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Monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes, Palencia

Introducción

Capitel románico de la antigua iglesia del siglo XI. Monasterio de San Zoilo de Carrión de los CondesEl monasterio de San Zoilo, localizado en el municipio de Carrión de los Condes, en la provincia de Palencia, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2002. Se localiza en la orilla derecha del río Carrión, próximo a la calzada romana que fue después utilizada también como Camino de Santiago.

Si bien en la actualidad el monasterio está consagrado a San Zoilo desde el siglo XI (ya que fueron llevadas en ese momento al complejo las reliquias de dicho santo desde Córdoba), según el historiador renacentista, Ambrosio de Morales, el convento estaría dedicado en origen a San Juan Bautista.

Historia del monasterio

Puerta románica descubierta en 1993El monasterio es anterior al año 948, si bien no está claro el año de su fundación. En 1076 la condesa Teresa Sancha lo donó a la orden de Cluny. Fue un centro religioso y político de gran importancia, celebrándose en él concilios y cortes. Además, sirvió de residencia de reyes, centro de peregrinación, etc.

Destaca entre las celebraciones más significativas que acogió el templo el casamiento de la princesa Beatriz de Suabia, nieta de Isaac II Ángelo, y Fernando III el Santo, en 1219. Además, en 1317, la reina regente María de Molina creó el primer Tribunal de Cuentas del reino con sede en el monasterio de San Zoilo.

Sin embargo, a partir del siglo XIV y durante los dos siglos siguientes, el monasterio irá perdiendo importancia y comenzará un declive. Así, en el siglo XVI se independiza de la orden de Cluny, integrándose en la congregación Benedictina de San Benito el Real de Valladolid.

Maqueta situada en la galilea que muestra cómo sería la iglesia románica de San Zoilo, muy similar a San Martín de FrómistaA partir de este momento, el monasterio de San Zoilo vuelve a resurgir y atraviesa una nueva época de esplendor, fruto de la cual se construirá el espléndido claustro renacentista del que más tarde nos ocuparemos.

Con la desamortización, como muchos otros monasterios, sufrió un duro varapalo. En propiedad del obispado de Palencia, fue cedido en 1854 a la Compañía de Jesús para la construcción de un centro escolar. La Compañía de Jesús permaneció en el edificio durante un siglo, pasando después a ser el Seminario Menor Diocesano tras la marcha de éstos en 1954. En 1992 el monasterio fue vendido, si bien la parte monumental quedó en propiedad de la Diócesis, albergando desde entonces, por cesión de su uso, un complejo hotelero. Precisamente, gracias a las obras llevadas a cabo a partir de 1993 para la restauración del edificio y su adecuación como hotel, se descubrió la portada románica del siglo XI, que permanecía cubierta por la actual iglesia.

La iglesia

Gran fachada clasicista  de la iglesia en el costado septentrionalLa actual iglesia data del siglo XVII, si bien la fábrica original era románica de finales del siglo XI. El templo actual es de una sola nave con crucero y cimborrio, cubierta por bóvedas de cañón, con sillería de doble piso, construida sobre los muros del edificio románico original.

Este edificio vino a sustituir la iglesia románica que debió parecerse a la de San Martín de Frómista, con tres naves, transepto no acusado en planta, cimborrio y torres a los pies.

Así, todavía podemos apreciar buen parte de los muros laterales de este templo del siglo XI, incluyendo la torre campanario de la esquina noroeste, además de su preciosa portada principal y vestigios de restos de pintura, marcas de cantería, capiteles, etc.

Como hemos dicho la actual iglesia barroca eliminó los pilares, arcos de separación de naves y bóvedas para convertirla en una sola nave de altura bastante superior, pero respetando las paredes exteriores de las naves laterales de construcción románica.

Lo que se conserva de la iglesia románica

Columnas de la puerta románicaLa iglesia románica de San Zoilo debió construirse después de su donación en 1076 al Monasterio de Cluny, por lo que sería un magnífico edificio del románico pleno.

En la actualidad se conservan parte de los muros laterales con impostas de taqueado jaqués, la parte exterior de la torre noroeste, un capitel historiado en el interior, la puerta oeste y una serie de capiteles recuperados en labores arqueológicas, algunos seguramente procedentes del claustro desaparecido.

La torre

Parte de la torre románica de la antigua fachadaEn el muro norte del complejo monástico podemos observar buena parte de la pared exterior de la torre campanario que se elevó en la esquina noroccidental de la iglesia, actualmente embutida en la edificación moderna.

