Guía de la iglesia de San Pedro de Lourosa, Portugal
La iglesia de San Pedro de Lourosa (Igreja Moçárabe de São Pedro de Lourosa, o Igreja Matriz de Lourosa, en portugués) se encuentra situada en Oliveira do Hospital, dentro de la Región Centro.
Se puede llegar a ella por carreteras sinuosas desde Coímbra, Guarda o Viseu.
San Pedro de Lourosa es uno de los edificios cristianos medievales más antiguos que se ha conservado en Portugal, pues una inscripción en un sillar indica la Era de 950:
ERA DCCCCL
Lo que equivale al año 912 d. C.
El edificio fue puesto en valor a principios del siglo XX por lo que se convirtió en Monumento Nacional portugués en el año 1916.
No mucho tiempo después, en 1930, se va a llevar a cabo una importante restauración que pretendió devolver las formas originales al templo pues había sido muy modificado en diversas campañas desde su primitiva construcción. Precisamente, esta radical restauración es la que dio como fruto el conjunto edilicio que ahora podemos ver, siempre con algunas dudas sobre la autenticidad de lo restaurado, especialmente en el exterior.
En aquella obra reconstructiva de comienzos del pasado siglo se hicieron estudios arqueológicos en el subsuelo y en las proximidades de la iglesia y salieron a la luz restos romanos y una necrópolis de tumbas excavadas en la roca de disposición antropomorfa.
Considerada habitualmente como mozárabe por su fecha de construcción en el siglo X, los arcos formeros de herradura y la existencia de un ventanal ajimezado, la iglesia de San Pedro de Lourosa ha alcanzado gran fama en Portugal y es objeto de estudio de arqueólogos e historiadores.
También ha sido incluida en la Rota da Moura Encantada (Ruta de las rutas europeas que denotan la presencia árabe). También se realiza una feria mozárabe, pionera en el país, que ya suma varias ediciones.
Arquitectura
El material constructivo es de sillería bien cortada de hiladas regulares con finas llagas y tendeles de mortero entre los sillares, lo que recuerda a la arquitectura visigoda y más aún a la romana.
Tras la restauración comentada, San Pedro de Lourosa es un edificio planta de cruz latina de tres naves, mucho más ancha la central que las laterales. Un nártex de un solo compartimento precede la entrada a la nave central.
Tiene un transepto que ocupa el ancho de las tres naves más dos capillas rectangulares en sus extremos que sobresalen de las laterales y son las causantes de la planta cruciforme indicada. Por su parte, la cabecera consta de tres ábsides, muy grande el central y enanos los colaterales.
Las citadas naves se separan mediante arcos de herradura poco cerrada con el extradós de los salmeres cayendo rectos -al modo visigodo- y los soportes son columnas bajas con basas y capiteles que parecen imitar el orden toscano romano.
Hay que recordar que la columna toscana deriva de la dórica griega pero aquélla fue empleada por etruscos y romanos, no por lo helenos. De nuevo cobró importancia durante el Renacimiento italiano. Esta imitación de columnas romanas es propia de la arquitectura visigoda, aunque también existe la posibilidad de que sean auténticas columnas romanas bajoimperiales reutilizadas (de acarreo), algo muy habitual en los templos altomedievales.
Hay que fijarse bien en las columnas y dovelas de los arcos porque, además de la importante inscripción citada que fecha la iglesia a mitad del siglo X, existen otras inscripciones con diferentes datas.
Por otro lado, también una observación detenida nos permitirá comprobar que quedan restos de capas de policromía en dichos arcos y columnas.
Aunque se tilda a San Pedro de Lourosa de mozárabe, la verdad es que no hay prácticamente nada en su arquitectura que parezca confirmarlo:
Conclusión
Aunque es muy aventurado establecer conclusiones sobre este tipo de edificios altomedievales tan modificados posteriormente y, además muy retocados en su moderna restauración, podríamos decir que pudo ser iniciada durante el largo reinado del Alfonso III el Magno, que gobernó el Reino de Asturias entre 866 y 910. En ese momento, el territorio donde se ubica San Pedro de Lousada estaba poco dominado por los musulmanes y bien pudo construirse como monasterio de una comunidad de monjes acogida por la población cristiana que allí existiría. En este caso estaríamos hablando de un edificio donde se combinan formas y materiales de tradición hispanovisigoda con otros prerrománicos asturianos.
Tampoco se puede descartar que un templo visigodo se construyera aquí en el siglo VII d. C y, tras siglos de abandono como consecuencia de la invasión musulmana, fuera parcialmente reconstruido durante el avance repoblador que llevó a cabo en estas tierras el Reino de Asturias y luego su sucesor, el de León, en el siglo X.