Viajes guiados
 PÁGINA DE INICIO 

 

Guía del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda de Toledo

Introducción

Museo de los Concilios en la iglesia de San Román de ToledoEl Museo de los Concilios de Toledo y la Cultura Visigoda es uno de los hitos más importantes del conjunto monumental de Toledo. Fue inaugurado en 1969.

Al tener esta ciudad uno de los mayores patrimonios artísticos más amplio y rico del mundo, muchos de sus monumentos pasan bastante desapercibidos pues son otros los que atraen la atención de los turistas, que no saben bien dónde fijar la mirada ante tanta maravilla.

Esto es lo que, de alguna manera, sucede con este museo, que a pesar de su enorme valor no es una de las referencias principales del turismo que pasea por la ciudad. A esto hay que sumar la falta de señalización -incomprensible en una ciudad como Toledo- y su ubicación en uno de los barrios de urbanismo más enrevesado del casco antiguo por lo que uno puede llegar a tener dificultades para encontrarlo aunque se vaya expresamente.

Dios, Eva y el árbol prohibidoEl interés del Museo de los Concilios y la Cultura Visigoda hay que buscarlo no sólo en la colección de piezas expuestas sino también en el lugar donde se ubica, la iglesia mudéjar de San Román, uno de los templos medievales más interesantes de Toledo.

La sede del museo: Iglesia de San Román

Se trata de un edificio que reemplazó a una mezquita musulmana en el siglo XIII y que se construyó con arreglo a la moda del momento, es decir como un edificio mudéjar de planta basilical de tres naves, con ábside central. La cabecera es lo que más sufrió transformaciones, transformándose la capilla al estilo plateresco y su cúpula es obra de Alonso de Covarrubias.

Las naves se separan mediante pilares de ladrillo con dos columnas adosadas en sus frentes que reciben los magníficos arcos de herradura. Encima de este nivel hay sendos falsos triforios con tres vanos de medio punto en cada tramo. La cubierta de las naves es de madera.

Esta mezquita, como debió ocurrir de forma generalizada, reaprovechó para su construcción capiteles romanos e hispanovisigodos anteriores (testimonios de ello lo tenemos en la Mezquita de Bab Al Mardum y las Tornerías).

Cuando se construye en el siglo XIII el templo cristiano, se aprovecharon dichos capiteles, cuyo conjunto es uno de los aspectos más interesantes de la visita.

Broche visigodo del museoEl otros aspecto que debe centrar la atención del visitante es, sin duda, el conjunto de pinturas murales que se reparten por el hastial, muro sur, los intradós de los arcos, etc. Son pinturas de tradición románica, aunque con mucha movilidad de los personajes. Mucho se suele hablar del carácter mudéjar o incluso hispano-árabe de estos frescos, pero en lo esencial pertenecen a la tradición tardorrománica y que también localizamos en numerosas iglesias mudéjares del siglo XIII del ámbito de Madrid, Ávila y Toledo (Cristo de la Luz, Valdilecha, Camarma de Esteruelas, Santorcaz, Arévalo, etc.).

Además de obispos y otros personajes, lo más destacable es la escena de la Resurrección de los muertos y una magnífica escena de Dios Padre junto a Adán y el árbol. También son muy expresivas las representaciones de ángeles. En uno de los fragmentos, aparece un ángel con un gigantesco dragón.

Colecciones del Museo

Broche, collar y fíbulaLas piezas que se exponen en el museo pueden clasificarse en dos categorías: originales y reproducciones. Dentro de las originales encontramos multitud de elementos arquitectónicos como capiteles de grandes columnas, otros más pequeños pertenecientes a maineles y canceles, frisos decorados con motivos geométricos, losas con epígrafes, etc.

También es interesante las piezas de orfebrería como broches, fíbulas, hebillas, collares, anillos y otros pequeños objetos.

En cuanto a reproducciones hay que resaltar las copias del tesoro de Guarrazar y de un sepulcro paleocristiano.


Libros, Seminarios y
Viajes de Arteguias