Guía de la iglesia de San Sebastián, Segovia
La ciudad de Segovia conserva más de una veintena de iglesias románicas o, al menos, restos apreciables.
En este sentido, la capital segoviana es la ciudad española con más monumentos del estilo junto a Zamora.
Bien es cierto que la triada monumental formada por el acueducto romano, la catedral gótica y el alcázar han eclipsado siempre este rico patrimonio románico.
En las guías convencionales suelen aparecer normalmente los templos románicos más importantes o mejor conservados como las iglesias de San Millán, San Martín, San Justo (por sus pinturas) y la Vera Cruz.
Pero hay otras muchas parroquias románicas segovianas que son dignas de interesarnos en ellas como la que protagoniza este artículo: la iglesia de San Sebastián.
Iglesia de San Sebastián de Segovia
En la plaza de San Sebastián, junto al extremo septentrional del acueducto, su homónima iglesia es un notable ejemplar románico que ofrece muchos aspectos interesantes en el exterior, frente a un interior desgraciadamente muy alterado en época moderna.
Arquitectura
Como decimos, de la iglesia de San Sebastián sobresale el aspecto exterior que es lo mejor conservado de estilo románico.
Originalmente constaba de una sola nave rectangular engarzada a una cabecera con ábside semicilíndrico. Al norte se ubica la torre campanario y muy probablemente contaría con una galería porticada en el costado meridional que hoy ya no encontramos. La fachada occidental mantiene la puerta original aunque alterada.
Cabecera
Es precisamente este ábside lo mejor de este templo parroquial. Lástima que esté muy agobiado por edificaciones próximas que sólo permiten una vista con buena perspectiva desde el norte.
Está construido con buena sillería de piedra caliza que ha adquirido con el paso de los siglos una tonalidad amarillenta. Está articulado en tres calles por una pareja de columnas entregas que suben hasta el alero, con un ventanal cada una.
Los capiteles y los canecillos se encuentran muy erosionados, como es casi norma en el románico de la capital segoviana. No obstante se adivinan formas zoomorfas y antropomorfas en algunos de ellos.
Los canecillos mejor conservados son cuatro ubicados en el sector meridional del ábside Muestran los bustos de un hombre y una mujer, él barbado y ella con tocado característico de las mujeres casadas.
También hay dos canecillos que forman una iconografía complementaria pues se trata de un músico tañendo una fídula oval y un contorsionista.
Los tres ventanales de este ábside son de tipo portada con las habituales arquivoltas de medio punto y guardapolvos taqueado sobre parejas de columnillas. Varios de sus capitales imitan las cestas corintias romanas con hojas de acanto y volutas.
Hay algunos figurados con una sirena de doble cola, arpías con vestimenta humana como en la galería de San Martín y pareja de leones.
Fachada occidental
La fachada de los pies tiene una portada abierta en cuerpo saliente con tejaroz de canecillos de nacela y metopas al estilo local, que en su origen era de tres arquivoltas al modo clásico, con profusa decoración de entrelazos en sus arquivoltas planas.
Esta puerta se alteró cegándola parcialmente y abriendo un ingreso más bajo y pequeño.
En sus columnas, uno de los capiteles lleva varios grifos fracturados y el opuesto demonios alados que atormentan a un hombre.
Torre campanario
Adosada a la esquina nordeste de la iglesia hay una torre de ladrillo, similar a la de Santa Marina de Cuéllar. Tiene un primer cuerpo de sillería. Sobre éste hay otro cuerpo con dos parejas de arcos triples ciegos de ladrillo encuadrados por falso alfiz en cada cara. El cuerpo de campanas está construido con piedra y ladrillos con arcos carpaneles que denotan una fecha posterior de construcción.
El interior fue completamente reformado en época barroca.