Ventanal románico en la torreAdemás de una imposta de tacos ha quedado un perfecto ventanal con arquivolta de baquetón, trasdosada por chambrana taqueada. Tiene dos columnas. Uno de los capiteles es vegetal, mientras el otro tiene animales en postura frontal.

Galilea y Puerta románica

Con todo, la parte mejor conservada es la portada occidental que, como hemos señalado, permaneció oculta hasta 1993 y es uno de los mejores, y más antiguos, ejemplos del románico cluniacense (románico internacional de periodo pleno) en toda la península Ibérica. Además, dado que se conservó intacta bajo los muros de la iglesia actual, su estado de conservación es excelente.

GalileaEsta puerta comunicaba la nave central de la iglesia con la galilea que, muy alterada, todavía se conserva.

Recordemos que una galilea es un espacio cubierto que se antepone a la fachada del templo, como un tipo de nártex, con funciones variadas: procesional, sepulcral, etc.

Capitel que muestra a Balaam montado sobre la asnaVolviendo a la portada, tiene ésta un total de cinco arquivoltas. Destacan en ella los fustes de sus cuatro columnas, realizados en mármol, que posiblemente fueron reaprovechados a partir de piezas de un templo romano del siglo II. Los fustes están rematados por sendos capiteles de una gran calidad escultórica, formando los ábacos un friso continuo decorado con palmetas.

Los capiteles, labrados por tres de sus caras, datan de finales del siglo XI y su excelente calidad escultórica ha llevado a pensar que estemos aquí ante el inicio del románico palentino. No cabe duda su relación con San Martín de Frómista y la Catedral de Jaca, extremos comprobables en el uso de clámides de algunos personajes o la presencia d "pitones jaqueses" en las esquinas de los capiteles.

Otro de los capiteles de la puerta románicaEstos cuatro capiteles presentan relieves historiados. Así, en el capitel exterior de la izquierda, se representa (según algunos autores) la llegada de las reliquias de San Zoilo al monasterio, si bien algunos investigadores apuntan a que se representa el traslado del alma de un difunto, posiblemente San Juan Bautista, dada la primitiva advocación del monasterio.

No obstante, es muy difícil de descifrar, pero intuimos que tiene que ver con el alma de difuntos ante el trance de la muerte, posiblemente simbolizada por las dos cabezas de leones.

Hay que advertir, que en la puerta oeste de la iglesia de Santiago, también en Carrión de los Condes, hay un capitel de casi idéntica iconografía.

En el capitel interior se muestran monstruos alados con cola serpentiforme en disposición vertical, probablemente dragones, que simbolizan al demonio.

Otra cara del capitel de la viñaEn la parte derecha de la portada, en el capitel interior se representa el pasaje veterotestamentario de Balaam y la burra, siendo detenidos por el Ángel del Señor con una espada.

Por último, el capitel más exterior representa una escena de dos hombres trabajando en la viña. Se dice con frecuencia que se trata de una vendimia, si bien los operarios trabajan más bien en lo que parece la importante tarea de la poda.

Hay que tener en cuenta que además de una de las tareas básicas del agricultor medieval, en los Evangelios aparecen parábolas relacionados con las viñas:

  • Parábola de los viñadores homicidas.
  • Parábola de los obreros de la viña.
  • Parábola de los dos hijos.

También en el Evangelio de San Juan 15 Cristo proclama: "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador".

Capiteles románicos expuestos en la galilea

Capitel recuperadoDentro de la galilea y a pocos metros a la derecha de la puerta románica se han colocado expuestos una serie de capiteles descubiertos en obras recientes. Algunos parecen pertenecer al claustro románico.

De los figurados, sobresale uno en que un personaje acerca las manos a dos animales. Podemos estar ante la habitual escena del "Señor de los animales" o, incluso ante el vuelo de Alejandro Magno ayudado de grifos.

La otra cara del mismo capitelHay que recordar la leyenda que encarnaba la soberbia de Alejandro Magno que subió al cielo con ayuda de 8 grifos y bajó a la profundidad del mar en un tonel porque no había en la tierra enemigo que le venciesen.

Dos leones afrontadosEn otro aparece una pareja de leones y más a la derecha tenemos una cesta mutilada con dos músicos, quizás una alusión al Rey David.

