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Guía del Monasterio de Piedra

Introducción a la historia del Monasterio de Santa María de Piedra

Si el Parque Natural es uno de los grandes alicientes del Monasterio de Piedra, las ruinas del  cenobio no son menos interesantesEl Monasterio de Nuestra Señora de Piedra (Nuévalos, Zaragoza) es, sin duda, uno de los lugares más visitados de Aragón, sobre todo por los jardines y numerosísimas cascadas generadas por el río Piedra que se ha convertido en un verdadero y paradisíaco lugar de descanso y esparcimiento para los turistas.

Este tipo de parajes tan hermoso y apartado es el que habitualmente buscaban los monjes cistercienses como inspiración para desarrollar su labor de trabajo y oración en un ambiente de completo retiro.

Sala Capitular del Monasterio de PiedraEn ocasiones, debido a lo espectacular del paisaje, el turista ocasional no se presta la atención debida al conjunto monástico, que a pesar de ser más modesto que Veruela y Rueda y parcialmente arruinado, ofrece gratas sorpresas al amante del arte medieval.

Fue fundado por Alfonso II en 1164 con doce monjes del Monasterio de Poblet y realizadas sus obras entre 1195 y finalizada en 1218. Para la edificación se aprovecharon materiales de un antiguo castillo musulmán (el de Piedra Vieja) que se hallaba en el mismo lugar.

Durante seiscientos años, el monasterio permaneció ocupado por monjes del Císter hasta que en el convulso siglo XIX tuvieron que abandonarlo provisionalmente en dos ocasiones hasta su definitiva exclaustración como consecuencia de la Desamortización de Mendizábal de 1835. En 1840 fue comprado en subasta pública por D. Pablo Muntadas Campeny y pasó a ser propiedad privada.

Monasterio de Piedra: claustroEn la actualidad sigue siendo de propiedad particular y explotado turísticamente, por lo que se han habilitado hoteles, restaurantes, visitas guiadas y se han acometidos algunas obras de restauración y musealización, como las relacionadas con el Museo del Vino y el Museo del Chocolate.

La muralla

Libro: ICONOGRAFÍA Y SIMBOLISMO ROMÁNICOLos monasterios medievales fueron comunidades de monjes que vivían en clausura. Su poder político y económico permitió edificar grandes complejos de edificios que eran rodeados por una muralla. Ésta permitía el aislamiento de los monjes con la sociedad civil pero también de las agresiones y violencias propias de la época.

El Monasterio de Piedra también tiene su muralla medieval de la que sobresale la llamada "torre del homenaje", de hechuras espectaculares por su porte militar a base de almenas y un matacán sobre el arco de entrada. Se ha especulado con que esta esta torre fuese anterior a la edificación del resto del monasterio.

La iglesia
Planta de la iglesia del monasterioLa iglesia era de tres naves, transepto y cabecera formada por un ábside principal de planta poligonal y dos parejas de capillas laterales cuadradas.

Ábside

El citado ábside central es de gran monumentalidad. Exteriormente muestra su planta poligonal con contrafuertes escarpados en los vértices y ventanales con arco de medio punto en sus caras. En el lienzo central la iluminación se reforzó mediante un óculo de roscas concéntricas y comunicado con el interior mediante una lámina de alabastro semitranslúcido. La cornisa se apoya en una corona de canecillos de perfil de nacela.

En el interior, este ábside muestra los vanos y el óculo citado y su bóveda de crucería, cuyos nervios reposan sobre columnas adosadas al muro.

Naves

Ventanal románico en la arruinada iglesiaLos arcos supervivientes son apuntados y las bóvedas, de crucería clásica cuatripartita. Los ventanales que han quedado muestran hechuras románicas mediante arcos de medio punto sobre parejas de columnas.

Se aprecia que el templo, siglos después, fue revestido parcialmente de adornos clasicistas, como podemos comprobar en algunas pilastras encapiteladas con fantásticos acantos, angelotes y grutescos.

Como en tantos otros casos, el abandono forzoso de los monjes en la cuarta década del siglo XIX fue letal para el templo. Las gentes de la zona arrancaron tejas y otros materiales provocando humedades y debilitando la estructura hasta que la mayor parte de las bóvedas se desplomaron. Por fortuna, se han mantenido en buen estado las correspondientes a la nave meridional y el brazo meridional del transepto.
Puerta

La puerta occidental se conserva bastante bien a pesar de lo destartalado de la fachada. Tiene aspecto tardorrománico con arcos apuntados y dientes de sierra, muy al estilo de otros monasterios cistercienses. Los cinco pares de columnas tienen capiteles vegetales y se separan entre sí por jambas cuyas aristas están decoradas con puntas de diamante.

