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Arte Románico Mudéjar en Madrid

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Madrid (San Nicolás)

San Nicolás de MadridEn Madrid capital hay importantes restos mudéjares de la remota época medieval en que tras la reconquista cristiana se construyó en este estilo mestizo entre el románico y gótico de los vencedores del norte y el arte islámico de los vencidos.

Los campanarios de las iglesias de San Nicolás y San Pedro son de estilo mudéjar.

La torre de San Nicolás pertenece posiblemente al siglo XIII y es la más espectacular gracias a las arquerías, polilobuladas unas y de herradura otras, sobre esbeltas columnas que muestra en sus muros.

Madrid (San Pedro)

Torre de la iglesia de San Pedro de MadridLa torre de San Pedro pudo ser levantada en el siglo XIV y es homóloga a los campanarios mudéjares de Segovia, Ávila o Guadalajara que a su vez están muy influidos por el románico castellano.

Es de gran altura y sobriedad, sobretodo en la parte inferior.

La fábrica es de ladrillo. En el cuerpo superior presenta dos vanos rodeados de arcos dobles y a su vez enmarcados por alfiz bajo el cual corren frisos de ladrillos en esquinillas.

Torremocha de Jarama

Muy interesante y escasamente conocida es la iglesia de este publo madrileño.

Conserva la cabecera completamente enfoscada al exterior y de forma semicilindríca.

Lo más apreciable se encuentra en el interior, donde se conservan pinturas murales de los siglos XIII o más probablemente del XIV de tradición tardorrománica muy popular.

En el interior de la bóveda de horno se halla, como cabría esperar, un Pantocrátor en la Mandorla con el Tetramorfos. Además hay pinturas e inscripciones en otros lugares de la cabecera.

Más información de la Iglesia de Torremocha del Jarama

Móstoles

Cabecera mudéjar.  Nuestra señora de la Asunción de MóstolesLa cabecera de la antigua iglesia parroquial de Nuestra señora de la Asunción de Móstoles está muy relacionada con el mudéjar toledano aunque muy influido por el románico tardío del siglo XIII (ábside de semitambor seccionado en cuerpos horizontales).

El ábside es de tambor y tiene un alto zócalo de mampostería encintada sobre el que se superponen dos pisos de ladrillo mediante decoración típicamente mora como demuestran los arcos apuntados de herradura enmarcados por alfiz.

Camarma de Esteruelas

La iglesia de San Pedro Apóstol de Camarma de Esteruelas, tiene una magnífica cabecera mudéjar de estilo castellanoleonés, probablemente edificada en el siglo XIII. Presenta la clásica estructura dividida entre el presbiterio de planta rectangular, en este caso extraordinariamente profundo, y el ábside de menor anchura y altura, de planta aparentemente semicircular, aunque realmente es la mitad de un polígono de once lados.

Exteriormente, la cabecera se asienta sobre un zócalo de mampostería. Por encima, se construyeron tres cuerpos superpuestos con arcos doblados ciegos de medio punto. De estos tres cuerpos el intermedio presenta mayo altura.

Camarma de Esteruelas. MadridLos muros del presbiterio también se conservan perfectamente y son de gran longitud. También se seccionan en tres bandas o cuerpos superpuestos con cinco arcos doblados ciegos -al menos son los que quedan a la vista- pero tienen la particularidad de que todos ellos están rodeados por recuadro o falso alfiz.
El alero de ambas estructuras está soportado por modillones con perfil de nacela, formados por cinco ladrillos en degradación, cada uno.

La nave original fue sustituida en el siglo XVI, cuando se decidió la ampliación del cuerpo de la iglesia a tres naves separadas.

Cuando en 1960 se declaró un incendio en la sacristía, que en aquellos tiempos no era otra cosa que el ábside mudéjar tabicado y aprovechado para tales fines, una gruesa capa de enfoscado se desprendió dejando a la luz parte de las pinturas murales que la cubrían originalmente.

Una vez limpios y restaurados los fragmentos conservados, se aprecia que es un conjunto ejecutado en sucesivas campañas durante un amplio periodo de tiempo, desde el siglo XIII hasta el XIV o XV.

De época románica, aunque muy tardías y de carácter popular (primera mitad del siglo XIII), son las que cubren la bóveda de cascarón del ábside, con el habitual Pantocrátor rodeado por los símbolos de los cuatro evangelistas que portan cartelas con sus nombres. El águila de San Juan y el Buey de San Lucas están aceptablemente conservados y muestran la obra de un pintor muy artesano, pero que representa con credibilidad ambos animales. San Mateo es pintado como un ángel rubio. Sin embargo, el león que representa a San Marcos se encuentra casi perdido.

