Guía del Museo de los Fueros de Sepúlveda, Segovia
Desde
aquí aplaudimos la magnífica iniciativa de la rehabilitación
y musealización de la iglesia románica sepulvedana
de los Santos Justo y Pastor para convertirla en el Museo de los
Fueros de Sepúlveda.
Y es que, hasta hace unos pocos años, la visita a la iglesia de santos mártires Justo y Pastor de Sepúlveda era una aventura casi imposible, pues durante mucho tiempo estuvo cerrada a cal y canto,destartalada y su estado casi ruinoso.
Por ello, esta iglesia románica no es tan conocida como las del Salvador o la Virgen de la Peña, y sin embargo se trata de un templo del máximo interés por lo complejo de su estructura y riqueza escultórica.
Iglesia de los Santos Justo y Pastor
Esta antigua parroquia de Sepúlveda fue declarada Monumento Nacional el 3 de junio de 1931. Se encuentra muy cerca de la puerta del «Ecce Homo» de la muralla, en dirección a la iglesia de la Virgen de la Peña.
Se
trata de un edificio complejo por las diferentes fases constructivas
en que fue edificado. Ello lo atestigua la irregularidad de su planta
de tres naves siendo bastante más estrecha a los pies que
en la parte de engarce con la cabecera. La presencia de su torre,
posiblemente anterior al resto de la fábrica, es un elemento
a considerar como responsable de estas irregularidades.
Una vez finalizado las campañas románicas se trataba de un templo de tres naves separadas por arcos dobles de medio punto sobre pilares con columnas en los frentes, con el objetivo inicial de abovedar el templo. El intento fue fallido y la cubierta es de madera. Las naves se rematan en otros tantos ábsides, con la excepcionalidad de tener por debajo una cripta de idéntica planta.
Siglos después, se modificó
la estructura de arcos formeros ampliando la luz de los arcos y
eliminando ciertos pilares.
Exterior
Exteriormente,
el ábside central tiene tres columnas y sólo conserva
un ventanal de arquivolta sobre columnas, más la corona de
canecillos. El absidiolo del Evangelio tiene un vano similar en
su centro y la corona de canecillos de ambos ábsides representan
motivos geométricos, junto a cabezas de animales.
Una torre de mampostería con esquinas de sillería y cubierta por bóveda esquifada de ladrillo, que cabalga sobre el ábside de la Epístola, completa la estructura románica, siendo para algunos autores la parte más antigua del templo.
Como
consecuencia del rosario de alteraciones citadas, no han sobrevivido
portadas ni muros exteriores originales, salvo en la cabecera.
Interior
Lo primero que advertimos cuando entramos en esta iglesia es la especial e intensa iluminación adaptada a funciones museísticas y que, por tanto, difiere de la habitual en una construcción para usos litúrgicos. El aspecto positivo es que podemos apreciar perfectamente la iconografía de los capiteles.
Otra
cosa que nos llama la atención es que los arcos formeros
de los pies de la iglesia son más pequeños y parecen
más antiguos que el resto de la iglesia.
Al ábside del Evangelio se accede por arco triunfal con capiteles que representan monstruos cuadrúmanos entre follajes y leones. El ventanal deja ver dos representaciones de aves picoteando frutos de vid.
El ábside central está tapado por un retablo barroco, pero conserva los buenos capiteles del arco triunfal, que representan la Adoración de los Reyes Magos y el martirio de los santos titulares.
La capilla de la Epístola está desviada para acomodarse a la torre y tiene capiteles con arpías y otros monstruos esculpidos en el arco triunfal, amén de una ventana con aves y la escena de Sansón y el león.
Algunos capiteles de esta iglesia sepulvedana son realmente desconcertantes, pues las similitudes con los de otras iglesias nos llevan a pensar en el trabajo simultáneo de distintos talleres, que según teorías aceptadas pertenecen a momentos muy distintos. Tal es el caso de algunos capiteles de bestias cuadrumanos que son idénticos a la galería de la iglesia del Salvador, para algunos autores de la primera mitad del siglo XII y para otros avanzado el XIII.
Cripta
Todas
las criptas causan sensaciones especiales y la de esta iglesia no
es excepción. Se trata de una espacio bajo la cabecera de
tantos ábsides como la superior.
La bajada a la cripta nos permite contemplar el arco de entrada con rosetas de cuatro pétalos y una arquivolta de siete lóbulos.
En el ábside central hay un altar de piedra sobre la que se encuentra una voluminosa escultura tardorrománica de la Virgen con el Niño (siglo XIII). El carácter tardío se aprecia en la ubicación de Jesús sobre la pierna izquierda de la madre y su inclinación hacia ella. También denota su carácter de transición al gótico la leve sonrisa que ofrece María.
El Museo
Las piezas que muestra el Museo son variadas y de muy distintas épocas abarcando los campos de la imaginería, orfebrería, pintura, etc.
Hay
varias piezas medievales de interés, aunque la que más
nos admira es la placa pétrea de un obispo bendiciendo (siglo
XII), que se ha atribuido a una lauda sepulcral aunque tal extremo
no se se admite actualmente. Es un relieve anterior al de la Virgen
y el Niño que vimos antes o, al menos, su hieratismo así
parece indicarlo. Esta pieza se encontraba en la cripta junto al
relieve de María y Jesús.
Ambas esculturas son muy importantes por ser dos de los escasos ejemplos, juntos a los de la iglesia de San Miguel de Segovia, de escultura de gran tamaño de la provincia.