Guía del Monasterio de San Salvador de Nogal de las Huertas, Palencia
Introducción histórica
A pesar de su lamentable estado de ruina (de nada ha importado su declaración como Monumento Nacional en 1931), el Monasterio de San Salvador de Nogal de las Huertas constituye un monumento clave en la controvertida historia de la aparición del Románico Internacional Pleno en España.
Se encuentra a escasos kilómetros al norte de Carrión de los Condes a pocos metros al oeste de la aldea de Nogal de las Huertas y a la vera de un pequeño arroyo afluente del río Carrión que le propociona un verde soto boscoso muy agradable.
Según una placa no hace muchos años robada, la fundación del cenobio data de 1063. El texto de la inscripción es el siguiente:
IN NOMINE DOMINI NOSTRI IHESU CHRISTI OB HONORE SANCTI SALVATORIS IELVIRA SANSES HOC FECIT IN ERA MILESIMA CENTESIMA PRIMA (Año 1063) REGNANTE REX FREDINANDO IN LEGIONE ET IN CASTELLA
Se nombra a la fundadora, de la que luego nos ocuparemos, se concreta la advocación de San Salvador y se indica el año de la fundación coincidente con el reinado de Fernando I, sólo dos años antes de su fallecimiento en 1065.
La
identidad exacta de la fundadora Doña Elvira Sánchez
no está del todo clara. Para algunos historiadores sería
la segunda hija de Fernando I que adoptaría el apellido
de su madre Doña Sancha. Otros opinan que pudo ser una
hija no conocida del rey Sancho III Garcés o, incluso,
la esposa del conde Fernando Díaz, posiblemente hija del
conde Sancho de Castilla.
En cualquiera caso, la estrecha vinculación de nuestra Elvira con la monarquía leonesa y castellana es evidente. Alfonso VI, tras el fallecimiento de su esposa Doña Constanza, donó Nogal de las Huertas al poderoso monasterio cluniacense de San Benito de Sahagún.
Las obras del siglo XI
Si la fecha de la fundación establecen el verdadero arranque de las obras de la iglesia del Monasterio de Nogal de las Huertas, estaríamos ante la iglesia del románico internacional pleno más antiguo no sólo de Palencia sino de toda España, puesto que las primeras fechas que se citan para Bromista son de 1066, de la Catedral de Jaca de 1077 (aunque pudo iniciarse antes), y de Santa María de Iguacel de 1072.
En cualquiera caso estaríamos en los años en que este estilo internacional se establece en España, tanto en los Reinos de León y Castilla como en el de Aragón. Como veremos a continuación los capiteles conservados pertenecen a los primeros talleres que trabajaron en la catedral de Jaca, en Loarre o en San Martín de Tours de Frómista, taller que suele llamar por ese motivo de Jaca-Frómista.
De esta primera fase sólo se conserva la cabecera de forma cuadrada, conservando la tradición de la arquitectura prerrománica hispana. La cabecera tiene como continuación los restos de un primer tramo de nave. Lo más interesante de esta cabecera es el arco de medio punto un tanto achaparrado que gravita sobre dos columnas. Sus capiteles pertenecen al taller de Jaca Frómista, con los habituales zarcillos y roleos, los pitones llamados "jaqueses" etc. El del lado norte es más fino y de mejor talla y terminación. El del lado sur debió esculpirlo otro miembro del taller menos aventajado, pero aportó las figuras de algunos personajes.
Otras intervenciones posteriores
Alguna obra se debió acometer avanzado el siglo XII porque una inscripción cita una nueva consagración:
"DEDICACIO ECCLESIE SACTI SALVATORIS A RAIMUNDO EPISCOPO PALENTIE ERA MCCIIII (Año 1166) VII IDUS FEBRUARII QUI IN IPSO DIE AD ORANDO QUI VENERIT XL DIES DEDIT ABSOLUTIONEM"
Pero la intervención medieval más importante se debió acometer a comienzos del siglo XIII cuando se amplió la iglesia a tres naves mediante arcos apuntados sobres soportes sencillos.
De esta intervención parece ser la puerta del muro meridional con arquivoltas apuntadas y columnas (los fustes todos desaparecidos) que apuntan al estilo andresino del Monasterio de San Andrés de Arroyo.
Ello se comprubea en los sencillos pero finos capiteles de hojas de los que aflora la parte de los frutos de una planta Arum Italicum
(Autor del texto del artículo
de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)