estratégica de la ciudad la convirtió en objeto de deseo de numerosos pueblos, y los constantes ataques acabaron haciendo mella en su estructura, quedando prácticamente derruida tras los asaltos de los agermanados, en 1521. Posteriormente Felipe II inició una nueva fase constructiva, donde se aprecia un estilo renacentista, pero la muralla se derrumba nuevamente a finales del siglo XIX. En el silo XX se toma conciencia de su valor patrimonial, pasando a considerarse Conjunto Histórico Artístico e 1974.

De la muralla original apenas se conservan dos puertas: la Porta del Moll o de Xara, al este, y la Porta de Sant Sebastiá, al oeste. Pero se sabe que en sus inicios el cordón se extendía a lo largo de 1,5 kilómetros -por donde hoy discurre la calle Camí de Ronda- y que llegó a contar con 26 torreones.

Una curiosidad de la antigua muralla es que uno de sus baluartes -el de Sant Ferran- fue aprovechado para construir la antigua Plaza de Toros, del siglo XVII, que aún hoy se mantiene activa, acogiendo algunos de los espectáculos taurinos más célebres de la isla, como las corridas de Sant Jaume o las de Mare de Déu.

Casco Histórico

Las laberínticas calles del centro de Alcúdia, irregulares y angostas, esconden numerosas construcciones de porte señorial que evocan los tiempos de mayor opulencia de la ciudad.

Entre los edificios más emblemáticos de la ciudad figuran las casonas de Can Fondo, Can Doménech, Can Calvó, Can Costa, Can Castell o Can Canta, por citar algunas, todas ellas bellos ejemplos de arquitectura renacentista civil, con sus serenos ventanales, su exquisita proporción y su aire solemne.

Tal vez sea la Biblioteca de Can Torró uno de los edificios más admirados, no sólo por sus líneas puramente renacentistas sino por ser uno de los pilares de la cultura alcudiense. Esta biblioteca nació por iniciativa de Reinhard Mohn, destacado editor, y hoy día es un modelo de biblioteca a imitar, por su eficaz organización y su afán divulgativo.

En lo que a arquitectura moderna se refiere, destaca el Auditori d'Alcúdia, un singular edificio que resalta del marco medieval que lo rodea con su original estructura a base de cristal y acero. Y en la misma línea cultural se encuentra la Fundación Yannick Vu y Ben Jakober, digna de mención no sólo por la excelente exposición de retratos infantiles que alberga, sino por la estructura misma del edificio, de singular influencia egipcia.

Iglesia de Sant Jaume

Interior de la iglesia de Sant Jaume, Alcúdia, MallorcaEntre la arquitectura religiosa alcudiana destaca esta iglesia gótica del siglo XV, ubicada en las inmediaciones de la antigua muralla e integrada a la perfección en el ambiente medieval.

El edificio fue construido sobre las ruinas de un templo anterior. Se trata de un típico ejemplo del gótico mediterráneo. Costa de una sola nave muy ancha con bóveda de crucería y entre los contrafuertes exteriores que ayudan a soportar las bóvedas se abren capillas rectangulares. En una de sus capillas alberga un pequeño museo de arte sacro.

En las inmediaciones de la iglesia puede visitarse la Capilla del Sant Crist, de la segunda mitad del siglo XVII, que guarda en su interior un Cristo tallado del siglo XV.

Pollentia. La herencia del Imperio Romano

Los orígenes de Alcúdia se conservan ajenos al paso del tiempo protegidos por las ruinas de la antigua ciudad de Pollentia, a poco más de 10 kilómetros del núcleo urbano en dirección oeste.

La ciudad romana de Pollentia fue fundada por Quinto Cecilio Metelo hacia el año 123 a.C. aunque se tiene constancia de que el lugar ya estuvo habitado por el hombre en el periodo pretalaiótico (año 2000 al 1200 a.C.) tal como evidencian los abundantes hallazgos arqueológicos -especialmente talaiots, megalitos con forma de torre- encontrados en la zona, como el de Sant Simón.