Un óculo con tracerías circulares corona el conjunto.

El claustro

El claustro, tras una acertada restauración del siglo pasado, luce impecable con sus cuatro pandas abovedadas con crucería. Los arcos cruceros caen sobre columnitas truncadas -al gusto cisterciense- adosadas en los muros y los machones de las arquerías que dan al patio.

Bóvedas de crucería de las pandas del claustroEstos arcos son ojivales y de aristas vivas lo que confiere al conjunto un aspecto severo y monumental.

Sala Capitular

De la Panda del Capítulo lo que se ha conservado en excelente estado es la sala capitular que es, probablemente`, lo más valioso de todo el Monasterio de Piedra, especialmente tras su modélica restauración que la ha devuelto todo su esplendor.

Tiene planta cuadrada. Las bóvedas son de crucería y apoyan -al estilo de las ramas de una palmera- sobre pilares fasciculados con múltiples columnillas en el centro (con restos de pintura original en sus capiteles de flora vegetal) y apoyos en los muros en forma de ménsulas.

También es espectacular la comunicación de la citada sala capitular con el claustro mediante arcos bíforos apuntados con óculos hexalobulados y multitud de elegantes columnas con capiteles vegetales a base de "crochets".
Capiteles con crochets en la entrada a la salaEn definitiva, no exageraríamos al decir que la Sala Capitular de Piedra es una de las más elegantes y atractivas del Císter en España.

Cocina

La Panda del Refectorio es una de las que mejor han conservado sus correspondientes dependencias claustrales, entre las que citamos la cocina, el refectorio de los monjes y el calefactorio.

La cocina alberga en la actualidad un pequeño museo dedicado al chocolate, puesto que se da la circunstancia de que éste fue el primer lugar de Europa donde se cocinó el cacao proveniente de América. En efecto, el monje cisterciense Fray Jerónimo de Aguilar, que acompañó a Hernán Cortés, envió el primer cacao, junto con la receta del chocolate, al abad del Monasterio de Piedra, D. Antonio de Álvaro.

Abovedamiento de la cocinaAl margen de la interesante exposición, no debemos perdernos el aspecto general de la sala con una bóveda octopartita con respiradero en la clave, completamente renegrida por los humos de las comidas de muchos siglos de uso.

Refectorio

El refectorio del Monasterio de Piedra es otra de las estancias que deleitan al amante del arte medieval. Como era preceptivo en los cenobios cistercienses, se dispone en sentido perpendicular a la panda del claustro. Es de considerable altura y se cubre con bóvedas de crucería sexpartita muy interesantes por su relación con Santa María de Huerta (Soria).

Los arcos apean en columnas truncadas adosadas a los muros, cuyos capiteles vegetales son de lo mejor de todo el monasterio.

En el muro de cierre podemos contemplar un precioso ventanal bíforo rodeado por un arco apuntado y moldura zigzagueante que envuelve un óculo circular central.

Calefactorio

CalefactorioEl Calefactorio es una agradable estancia con arcos y ventanales que conserva en el piso inferior los túneles practicados para calentar la estancia. Esta sala era el lugar donde se preparaban los materiales necesarios para la copia e iluminación de manuscritos que se llevaba a cabo en el scriptorium o sala de monjes anexa.

Callejón de Conversos

El Monasterio de Santa María de Piedra conserva uno de los pocos "Callejones de Conversos" del Císter en España. Se trata de una galería abovedada con medio cañón que unía la zona de vida estos operarios con la iglesia, con el fin de aislarlos de los monjes.

Cilla

Piso superior de la cilla de Monasterio de PiedraTras el Callejón de Conversos encontramos la Cilla o almacén de víveres del monasterio. Es un gran salón de dos pisos superpuestos. El primero está abovedado con medio cañón y arcos fajones, mientras que el inferior lo hace con medio cañón apuntado.

Los propietarios del Monasterio de Piedra han tratado de recrear la disposición de los alimentos en su ubicación original y han creado un pequeño "museo del vino", de la denominación de origen Calatayud.

Palacio Abacial

En el siglo XVIII se reconstruyó el antiguo palacio abacial medieval para convertirlo en un enorme edificio, hoy convertido en confortable hotel del monasterio. De este edificio barroco llama la atención su gran fachada principal con dos pisos de columnas, el más bajo formado por columnas románicas procedentes del antiguo edificio.


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