Guía de la iglesia de Luzás,
Huesca
Introducción
Luzás es una pequeña localidad de la histórica comarca de La Ribagorza, al este de la provincia de Huesca. Cuenta con dos monumentos medievales relevantes aunque poco conocidos: una torre defensiva fechada en el siglo XI, en plena época de la Reconquista, y la iglesia románica de San Cristóbal.
La iglesia románica
La iglesia de San Cristóbal (Monumento Nacional desde 1980) se sitúa en el municipio de Luzás, en la comarca oscense de Ribargoza. Es una iglesia de comienzos del siglo XII, de armoniosas proporciones y construida con sillería cuidadosamente tallada, perteneciente al Románico Internacional.
Su relación de planta, alzado, incluso escultórica, con la iglesia del Monasterio de Santa María de Alaón es evidente, si bien es posterior y ha perdido las características lombardas del cenobio. No obstante, aunque adscrita como hemos dicho el Románico Internacional y no al Lombardo, conserva proporciones, alzados, y elementos que indican que la tradición anterior no ha terminado de quedar completamente olvidada.
El edificio tiene planta basilical con tres naves orientadas de forma canónica, y que rematan en tres ábsides semicirculares, el central de mayor anchura que los laterales. En el centro de cada uno de ellos se abren tres ventanas, con arcos de medio punto abocinados con un doble derrame hacia el interior y el exterior. Los ábsides se rematan con un friso decorado con taqueado jaqués, y que se apoya en pequeños canecillos decorados con formas geométricas, antropomórficas y zoormórficas.
El cuerpo de la iglesia es más alto que los ábsides. En el muro oriental que sobresale por encima de la cabecera, se aprecian dos contrafuertes que marcan la división interna de las naves. En este hastial hay otros tres pequeños vanos muy originales con forma de cruz griega que, además de mostrar un evidente significado religioso, contribuyen a iluminar el interior del templo.
El muro meridional presenta una gran verticalidad, acentuada por los finos contrafuertes románicos que lo dividen en cuatro tramos, luego -tres de ellos- reforzados en época moderna como estribos potentísimos. En los dos tramos más cercanos a la cabecera, la parte superior del lienzo se remata con una cornisa decorada con ajedrezado, sostenida por canecillos, muy similares a la de los ábsides.
En esta parte del muro hay una pequeña y my sencilla puerta de acceso, que en la actualidad se encuentra cegada. En las impostas parecen rudas figuras de cuadrúpedos y seres humanos.
En el tímpano hay incisas en la piedra una cruz griega patada, las letras "MAR" (¿María?), un dragón, una cruz tetrafoliada inscrita en dos círculos, junto a otros símbolos. También puede leerse el nombre de "Petrus". En el último tramo del muro se abre una ventana con arco de medio punto.
La interpretación de estos símbolos no es clara, si bien la relación entre el dragón (Satanás) y María -la Madre de Dios- es evidente en el Cristianismo. En el Génesis se indica que la descendencia de la Mujer -Cristo- vencerá definitivamente a la serpiente (diablo):
Por su parte, en el Apocalipsis de San Juan se relata la victoria de María sobre el mal através de su Hijo Jesucristo:
"Un gran signo apareció en el cielo: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. Está embarazada y grita por los dolores del parto, por el sufrimiento de dar a luz. Luego apareció otro signo en el cielo: un gran Dragón Rojo, con siete cabezas y diez cuernos, y con una corona en cada una de sus cabezas. Con la cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo y las lanza sobre la tierra".
"El Dragón se detuvo justo delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo tan pronto como naciera. Y la Mujer dio a luz a un hijo varón, el cual ha de gobernar a todas las naciones con cetro de hierro. Pero su hijo le fue arrebatado y llevado ante Dios y ante su trono. Y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un lugar, para ser allí alimentada durante 1260 días"
En el extremo septentrional se levanta una esbelta torre campanario, que fue construida en época moderna. Sus dos tramos iniciales tienen planta cuadrangular. Sobre ellos se levantan otros tres cuerpos octogonales, separados mediante cornisas.
En la parte superior del muro hay un óculo, que se encuentra cegado. La portada de acceso se sitúa en el centro del muro, y se abrió en el siglo XVI. Está formada por un sencillo arco de medio punto con dovelas muy destacadas. En el interior todavía pueden verse algunos restos del acceso original, de donde se deduce que estaba formado por un arco de medio punto. En el extremo sur de esta fachada hay otra portada adintelada, que se encuentra cegada.
Interior
El interior resulta luminoso y diáfano, debido a la altura de la nave central. Las naves se cubren con bóvedas de cañón, y los ábsides tienen bóvedas de cuarto de esfera con imposta ajedrezada, salvo uno que fue destruido durante la Guerra Civil Española.
Se aprecia en el conjunto del templo algunas irregularidades que pudieran deberse a replanteos o a alguna reconstrucción puesto que no coincidencia importas con las bóvedas.
Los pilares que separan las naves en los tramos más próximos a la cabecera tienen una base cuadrada, y medias columnas adosadas, que rematan en capiteles decorados con formas geométricas, animales y vegetales:
El muro norte está marcado por dos capillas que
se construyeron posteriormente junto al presbiterio, destruyendo el
muro medieval primigenio, y rompiendo la armonía del edificio.
Al igual que en la citada iglesia del Monasterio de Alaón, los tramos más próximos a los pies de la iglesia se articulas mediante arcos formeros y fajones que se apoyan en columnas exentas.
(Autores del texto del artículo de
ARTEGUIAS:
Víctor López Lorente y David de la Garma)