Más tardíos parecen, de finales del siglo XIII, los fragmentos que representan la imagen de Cristo en el Descenso a los Infiernos portando en su hombro una extraña carga de brazos y piernas. También puede ser de esta época una confusa escena que se ha interpretado como a San Eustaquio o San Huberto entre un caballo y un ciervo.

Obras posteriores son los frescos del martirio de San Sebastián -posiblemente la escena más conocida de entre las pinturas de esta iglesia- y la Expulsión del Paraíso.
Los colores empleados en las pinturas que se pueden considerara de tradición románica son el rojo, el amarillo y el negro.

Valdilecha

Valdilecha posee una de las iglesias medievales más interesantes de la provincia de Madrid, por lo que fue merecedora de la categoría de Monumento Histórico Artístico de carácter nacional.

Lo mejor conservado es la cabecera pues el resto fue reconstruida en el siglo XVI y XVII.

La cabecera podríamos clasificarla dentro de la tradición del mudéjar toledano, por la fisonomía de los ventanales, y datable en el siglo XIII, posiblemente a partir de 1214, cuando Valdilecha se reintegra en la sede toledana.

Ábside de la iglesia de ValdilechaAunque no ofrece buena visibilidad, lo primero que salta a la vista es el material de su fábrica, principalmente mampostería con verdugadas de ladrillo dispuestas horizontalmente y de manera equidistante. Originalmente tenía tres ventanales aspillerados -actualmente el septentrional ha desaparecido- rodeadas de ladrillo formando un arquillo de medio punto, que a su vez está rodeada por dos arcos ciegos, el primero es túmido y el que lo trasdosa polilobulado apuntado. Por encima se dispuso de un estrecho friso de ladrillos en esquinilla y otro más fino aún con ladrillos tendidos. Más arriba existe una ancha banda de ladrillos tendidos del que emergen canecillos con perfil de nacela formados por superposición de siete ladrillos.

El alero del ábside se extiende al muro presbiterial, convirtiéndose en un friso de ladrillos en esquinilla. En el muro meridional del presbiterio también se aprecia un ventanal con doble arco de medio punto construido con ladrillos.

Con todo, lo más importante es el interior, de una sugerente belleza, donde se combina el equilibrio románico de sus pinturas murales con la suntuosidad oriental de su decoración mudéjar toledana.

El arco triunfal mudéjar, muy mutilado por la reconstrucción posterior, deja paso a un tramo presbiterial muy complejo y ornado. La bóveda es de medio cañón reforzado por un arco fajón que se apoya sobre pilastras. Los muros que flanquean las citadas pilastras llevan en su parte baja dos arcos ciegos de herradura. Por encima un friso de facetas. En el cuerpo superior de cada muro se trazó un arco túmido rodeado por alfiz, y en la parte alta en el arranque de la bóveda arcos de medio punto.

El arco de ingreso al ábside es triple y de medio punto, con anchura creciente de las arquivoltas hacia el interior.

ValdilechaEl hemiciclo está soberbiamente decorado. En el cuerpo bajo existe una arquería ciega con arcos entrecruzados, como en la Ermita del Cristo de la Luz. Más arriba un friso de ladrillos tendidos lo separa del siguiente cuerpo decorado por ocho arcos túmidos ciegos, más los tres ventanales rodeados por arco de medio punto. A la altura del arranque de la bóveda existe un friso de esquinillas y por encima otro a sardinel.

La bóveda del ábside es de perfecto cuarto de esfera, donde se han descubierto pinturas murales tardías -tercer cuarto del siglo XIII- pero indudablemente románicas.

Lamentablemente se encuentran es mal estado, incluso destruidas en la parte alta, conservándose la zona inferior.
Por lo conservado se trata de unas excelentes pinturas en las que Cristo en Majestad está sentado en el trono celestial dentro de la Mandorla Mística, rodeado por el Tetramorfos. La parte inferior de Cristo es visible todavía. Son precisamente las figuras del león, el buey y el águila, de tres de los Evangelistas, las mejor conservadas.

En los arcos túmidos del hemiciclo quedan restos de una Apostolario.

Los colores predominantes son el azul, negro, amarillo y rojo.
Se han relacionado con los fresco románicos toledanos del Cristo de la Luz y San Román.

Talamanca de Jarama

Talamanca de Jarama. MadridDe la Ermita de los Milagros de Talamanca de Jarama sólo queda la cabecera, formada por presbiterio recto y ábside semicircular.

A pesar del deterioro, es un magnífico ejemplo de construcción románico - mudéjar muy relacionado con el que se construye en otras provincias de Castilla y León fundamentalmente en el siglo XIII.

El juego de pisos con arquerías ciegas y dobladas de medio punto es típico del mudéjar de Salamanca, Ávila, Valladolid y Segovia.

 


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