Cambre es una localidad situada a tan solo 13 kilómetros por carretera de A Coruña en dirección al sureste. La visita a esta localidad tiene, como es lógico, su principal aliciente en visitar su iglesia románica de Santa María que resulta toda una sorpresa para el que no la conozca por su gran porte, compleja arquitectura y decoración abundante, además de obras de arte mueble de lo más interesante de Galicia.

Aunque ahora juega su papel como templo parroquial de la localidad, parece obvio que en el momento de su construcción debió cumplir con otra función.

En efecto, el origen de Santa María de Cambre es altomedieval. Se suele atribuir su fundación al conde Alvito que, tras la muerte de su esposa, decide fundar un monasterio junto a sus hermanas Vistiverga, Urraca y Odracia. Estamos en el siglo IX y Galicia forma parte del esforzado Reino de Asturias.

Tanto en época del Reino Hispanovisigodo de Toledo como en los primeros siglos de vida del Reino Astur, era frecuente -especialmente en tierras gallegas- la creación de cenobios de carácter familiar y hereditario, es decir, constituido por una familia -normalmente de la nobleza rural- y sus sirvientes con la garantía de que el abad sería siempre un miembro de dicha familia que lo fundó. También era de lo más normal que estos monasterios fueran dúplices. La regla monástica que se seguía para la organización de trabajos, rezos, comidas, descansos, etc. era la de San Fructuoso de Braga.

Uno de los abades descendientes de Alvito lo anexionó en el año 942 al monasterio de San Paio de Antealtares en Santiago de Compostela, convirtiéndose en priorato suyo hasta finales del siglo XV.

A lo largo del siglo XII se construyó la iglesia actual aunque pudo realizarse en varias etapas. En uno de los pilares existe una inscripción que cita la fecha de 1194.

En 1589 el pirata Drake sitia la capital pero no consiguió vencerla por lo que se dedicó a asolar los alrededores y estas correrías del pirata afectaron a nuestra iglesia que fue incendiada. En cualquier caso, las noticias nos informan de que en buena parte de su historia, la comunidad de monjes fue muy pequeña o inexistente.

Con la desamortización de 1835, la iglesia de Cambre deja de ser monasterio y se convierte en templo parroquial del caserío que había ido creciendo por influencia del cenobio.

Arquitectura

La iglesia románica de Santa María de Cambre es un sorprendente templo de tres naves de cuatro tramos (la nave central es más ancha que las colaterales como suele ser lo más frecuente), transepto saliente en planta y una compleja cabecera formada por una capilla mayor enfrentada a la nave central y una girola de forma hemidecagonal abierta a un total de cinco absidiolos de planta semicircular.

Exterior

Lo primero que llama la atención es la cabecera con sus capillas radiales anillándola. Tienen estos absidiolos forma semicilíndrica con contrafuertes y tres ventanales cada uno, de arco de medio punto. Hay pequeñas diferencias entre estas ventanas de unos ábsides y otros, pero no rompen la armonía del conjunto.

La puerta de ingreso se encuentra en la fachada occidental que es de estructura muy trabajada. Está dividida en tres grandes paños de igual anchura a las naves interiores, mediante dos contrafuertes con sendas semicolumnas entregas en sus frentes.

En las calles de los extremos hay dos ventanales de iluminación de las naves laterales. Son de tipo portada con columnillas y arquivoltas polilobuladas.

En el extremo superior de la calle central tenemos un rosetón con nueve óculos y moldura polilobulada (con arcos de herradura) que da luz a la nave central.

Dejamos para el final la puerta que se construyó mediante tres arquivoltas de medio punto de baquetón y molduras vegetales. La superior tiene relieves de animales desgraciadamente bastante erosionados más un Daniel en el foso de los leones en la clave y dovelas adyacentes.

El tímpano muestra el motivo teofánico del Agnus Dei dentro de un nimbo, muy frecuente en el románico gallego, pero no lo es el que esté sujeto por dos ángeles, algo más habitual en Navarra, Aragón y Cataluña.

Las seis columnas se reparten en grupo de dos y una. Uno de los capiteles dobles muestra el combate de un personaje (parece un soldado) que clava la lanza en la boca de un ser demoniaco. Puede tratarse de San Miguel o del Miles Christi. El opuesto es más claro, se trata de un pesaje de las almas entre el arcángel San Miguel y el demonio.

El dintel del tímpano es sostenido por dos mochetas que representan a sendos personajes, uno con un libro abierto y el otro con un rollo desplegado en alusión al Nuevo y al Antiguo Testamento, respectivamente.

El tejaroz que resguarda de la lluvia la puerta tiene canecillos de figuración animalística y algún músico. Por último, citamos la espadaña de no muy grandes dimensiones y dos huecos de campanas que corona el hastial de este imafronte.

Existe otra puerta lateral abierta en la nave meridional que comunicaba el templo con el claustro, hoy desaparecido. Fue reedificada en 1908 pero conserva las mochetas originales con cabezas de animales (leones) que engullen personas en un probable simbolismo de la muerte iniciática.

Interior

El interior de la iglesia de Cambre tiene las naves divididas en cuatro tramos por pilares de sección cuadrada con semicolumnas que sostienen arcos de medio punto, tanto formeros como diafragma, pues no existen bóvedas sino techumbre de madera. Parece ser que fue el crucero el que sufrió posteriormente las mayores transformaciones, ya que las dimensiones de los pilares centrales parecían exigir en el encuentro del transepto con la nave central un mayor desarrollo en altura, quizás un cimborrio.

En el interior hay tres interesantes inscripciones que nos dan información sobre los constructores del templo y su fecha:

La temática de los capiteles es mayoritariamente vegetal aunque hay tres donde se esculpieron parejas de leones y grifos mordiéndose, hombres en medio de leones y cabezas felinas entre volutas.

La parte más espectacular y característica de Santa María de Cambre es, sin duda, la girola que se cubre con bóveda anular y arcos fajones.

En las cinco capillas radiales los arcos triunfales son apuntados, y sus bóvedas de cuarto de esfera llevan arcos coincidentes en la clave, que emergen de columnas entregas de los muros de los hemiciclos.

Dentro del apartado de arte mueble, sorprende el número de piezas que conserva la iglesia de Cambre.

Se ha conservado la pila bautismal de morfología caliciforme, dos capiteles que sirven de pie a pilas de agua bendita. Uno de ellos lleva la ya citada inscripción de 1194.

Igualmente tenemos en la iglesia de Cambre una losa rectangular de piedra con un bajorrelieve románico de la Virgen con el Niño.

Muy interesante es una pieza colocada bajo el altar. Parece un tímpano de puerta colocado boca abajo. El relieve parece ser un Agnus Dei sobre un altar entre dos personas. Puede ser una pieza románica o paleocristiana

Por último, mencionar la llamada "Hidria de Caná", que es un recipiente de piedra parecida a una pila bautismal aunque con la copa mucho más vertical. Tiene la siguiente inscripción: IDRIE IhlM, que podría establecer su origen en Jerusalén.