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El Arte Mudéjar en la Comarca de Zaragoza

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Introducción

Torre mudéjar de la iglesia de Mediana de AragónLa Comarca de Zaragoza se sitúa en el centro geográfico de Aragón, extendiéndose, en torno a la capital aragonesa, a lo largo del valle generado en la confluencia entre los ríos Ebro y Gállego.

Pese a que en la actualidad buena parte de sus localidades se encuentran prácticamente absorbidas por la moderna expansión urbanística e industrial de la pujante Zaragoza, en muchos casos han sabido conservar, como testimonio de su pasado rural, una amplia nómina de templos mudéjares aragoneses reconocidos desde 2001 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Zaragoza

La Magdalena es la mejor iglesia mudéjar de la ciudad de ZaragozaQuizás debido al amplísimo patrimonio histórico, artístico y cultural de la ciudad Zaragoza y, sobre todo, al poder de atracción turística y devocional que ejerce la Basílica del Pilar, suele pasar bastante desapercibido el grupo de iglesias mudéjares conservadas en la capital aragonesa.

Por diversas fuentes documentales e incluso por grabados antiguos, se sabe que Zaragoza atesoró un considerable número de parroquias mudéjares, muchas de las cuales, lamentablemente, han desaparecido en la actualidad bien por quedar obsoletas, o bien por ser renovadas con el fin de adaptarlas a nuevas necesidades y nuevos gustos.

Torre mudéjar de la iglsia de La Magdalena. ZaragozaAún así, testimonio de ese foco creador de construcciones mudéjares que constituyó Zaragoza durante la Edad Media y el Renacimiento, han sobrevivido varios templos, como la propia Seo, o las parroquias de La Magdalena, San Gil Abad, San Pablo o San Miguel de los Navarros.

Buena parte de las fórmulas constructivas y de los repertorios ornamentales plasmados en estos templos capitalinos, tienen su reflejo en varias iglesias de la comarca que a continuación abordaremos, siendo apreciables, incluso, en edificios de territorios aragoneses considerablemente alejados.

Más información del Mudéjar en la ciudad de Zaragoza

El Mudéjar en la Comarca de Zaragoza, fuera de la capital

Utebo

La torre de la iglesia de Utebo es de las más espectaculares del Mudéjar en AragónSituada apenas a unos 10 kilómetros de la capital, Utebo es en la actualidad la localidad más populosa del área metropolitana de Zaragoza, contando con unos 18.000 habitantes que la convierten, tras la propia ciudad y Calatayud, en la tercera población de la provincia demográficamente hablando.

Pese a su moderna expansión al amparo del poder de atracción que ejerce Zaragoza, Utebo ha sabido conservar en su primitivo casco antiguo la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, sin duda, una de las obras más relevantes del mudéjar aragonés.

Erigida probablemente sobre una obra anterior, presenta el templo actual dos partes bien diferenciadas: una primera datable a mediados del siglo XVI que comprendería el cuerpo de la nave y el campanario; y una segunda fase barroca en la que se sustituyó la cabecera y se dotó al conjunto de un revestimiento a base de capillas laterales y un portal de ingreso de tipo clasicista.

En ocasiones, la propia belleza y magnificencia del campanario provoca que tienda a menospreciarse el resto de la fábrica, en la que, pese a las reformas tardías y al hecho de quedar algo asfixiada por construcciones anejas, se observan restos de la obra original, como cornisas, contrafuertes y óculos dotados de celosías caladas de gran interés.

Cuerpo superiorAl interior, cuenta con una sola nave cubierta con bóvedas de crucería a la que abren, a cada uno de sus lados, capillas entre contrafuertes, conservándose en ellas restos de su azulejería original en zócalos y arrimaderos. El tramo cabecero, que bien pudo ser en origen de planta poligonal, fue substituido por una nueva cabecera dieciochesca.

La torre campanario es, con diferencia, el elemento más destacable de la parroquia de la Asunción de Utebo, pudiendo equipararse en su estilo y monumentalidad con las mundialmente reconocidas de la ciudad de Teruel. Responde al reiterado modelo aragonés del tipo de los alminares almohades, con su machón central, caja de escaleras y revestimiento murario exterior.

Consta de un primer cuerpo cuadrangular subdividido a su vez en dos registros separados entre sí por una sobresaliente cornisa. El primero de ellos despliega paneles de arcos entrecruzados prolongados a modo de red de sebka, una malla a base de rombos, y casetones rehundidos. El segundo, de mayor sencillez, presenta una nueva banda de arquillos entrecruzados y arcos de medio punto doblados a modo de hornacinas.

La combinación entre las formas geométricas de los ladrillos y la cerámica es muy efectistaLlama poderosamente la atención también en este primer cuerpo la existencia de una banda epigráfica sobre azulejo en la que fue plasmada la fecha en que finalizó su construcción (1544), y la identidad de su artífice (Alonso de Leznes).