 

Capitel románico del muro sur

Por último, en el interior de la iglesia queda un capitel románico semioculto en el muro sur que puede pasar desapercibido a pesar de que se ha dirigido un foco luminoso para señalizarlo. Hay varios personajes y animales, Lo más evidente es que una persona mete sus manos en las comisuras de la boca de un león.

Interior de la iglesia de San Zoilo de Carrión de los Condes: capitel con hombres y leónConviene mencionar también sobre la iglesia románica, que se han identificado un total de ciento siete marcas de cantería (marcas esculpidas por los canteros que a través de su estudio permiten conocer muchos detalles sobre los constructores anónimos de los templos) de treinta y tres tipos diferentes distribuidas por los muros del templo.

El conjunto de sepulcros medievales

En el interior de la iglesia, en lo alto del presbiterio, en un arcosolio, descansan los restos de de la condesa Doña Teresa (siglo XI).

A los pies de la iglesia podemos observar una espléndida colección de sarcófagos de la familia Beni Gómez. Los más antiguos, lisos, datan de finales del siglo XI - comienzos del siglo XII.

El resto datan de mediados del siglo XIII y presentan decoración, con escenas labradas del Calvario, la Anunciación o la Epifanía, entre otras. De entre los sarcófagos, tenemos que destacar el de Fernando Malgradinense, yerno de Alfonso VI y señor de Benavente.

Sepulcro que muestra en una de sus caras mayores a Cristo en Majestad, el Tetramorfos y el ApostoladoTambién se localizan en el templo los sepulcros de la condesa Teresa Sancha y de su marido el conde Gómez Díaz, de sus ocho hijos.

Bienes muebles de la iglesia barroca

Tenemos que destacar también el retablo principal. Si bien no es el original del monasterio, ya que no se ha conservado, es una pieza de estilo renacentista dedicada a la Asunción de Nuestra Señora. Data de mediados del siglo XVII y proviene de Baquerín de Campos.

Interior de la iglesia barroca del Monasterio de San Zoilo, Carrión de los CondesDel retablo destacan los relieves laterales, que han sido atribuidos a un seguidor de la escuela de Gregorio Fernández y que están dedicados a escenas de la Virgen. El retablo está rematado por un calvario formado por tallas de más de dos metros de altura que se atribuyen al escultor Antonio de Ribera y en las que se representan a los cuatro Santos Padres de la Iglesia: San Jerónimo, San Ambrosio, San Gregorio y San Agustín. Escondido junto al retablo y dentro de una urna plateada datada en el siglo XVIII, encontramos las reliquias del san Zoilo.

No podemos olvidarnos del órgano, situado sobre la puerta de acceso de la fachada principal, se trata de un órgano barroco castellano con cadeneta, ejemplo muy escaso dentro de este tipo de piezas.

Finalmente, conviene mencionar tres piezas. En primer lugar, en la sacristía se localiza un cuadro que representa el Martirio de San Zoilo y, en el centro, se exhiben dos telas islámicas denominadas "Manto del Conde y de la Condesa", datados por los investigadores en el siglo XI y que fueron extraídas en el año 2003 del interior de una arqueta funeraria del siglo XVIII junto al Retablo Mayor, que alojaba las reliquias de San Zoilo (la arqueta original, en marfil policromada, y datada en el siglo X, se localiza en el Museo Arqueológico Nacional).

El retablo de la iglesiaEstas dos telas fueron declaradas en el año 2012 BIC (Bien de Interés Cultural) con categoría de bien Mueble y parece que ser que llegaron desde Córdoba junto con las reliquias de San Zoilo y de otros santos como regalo de los reyes árabes a los infantes de Carrión. Estas telas, son de una exquisita calidad. La azul, se conserva íntegramente (tiene más de 2 metros de largo) y combina motivos sasánidas y bizantinos. El segundo, también completo, es más pequeño, de color rojo, presenta una serie de medallones con hileras de aves enfrentadas por la espalda. Como dato curioso, cabe mencionar que esta tela conserva los dos orillos (remates originales de los tejidos), que nos indica que la pieza está completa.

El claustro

El claustro del monasterio de San Zoilo de Carrión de los Condes es de lo mejor de su época en toda EspañaEl claustro principal del monasterio es de estilo plateresco y es uno de los elementos de mayor interés artístico, ya que se considera una maravilla de estilo gótico-renacentista única en Europa.

