Guía de la iglesia de Abánades, Guadalajara
Abánades es una pequeña localidad de la zona centro-norte de la provincia de Guadalajara, en la comarca de Molina-Alto Tajo.
Se sitúa a pocos kilómetros al sur de la antigua ciudad episcopal de Sigüenza y de Alcolea del Pinar y a una cuarentena de kilómetros al oeste de Molina de Aragón.
Abánades se alza a nada menos que a 1.039 metros sobre el nivel del mar por lo que su clima es continental con inviernos verdaderamente fríos.
Su población censada es sólo de 60 habitantes pues gran parte de la provincia alcarreña forma parte de esa llamada actualmente "España vaciada".
Este delicioso pueblecillo de Abánades se recuesta sobre una loma a la vera del río Tajuña, siendo presidido por su gran templo parroquial, situado en lo alto de la ladera y con la advocación de San Pedro Apóstol.
Arquitectura
La iglesia románica del siglo XIII fue reconstruida en el siglo XVI, dejando únicamente la galería porticada de su costado del mediodía. El resto del templo posee una nave terminada en una gran cabecera de aspecto cúbico sin demasiada gracia pues carece de decoración.
Una potente torre se adosó al costado meridional, cuyo cuerpo de campanas tiene dos huecos en cada cara.
Muy maltrecha durante la guerra civil, esta iglesia, fue acertadamente restaurada por el arquitecto Antonio Labrada.
Por último, en 1979, la torre y los arcos de la galería fueron también restaurados.
La galería porticada
La galería porticada románica está compuesta por un arco de ingreso central sobre cuerpo resaltado y, a sus respectivos lados, tres arcos de medio punto que gravitan sobre dobles columnas pareadas de cortos fustes.
Los capiteles de este pórtico románico son todos vegetales y esculpidos a bajorrelieve. Los motivos son hojas similares a las de los helechos que pueden ir solas o terminadas en pequeñas volutas.
También hay alguno con gruesos tallos serpenteantes que finalizan también en volutas.
En el muro interior occidental se abre un bello ventanal que parece una portada en miniatura. El vano está rodeado por cuatro arquivoltas planas de arista viva y perfil semicircular sobre columnas y jambas y un tímpano bilobulado, que permite creer en la existencia de un antiguo parteluz central.
Junto a este ventanal hay una gran pila bautismal de probable origen románico decorada con sencillos gallones.