Tras el segundo cuerpo, la estructura del campanario se torna poligonal, razón por la cual, hay quién ha interpretado que podría tratarse de una ampliación, hipótesis descartada por la mayoría de especialistas.

Este cuerpo alto, de apariencia mucho más ligera y esbelta, reitera los paneles decorativos a base de formas geométricas en convivencia con una considerable profusión de ornamentación a base de azulejería cerámica en tonos blancos, verdes y azules. Es precisamente ese brillo que le confiere a la estructura la gran cantidad de azulejos incrustados la que ha hecho merecedora a la torre de Utebo del apelativo del "campanar de los espejos".

Monzalbarba

Campanario mudéjar de la iglesia de MonzalbarbaA caballo entre Utebo y Zaragoza, aunque en la actualidad administrativamente anexionada a ésta última, Monzalbarba sería una modesta localidad de eminente carácter agrario hasta que, en fechas no demasiado lejanas, por su cercanía a la capital, experimentó un notable crecimiento demográfico hasta el punto de quedar prácticamente unida a ella.

En el mismo centro de la localidad, sobresale el campanario de la antigua iglesia de San Miguel, único elemento que fue respetado tras la demolición del templo en el la década de los sesenta del pasado siglo.

Como el de su vecino Utebo, responde al conocido modelo de campanarios mudéjares mixtos; es decir, compuestos por un cuerpo bajo de tipo prismático y planta cuadrangular, coronado por un segundo registro ochavado.

Una de las particularidades del campanario de Monzalbarba es su aspecto ligeramente tronco-piramidal, un efecto que viene dado por su potente zócalo y por la tendencia del primer cuerpo a ir aligerándose a medida que gana altura.

Detalle de la ornamentación de los muros exterioresLa decoración del cuerpo bajo es predominantemente a base de mallas de rombos, dividiéndose ocasionalmente los paneles mediante bandas de ladrillos en esquinilla o con picudos merlones adosados.

Con el fin de aligerar la transición del cubo inferior a la estructura octogonal del cuerpo alto, se recurrió a efectistas torretas angulares cilíndricas coronadas por curiosos tejadillos piramidales.

La Puebla de Alfindén

La Puebla de Alfindén se emplaza aguas abajo del río Ebro, a poco más de una decena de kilómetros de Zaragoza, siendo palpable en sus numerosas factorías el considerable desarrollo vivido por la localidad durante la segunda mitad del siglo XX.

La Puebla de Alfindén: campanario mudéjarSu iglesia parroquial, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Asunción, es un edificio resultado de varias fases constructivas que se remontan al siglo XIV y que acabarían culminando en el siglo XVII.

De su primitiva construcción puede aún observarse el cuerpo bajo de la torre y su cabecera poligonal, la cual, sería recrecida durante una segunda etapa a comienzos del siglo XVI, momento en el que se añadirían también las capillas laterales habilitadas entre los contrafuertes.

También en su torre campanario son patentes los momentos constructivos del templo, conservando el cuerpo bajo de su obra original, al que le serían añadidos en el siglo XVI los dos cuerpos superiores de tamaño decreciente.

El primero de ellos, desprovisto de vano alguno, despliega en sus cuatro caras arcos entrecruzados que, proyectados en altura, dibujan el típicamente almohade panel de sebka.

Tronera para campanasEl cubo superior, coronado con almenas, cuenta con dos niveles de huecos de campanas: el superior a base de simples pares de arcos ligeramente apuntados, y el inferior abierto mediante vanos geminados rehundidos y abrazados por arcos de perfil apuntado.

Alfajarín

Apenas a 5 kilómetros al sur de La Puebla de Alfindén y también a la misma orilla del Ebro se ubica Alfajarín, cuya iglesia de San Miguel Arcángel es, indudablemente, una de las más interesantes de la comarca.

Levantada sobre una antigua mezquita, tras la conquista cristiana, allá por el siglo XIII, sería convertida en la iglesia parroquial de la población, conservándose de aquel momento su sencillo ábside semicircular y restos de su portada norte, hoy clausurada y escondida entre aditamentos tardíos.

Cabecera con ábside semicircularLa principal ampliación del templo fue acometida a finales del siglo XIV, replanteándose su estructura y levantándose en el ángulo noroeste la magnifica torre campanario, la cual, quizás tras un derrumbe, fue rematada con un cuerpo alto octogonal en el siglo XV, siendo por lo tanto considerada la primera torre de tipo mixto de Aragón.

Se eleva el campanario de San Miguel de Alfajarín en cinco cuerpos en altura; respondiendo los tres primeros al modelo almohade de machón central, hueco de escaleras y revestimiento mural prismático; y los dos superiores, a una planimetría octogonal rematada en almenas y un chapitel piramidal.

