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Guía de la iglesia de San Pedro Alagón, Zaragoza

Libro: ICONOGRAFÍA Y SIMBOLISMO ROMÁNICOIntroducción

La villa de Alagón se sitúa a unos 25 kilómetros al noroeste de Zaragoza aguas arriba del río Ebro, dentro de ese próspero corredor ribereño que en las últimas décadas ha adquirido un notable desarrollo demográfico e industrial y en el que se concentran varias de las poblaciones más importantes de la provincia como Casetas, Figueruelas, Monzalbarba, o la propia Utebo. Muchas de estas localidades son de uso residencial de gentes que trabajan en la capital que sólo dista unos pocos minutos desde sus viviendas.

Iglesia de Alagón

Capital de la comarca de la Ribera Alta del Ebro, Alagón cuenta hoy con más de 7.000 habitantes, habiendo duplicado su población en el último siglo y conservando, como es habitual en tantas localidades aragonesas, un primitivo casco urbano de estrechas callejas de origen medieval donde se sitúa la iglesia, y un moderno ensanche donde se concentra buena parte de su población.

Interior de la iglesia de San Pedro de Alagón, Zaragoza

Breve síntesis histórica

Los orígenes de Alagón se remontan a la época prerromana, circunstancia para nada casual ya que, por su situación, justo en la confluencia de dos de los más importantes ríos aragoneses como el Ebro y el Jalón, lo convertían en un territorio extraordinariamente fértil, estando considerada la más oriental de las ciudades vasconas. De hecho su nombre "Alaun" aparece citado en uno de los llamados "Bronces de Contrebia".

Ya en época romana, llamada Allabone, fue un hito de cierta importancia en la calzada que comunicaba Cesaraugusta (Zaragoza) con Turiaso (Tarazona). Posteriormente, durante el dominio musulmán dependiósiempre de Zaragoza hasta su reconquista en 1118 en tiempos de Alfonso I, siendo desde entonces una de las poblaciones aragonesas con mayor presencia de mudéjares dedicados a la agricultura. Contó también con una judería de cierta relevancia.

Costado norte de la iglesia de Alagón

Es en la Baja Edad Media cuando Alagón vive uno de sus momentos de mayor prosperidad, adquiriendo el título de Villa y albergando varios episodios de relevancia histórica como las Cortes convocadas en 1288 por el Rey Alfonso III o, medio siglo después, la boda entre el Rey Pedro IV el Ceremonioso y María de Navarra.

Uno de los cuerpos de la torre campanario

Este acontecimiento de enlace matrimonial real se celebra actualmente en Alagón con unas actividades lúdicas y culturales en las que se organizan jornadas, talleres y hasta una feria medieval. Hay que recordar que ésta fue la primera boda real de la Corona de Aragón que se celebró fuera de Zaragoza. La causa fue que la novia, María de Navarra, que tenía sólo 12 años, enfermó durante su viaje desde Tudela, motivo que obligó a Pedro, de 19 años, a dirigirse a Alagón para que se pudiera celebrar el matrimonio.

Panel conmemorativo de la boda real

Es en esta época bajomedieval cuando, sobre la antigua mezquita, se construye la iglesia de San Pedro.

Decoración gótico-mudéjar de una de las capillas

La iglesia de San Pedro de Alagón

La iglesia de Alagón se sitúa en la parte más elevada de la población, junto a los escasos restos de la primitiva fortaleza y, muy probablemente, sobre el solar sobre el que se levantaba la mezquita mayor de la población. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 2002.

La iglesia desde el noroeste

Tipológicamente responde al modelo mudéjar bajomedieval ribereño, hermana por ejemplo de la iglesia parroquial de Tauste o de la capitalina parroquia de San Pablo: nave única, cabecera poligonal y torre a los pies.

Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Alagón

A falta de referencias documentales fidedignas más allá de hechos históricos sí documentados y que es de suponer que tendrían escenario en la iglesia, sobre sus orígenes existen dos teorías:

Una primera que apunta a una construcción "ex novo" entre finales del siglo XIII y la primera mitad del siglo XIV y otra que señala que una vez reconquistada la localidad, se aprovecharían los restos de los muros y el alminar de la antigua mezquita en el siglo XII.

La iglesia de Alagón desde el sur

Más allá de su origen arqueológico y de un reaprovechamiento o no de la vieja mezquita, lo que parece claro es que la iglesia en sí misma, en su estado actual, es el resultado de dos campañas constructivas bien diferenciadas:

Cabecera

La primera, en torno a 1300, se levanta una iglesia de una sola nave de dos tramos con cubiertos con bóveda de crucería y rematada en una cabecera pentagonal abierta en con dos grandes ventanales góticos sin contrafuertes. A los pies, exenta y quizás aprovechando restos anteriores, la torre campanario octogonal.

