Guía del Románico en la Merindad de Sangüesa
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Las
merindades de Navarra eran territorios administrados por un
merino que se ocupaba de su economía, justicia y defensa. Navarra
estuvo dividida en las Merindades de Montaña o Pamplona,
Tierra Estella, Sangüesa y Ribera, hasta que
se creó otra nueva correspondiente a Olite.
Merindad de Sangüesa fue una de las más extensas y ricas de la Navarra medieval. Ocupaba toda el sector nororiental del antiguo Reino, desde el límite con los llanos y fértiles valles de la Ribera hasta las altas montañas de los Pirineos.
Aunque esta página se titula El Románico en la Merindad de Sangüesa, hay territorios dentro de ésta, que por su personalidad propia, se han desplazado a una página propia, como es el caso de la Comarca de la Valdorba.
Así
que aquí nos dedicaremos exclusivamente a la villa de Sangüesa
y sus proximidades.
El románico sangüesino está influido por el Camino de Santiago que tiene en Sangüesa una de sus referencias más importantes puesto que por aquí penetra la rama aragonesa que proviene de Jaca y Somport.
Nos ocuparemos de excelente iglesia de Santa María
la Real de Sangüesa y de las partes románicas de la
iglesia de Santiago.
De las proximidades de Sangüesa, también trataremos de la iglesia de la cercana localidad de Lerga.
Tampoco podría faltar la referencia al espectacular Monasterio de Leyre.
Iglesias de Sangüesa
Sangüesa
es una de la poblaciones más monumentales de Navarra. La antigua
Sangüesa se ubicaba en Rocaforte y Alfonso el Batallador concedió
fuero al burgo nuevo que es la actual Sangüesa, situada en un terreno
más llano y con mejores posibilidades de crecimiento, sobre todo
con el apogeo de trasiego de gentes por el Camino de Santiago.
El patrimonio monumental de Sangüesa destaca por su gran castillo palacio del Príncipe de Viana, además de sus otros muchos y bien conservados palacios y casonas renacentistas, pero nosotros nos ocuparemos de la arquitectura religiosa medieval.
Son varias las iglesias y ermitas medievales que conserva Sangüesa, como la de Santa María la real, Santiago (románica y gótica), El Salvador (gótica) y barias ermitas como San Babil y Nora.
Santa María la Real de Sangüesa
La
construcción de esta sorprendente iglesia de Santa María
la Real de Sangüesa hay que asociarla a Alfonso I el Batallador.
Su primera fase constructiva es de 1131, correspondiente a la cabecera, de estilo jaqués.
A finales del siglo XII y XIII se edificaría el resto de la iglesia, incluyendo la portada meridional.
En una última fase se levantaría la linterna sobre el transepto que aunque algo tiene de románica, acusa ya el gótico pleno con arcos ojivales.
La puerta se abre en el muro meridional del crucero no parece corresponder al arte hispano que en su época románica es contenido y austero. Los aires del Camino de Santiago trajeron aquí una portada "a la francesa".
La
puerta tiene arquivoltas apuntadas sobre columnas estatua que cobijan
a Cristo en el Juicio Final y el pesado de las Almas por San Miguel,
además de un Apostolado.
Las enjutas están abigarradas de tallas de todo tipo sobresaliendo las de animales fabulosos como dragones, arpías...
Por encima, corren dos frisos superpuestos, de nuevo con un Apostolado que rodea a un Pantocrátor rodeado del Tetramorfos que parecen pertenecer al maestro de San Juan de la Peña, en Huesca.
Iglesia de Santiago
La de Santiago es una iglesia fortaleza situada
en la esquina suroriental de la muralla sangüesina. Desde la distancia
se pude divisar la enorme torre prismática almenada que emerge
del pesbiterio.
Se
debió iniciar en el siglo XII, época de la que queda la
portada occidental y parte del tramo de los pies de las naves, además
de los ábsides semicirculares de la cabecera.
Sin embargo el resto de la iglesia de Santiago es básicamente gótico, ya que fue construida en la segunda mitad del siglo XIII siguiendo lejanamente la estela del gótico temprano de la Isla de Francia, como en el caso de Notre Dame de Paris o más cercanamente, la colegiata de Roncesvalles, donde las arquerías se hacen apoyar sobre grandes columnas (en este caso, mejor podríamos decir pilares cilíndricos rematados en ábaco).
Sin embargo, la arquitectura gótica de Santiago de Sangüesa es mucho más conservadora que las citadas pues sobre el nivel de los arcos formeros sólo existe otro más del claristorio, sin tribunas ni triforios intermedios.
Esta
iglesia tiene tres naves de cuatro tramos y es bastante amplia.
La puerta occidental tiene seis arquivoltas aboceladas sobre jambas y tres pares de columnas de cestas vegetales.
Monasterio de Leyre
El
Monasterio de Leyre es un cenobio milenario que llegó
a ser uno de los más importantes de la España reconquistada.
De época románica perdura básicamente
la cabecera y la puerta occidental.
De la primera campaña data su cabecera, de altísimos ábsides, así construidos para englobar la sugestiva cripta.
Aunque no hay concesiones escultóricas (carece de ventanas decoradas o de columnas entregas) es magnífica su fábrica, realizada con grandísimos sillares de color cálido perfectamente aparejados.
La
portada occidental (llamada Puerta Speciosa) ya es del siglo XII.
Es verdaderamente magnífica. Tiene cinco arquivoltas de medio punto que rodean un tímpano esculpido soportado por una columna parteluz.
Es obra de manos expertas que esparcen por todo el conjunto
infinidad de esculturas de esquisita finura. Todas las arquivoltas están
decoradas figurativamente, así como las enjutas.
La citada cripta del Monasterio de Leyre no se empleo como enterramiento. Su función es tectónica para soportar la cabecera del templo. Tiene planta de cuatro naves (la nave central, se dividió en dos) y tres ábsides.
Las bóvedas pétreas de esta cripta se apoyan en arcos de medio punto muy peraltados que caen sobre curiosas columnas de fustes cilíndricos muy bajos con enormes capiteles tallados mediante incisiones vegetales y geométricas de tradición evidentemente prerrománica.
Más información del Monasterio
de Leyre
Ermita de Santa María del Campo de Navascués
Más
que posible iglesia parroquial de la antigua localidad de Navascués
que se asentaba en el llano, la ermita de Santa María del Campo
es un uno de los más interesantes templos del románico
rural en Navarra. Destaca por su torre campanario que cabalga sobre
el primer tramo de la nave y por la colección de canecillos de
la cabecera que establecen relación directa con la Porta Speciosa
del monasterio de Leyre.
Más información del Ermita
de Santa María del Campo, Navascués