Una de las pandas del claustro de San ZoiloSe trata de un claustro de dos plantas con un jardín en cuyo centro se localiza un pozo con lavamanos al que se accede por la apertura del muro frente al refectorio (comedor del monasterio). Se sabe que este claustro sustituyó a uno anterior, románico, que posiblemente sería de dimensiones más reducidas, pero se desconoce la fecha de construcción (el único dato que se tiene es que en el año 1292 estaba en buen estado). Algunos autores apunten a que quizás la construcción del claustro original medieval dataría del siglo XI. Gracias a las obras de remodelación y restauración para la adecuación del monasterio como complejo hotelero, se ha podido obtener más información sobre este claustro primigenio.

Las bóvedas están repletas de medallones esculpidos con personajes bíblicosEl claustro actual (la planta inferior) fue proyectado por Juan de Badajoz el Mozo en 1537 por encargo del abad Gaspar de Villarroel, pero las obras no se concluyeron hasta el año 1577, ya que los trabajos fueron suspendidos durante varios años por falta de fondos. Tiene treinta y tres metros de lado, cinco de ancho y siete de alto; está compuesto de arcos ojivales. La bóveda de esta zona está dedicada a los infantes de Carrión, que son considerados sus fundadores.

Así, en cada galería se abren cinco arcos ojivales que reposan en sendas pilastras, con un friso de formas platerescas. En total encontramos veinticuatro tamos, cada uno de ellos con su correspondiente bóveda y una amplia imposta labrada que recorre todo el muro. En esta importa se localizan una serie de ménsulas historiadas, adornadas con relieves escultóricos de donde arrancan los nervios que forman las bóvedas de crucería con los terceletes resaltados.

Los rostros de los personajes son de una serenidad griega clásicaEn cada una de las veinticuatro bóvedas, los nervios que arrancan de las pilastras forman un cuadrado en cuyo centro se localiza la clave principal, con un medallón esculpido.

De los vértices de dicho cuadrado otras cuatro claves con sendos medallones. Los espacios de los cuadrados, los terceletes y el resto de la bóveda están decorados con jarrones, escudos.

Destacan sin duda los 230 medallones con retratos de personajes que recorren los muros del claustro en los que se representa la genealogía de Cristo según el Evangelio de San Mateo y, la genealogía de la Orden Benedictina, dedicada a la descendencia espiritual de San Benito.

Ménsula de apoyo a uno de los arcosEn cada capitel de donde arrancan los arcos, hay un busto, y debajo de él se lee su nombre en una cartela que es sostenida por angelitos. En total se estima que las esculturas principales del claustro que corresponden a bustos asciende a 269, con más de 120 esculturas secundarias a base de ángeles, jarrones, florones, etc. siguiendo la profusa decoración que caracteriza al más típico arte plateresco.

Por otra parte, todos los capiteles de las pilastras exteriores de la galería de oriente presentan calaveras, tal y como corresponde al De profundis (se trata de un salmo penitencial que suele emplearse principalmente en la liturgia de difuntos).

La construcción del claustro alto, sin embargo, no se terminó hasta comienzos del siglo XVII, concretamente en el año 1604. Fue el abad fray Antonio Perroto quien, en el año 1584 encargó la su construcción a Domingo Redondo.

Es un claustro de poca altura y mucho más sencillo que el inferior. En la esquina del nordeste, en la unión de ambos claustros, hay una inscripción que dice: "Comenzose este claustro a 7 de Marzo de 1537 en esta esquina, y acabose en ella a 27 de Marzo de 1604" (es decir, las obras del claustro se iniciaron en 1537 pero no se terminaron hasta el 1604).

El pozo y la fuente del jardín datan de finales del siglo XVI, cuando era abad del monasterio fray Ambrosio de Nájera.

Puerta de las Procesiones

Puerta de las ProcesionesEl claustro está comunicado con la iglesia a través de una portada denominada Puerta de las Procesiones, de forma abocinada y arco rebajado, presenta decoración de tramados y elegantes cintas que nos recuerdan a los orígenes medievales del monasterio.

En las enjutas, en dos medallones en relieve, están esculpidos la sibila Europa y el profeta Daniel. Además, el tímpano se remata con un crucifico en la que se plasma la celebración de la Eucaristía, ya que encontramos la representación de un nido de pelícano alimentando a sus crías con su propia carne y sobre él la figura de Cristo crucificado.

(Autores del texto del artículo de ARTEGUIAS:
Leticia Tobalina y David de la Garma)

 

 


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