La ornamentación mural de los cuerpos bajos se limita a paneles del tipo de las redes de sebka andalusíes que se prolongan por el nivel inferior de la fachada occidental, donde quedó semioculta por la adición de un pórtico barroco. Estos repertorios decorativos han sido puestos en relación con la capitalina iglesia de San Miguel de los Navarros.

Remate del campanarioEl cuerpo superior, aligerado mediante dos niveles de huecos de campanas, presenta sin embargo una decoración mucho más heterogénea a base de líneas zigzagueantes, ladrillos en esquinilla y mensulillas en degradación.

San Mateo de Gállego

Al norte de Zaragoza y, como su propio nombre indica, acomodado en plena ribera del río Gállego, la localidad de San Mateo conserva en su iglesia parroquial otro de los monumentos mudéjares más interesantes de la comarca.

Levantada probablemente sobre los restos de una fortificación que varios estudiosos han querido identificar con el cuerpo bajo de la torre, responde al modelo de una sola nave dotada de capillas laterales entre contrafuertes y rematada en una cabecera poligonal.

San Mateo de Gállego: campanarioPresenta la iglesia de San Mateo la particularidad de que, a diferencia de la mayoría de templos de la comarca, su principal interés no se concentra en exclusiva en su campanario, sino en su armónico hastial occidental.

En él, dividido en varias alturas, se aprecian diversos motivos decorativos paradigmáticos del mudéjar del país, como ladrillos en esquinilla, un panel de rombos abrazando un pequeño rosetón de tracería, una galería de arquillos ciegos con cruces rehundidas en sus frentes y, rematando la fachada, la clásica galería de arcos aragonesa.

Villamayor de Gállego

A escasos kilómetros de Zaragoza, muy cerca ya de la confluencia del Gállego y el Ebro, Villamayor puede presumir de ser uno de los municipios más jóvenes de España, ya que se constituyó como ayuntamiento propio en 2006 al segregarse de la ciudad capital.

Villamayor de Gállego: extremo superior de su torre mudéjarSu iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, objeto hace pocas décadas de una profusa restauración en la que fue replanteada su orientación litúrgica, conserva un soberbio ejemplar de campanario mudéjar aragonés de tipo mixto.

Obra de finales del siglo XVI, tanto en los cuerpos inferiores prismáticos, como en su triple remate octogonal, destaca por la elegancia y por el barroquismo de sus repertorios decorativos, en los cuales, quizás por su cronología tardía, se observa un altísimo grado de depuración.

A lo largo de toda su superficie, el esquema ornamental más repetido es, con algunas variables, el de los paneles de rombos, conservando también buena parte de su decoración cerámica en composiciones geométricas y vegetales de colores verdes y azules.

Otras iglesias mudéjares de la Comarca de Zaragoza

Recientemente restaurada, la torre exenta de la iglesia del Salvador de Villanueva de Gállego es el único resto conservado del templo primitivo, el cual, quedó gravemente dañado tras la Guerra e la Independencia y fue reconstruido en su totalidad.

Torre de la iglesia de PeñaflorA escasos kilómetros de Villanueva, en la localidad de Peñaflor encontramos un caso similar de campanario mudéjar reaprovechado en un templo historicista de factura muy reciente.

Mucho más modesta aunque conservada casi en su integridad es la iglesia de San Pedro Apóstol de Pastriz, cuyo campanario, pese a acusar mucha menos ambición que sus vecinos, despliega motivos ornamentales de gran pureza.

Al sur de Zaragoza y prácticamente en los límites de la Ribera Baja, la iglesia de San Miguel de Fuentes de Ebro perdió su campanario original, conservándose tan solo de la primitiva estructura mudéjar su cabecera poligonal, adornada con los recurrentes paneles a base de rombos.

Iglesia de Fuentes de EbroLa iglesia de Santa Engracia de Osera de Ebro conserva, como rasgos típicamente aragoneses, una galería alta de arquillos sobre la nave y una torre campanario, donde de nuevo volvemos a encontrar fórmulas ornamentales cerámicas.

Completan la nómina de templos mudéjares de la Comarca de Zaragoza las parroquias de Mediana de Aragón y de Mozota.

La iglesia de Mediana de Aragón tiene un campanario de ladrillo del siglo XVI con dos bonitos arcos para las troneras de las campanas y decoración a base de rombos.

Torre. Mediana de AragónEn el pueblo de Mozota tenemos un atractivo binomio ente la torre de la iglesia parroquial (aunque son muy pocos los elementos mudéjares puesto que ya es casi completamente renacentista) y el interesantísimo palacio señorial también de factura mudéjar.

(Autor del texto del artículo/colaborador de ARTEGUIAS:
José Manuel Tomé)

 

 

 

 

 

 

 


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