Las ruinas de la antigua Pollentia son unas de las más valiosas de las Baleares, ya que su buen estado de conservación permite acercarnos un poco más a la forma de vida en el imperio romano. La joya del lugar es sin duda el antiguo Teatro, formado por un graderío excavado en piedra aprovechando sabiamente la inclinación natural del terreno. Con sus escasos 75 metros de diámetro y capacidad para 2.000 espectadores, este pequeño teatro fue utilizado como cementerio tras la decadencia de la ciudad, ya en el Medievo, y así lo atestiguan las sepulturas y exvotos funerarios encontrados en las excavaciones.

Cerca del teatro se conservan diversas construcciones civiles como la Casa de la Cabeza de Bronce - así llamada porque en su interior se encontró un busto del citado material- o la Casa de los Tesoros. Destacan también las ruinas de la Calle Porticada, con las bases de las columnas que antaño la jalonaron.

Gran parte de los tesoros de Pollentia pueden verse en el Museo Monográfico de Pollentia, ubicado en el antiguo hospital de Alcúdia.

Oratorio de Santa Ana

En las inmediaciones de Pollentia se encuentra esta pequeña iglesia, posiblemente la más antigua de la isla aún en pie.
La iglesia, construida en el siglo XIII casi íntegramente con piedras y otros materiales expoliados de la cercana urbe romana, ha conservado su estructura original, con planta basilical y arcos ojivales en su interior, a pesar de las reformas.

Las Playas de Alcúdia

La ubicación de Alcúdia entre dos amplias bahías hace que esta localidad cuente con algunas de las mejores playas de Mallorca, con una variedad paisajística sorprendente que satisfará los gustos más exigentes.

Alcúdia ofrece playas de arena blanca y fina como Platja Gran, que con sus más de 7 kilómetros de longitud se convierte en la zona de baño más extensa de las Baleares. Perfectamente acondicionada para pasar un día de diversión y relax bajo el sol, esta playa cuenta además con un cuidado paseo marítimo que desemboca en la llamada Ciudad Blanca y que invita a contemplar el horizonte marino en todo su esplendor.

Para los amantes del mundo salvaje, la exótica playa de Coll Baix se convierte en una opción perfecta. Ubicada a unos 6 kilómetros del casco urbano, en un entorno agreste, entre imponentes precipicios y cortados, esta hermosa playa de guijarros se mantiene alejada del bullicio permitiendo al visitante entrar en contacto con la naturaleza más primitiva.

Al encanto primigenio del lugar se añaden el misterio y la superstición: allí, entre piedras grisáceas y aguas turquesas, son muchos los que aseguran haber presenciado fenómenos paranormales, avistamientos ovnis y luces inexplicables emergiendo del mar.

Otras playas y calas de interés en los alrededores de la ciudad son Platja de Muro, Can Picafort, Colònia de Sant Pere, Sa Caleta o Alcanada, esta última especialmente peculiar por emerger frente a ella una coqueta isla del mismo nombre. Los escasos 150 metros que separan la isla de la costa pueden recorrerse fácilmente a nado o incluso a pie ya que en muchas zonas el agua apenas alcanza a cubrir más de un metro.

Junto a estas paradisíacas playas, el Port d'Alcúdia ofrece una alternativa deportiva y turística de primer nivel, con su muelle pesquero, club náutico y multitud de opciones de ocio y relax.

Parque Natural de la Albufera

En las proximidades de Alcúdia, entre los municipios vecinos de Sa Pobla y Muro, se abren los dominios de este parque natural, el mayor humedal del archipiélago balear, con sus más de 1.700 hectáreas de dunas, marismas y lagos.

La Albufera es un paraíso de naturaleza y vida donde coexisten multitud de aves acuáticas, peces de agua dulce y salada y una variada flora local que recrean en su conjunto un universo multicolor y de gran valor biológico.


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