Ventanal norte del ábside

En una segunda fase ya a finales del siglo XV y principios del XVI se acomete una ampliación consistente en añadir un tramo en la nave hacia los pies, de manera que se clausura la primitiva fachada occidental quedando unida al campanario, que pierde su condición de exento. De este momento es la sencilla puerta occidental -hoy cegada- de formas clasicistas.

Puerta del siglo XVI

En esta misma campaña a cada uno de sus costados y a modo de falso crucero se abren sendas capillas laterales dedicadas a la Virgen del Carmen que actualmente sirve de portal al sur, y al Santo Cristo al norte.

De igual modo, es en este siglo XVI cuando se decide crear una bóveda superior al tejado medieval con el fin de que la humedad de la lluvia no afectase a las bóvedas sirviendo de "respiradero". Este cuerpo superior adosado sobre el templo se comunicó con el exterior mediante la tan típicamente aragonesa galería de arquillos.

Galería aragonesa

En la cabecera, la decoración mudéjar que abraza todo su perímetro se basa en seis estrechas fajas ornamentales en los que se alternan cruces rehundidas, ladrillos en esquinilla doblados y formas en zigzag. Las cornisas originales, antes de la adición de la galería de arcos, remataban con falsos canecillos en saledizo.

Decoración mudéjar del ábside

El espacio eclesial interno responde a los cánones típicos del gótico-mudéjar aragonés, articulándose el espacio en una amplia nave de tres tramos separados por arcos apuntados, cubriéndose los dos primeros con bóveda de crucería simple, y el más occidental, añadido posteriormente y sobre el coro alto, con crucería estrellada.

Interior de la cabecera

La cabecera, poligonal, se resuelve mediante crucería nervada sobre ménsulas, abriéndose esos grandes ventanales de sabor normando también abiertos al exterior.

Mientras que al exterior sí se aprecia perfectamente la decoración mudéjar de esa primera etapa de en torno a 1300, al interior, entre revocados, encalados y reformas, apenas quedan visibles restos de esa primera fase, siendo mucho más llamativa y vistosa la de su ampliación tardogótica, especialmente la de sus capillas laterales.

Al lado del evangelio, la llamada Capilla del Santo Cristo, hoy utilizada como capilla bautismal, abre mediante un elegante arco de carpanel con minuciosas yeserías vegetales, coronándose con el escudo de Juan de Aragón flanqueado por grifos. En esa capilla el elemento más llamativo es un Crucificado del siglo XV.

Entrada a la Capilla del Santo Cristo

Frente a ella, en el lado de la epístola y haciendo hoy las veces de porche de entrada, la antigua Capilla de la Virgen del Carmen, también con magníficas yeserías en el que maridan con exquisito gusto las fórmulas mudéjares y las ya renacentistas.

Decoración gótica y mudéjar

¿Campanario mudéjar o alminar?

La torre campanario, auténtico icono monumental del conjunto, se yergue en el ángulo surooccidental del templo, articulándose en tres cuerpos al exterior, el primero liso (sólo con un friso de esquinillas) y con muros en talud para dar firmeza a la estructura.

¿Campanario o alminar?

El segundo, ciego y sin ventanas, queda delimitado por frisos de ladrillos en esquinilla y se subdivide a su vez en tres paneles de arcos mixtilíneos entrecruzados formando una genuina sebka, red de rombos y formas triangulares.

Sebka

Por fin, el tercero, abierto en dos cuerpos de ventanas con ajimeces de arcos apuntados y parejas de túmidos separados por paneles de zigzag.

Cuerpo superior del campanario de Alagón

El remate aterrazado es ya de la segunda campaña.

Remate superior aterrazado

Al interior y por su estructura, el campanario responde al modelo de alminar almohade de torre doble en la que una abraza a otra, separándose por un pequeño hueco de escaleras abovedado mediante aproximación de hiladas y que va remontando las cinco cámaras en que se estructura al interior.

Desde hace algunos años, algunos arquitectos como J. Miguel Pinilla, Javier Peña y Jaime Carbonel coinciden en considerar esta torre, tradicionalmente considerada como mudéjar y por tanto construida tras la reconquista cristiana, como un auténtico alminar edificado probablemente durante el régimen de la Taifa de Zaragoza. Para los citados autores, las torres de Alagón, Tauste y San Pablo de Zaragoza pertenecen a la arquitectura zagrí, neologismo asignado a la arquitectura desarrollada en la Marca Superior de Al-Andalus.

La torre desde el sur

Jaime Carbonell amplía la nómina de torres que considera tomadas erroneamente como mudéjares y que serían alminares reutilizados:

"Este fenómeno sucede con más de una treintena de torres aragonesas erróneamente catalogadas como mudéjares, siendo realmente, en su origen, alminares erigidos en el siglo XI. Ejemplos de ello son las torres de San Pablo y la Magdalena en Zaragoza, o las de Utebo, Alagón, Tauste, Ateca, Longares, etc."

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