Guía del Románico en la Comarca Cantábrica Alavesa
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La
comarca de Cantábrica Alavesa ocupa el sector del noroeste
de la provincia de Álava, limitando con las provincias
de Vizcaya por el norte y Burgos y Cantabria al Oeste.
En este territorio hay una serie de iglesias y restos románicos que son de los más desconocidos de todo el País Vasco, a pesar de que existen estudios realizados y no falta documentación escrita sobre estos templos alaveses, algunos de los cuales sorprenderán a más de uno que se acerque a visitarlos.
Características del arte románico en la Comarca de Cantábrica Alavesa
La
principales características de las iglesias tardorrománicas
de la comarca de Cantábrica Alavesa son:
Existen
bastantes lugares reseñables, especialmente en el foco de Urcabustaiz,
como son Oyardo, Uzquiano, Beluntza, Unzá
y Gujuli, que tienen en común la citada estructura de
verticalidad y testero con dos ventanales situados uno por encima
del otro.
También hay que citar otros templos como los restos de Amurrio, Lezama, Miñano Menor, Zuya, etc.
De estos y otros templos románicos de la Cantábrica Alavesa hemos elegido los de Beluntza, Lezama y Amurrio.
Iglesia de San Pedro de Beluntza
Se llega a este pueblo por una carreterita que deja a la izquierda, hundida a media ladera, la iglesia de San Pedro.
Desde
este lado, es difícil apreciar que se trata de una construcción
tardorrománica pues esta es la parte más alterada.
Sin embargo, esta iglesia, construida con casi absoluta seguridad en el siglo XIII muestra una nave con cabecera plana, y su correspondiente puerta sur en el muro sur.
Lo primero que llama la atención es el testero, pintado de blanco menos los dos ventanales tardorrománicos que llevan sus propios colores. Esta estridencia cromática puede disgustarnos e invitarnos al rechazo, pero seguramente su aspecto es más parecido al original que el de la piedra desnuda.
Curiosamente,
hay una escalera que termina en terraza que nos permite presenciar
la belleza de estos dos ventanales desde muy poca distancia.
Ambos tienen similar estructura -aunque el superior es más pequeño- a base de varias arquivoltas de medio punto sobre sendas parejas de columnas con decoración geométrica y vegetal.
También hay otro buen ventanal en el muro sur de la cabecera.
Bajo un porche abierto por su extremo oriental, encontramos la importante portada de esta iglesia. Resaltamos su importancia porque se trata de un muy notable ejemplar del tardorrománico alavés, por algunas características que abordamos a continuación.
Lamentablemente, la puerta lleva tal capa de pinturas añadidas unas sobre otras (el aspecto final es blanco) que muchos de los elementos decorativos y escultóricos no se aprecian con nitidez por el grosor de esta capa.
Se
trata de una puerta de buenas dimensiones, formada por numerosas arquivoltas
apuntadas de finos baquetones Las columnas son cinco parejas en la
bocina y tres más en los frentes del arimez. Toda la arquitectura
denota un momento muy avanzado en su realización, bastante
alejado del románico y tocando de lleno el gótico.
Sin embargo, aunque la mayoría de los capiteles son vegetales, algunos son historiados y su iconografía es mucho más relacionable con lo románico. En el lado izquierdo, dos de estos capiteles muestras dos voluminosas cabezas, una de ellas de una dama.
Más interesantes es el capitel que muestra a una águila agarrando a un conejo y dos cuadrúpedos superpuestos (quizás un depredador y su presa). El motivo iconográfico del águila atrapando a su víctima es bastante frecuente en el románico de buena época y se asocia a la acción divina de ayudar al alma a su ascenso espiritual.
En el lado derecho, aparece lo que podría ser una pareja de dragones, con cuello común.
En las arquivoltas hay un Agnus Dei inscrito en una circunferencia y por encima hay otro disco que podría corresponder con un crismón, aunque el deterioro y la capa de pintura no permiten asegurarlo.
Iglesia de San Martín de Lezama
Lezama
es una aldea perteneciente al municipio de Amurrio, capital de la
comarca Cantábrica Alavesa
Su iglesia parroquial dedicada a San Martín fue originaria del siglo XIII aunque fue prácticamente reconstruida entre los siglos XV y XVI.
Del templo románico se ha conservado la puerta del muro meridional y un ventanal empotrado en el pórtico moderno y que con toda seguridad pertenecería a la cabecera.
La puerta denota lo tardío de su construcción. Tiene arquivoltas muy agudas con decoración apenas incisa de carácter geométrico.
Seis
son las columnas que lleva acodilladas y también muestran gran
sencillez con los troncos de cono de los capiteles tallados con líneas
quebradas en zigzag y pomas en las esquinas. Al estar el techo muy
bajo han desaparecido los canecillos que probablemente disponía
el tejaroz.
Como veremos, esta puerta de la iglesia de San Martín de Lezama es prácticamente idéntica a la de la iglesia de Santa María de Amurrio, por lo que es fácil determinar que pertenecen a un mismo taller.
Tiene más interés el ventanal citado, por sus rotundas proporciones y la armonía de sus tres arquivoltas y otras tantas parejas de columnas.
Algunos de sus capiteles también son muy apreciables, pues abandona la habitual temática de zigzagueados con pomas y muestran otros motivos iconográficos.
Tres son los capiteles a los que nos referimos. Dos de ellos tienen sendos leones esculpidos en forzado escorzo. El tercero presenta a tres personajes en posición frontal, uno de los cuales porta y tañe un laúd o instrumento similar (a pesar de la frivolidad, no podemos evitar asociarlo a un guitarrista rockero).
Amurrio. Iglesia de Santa María
La
principal iglesia de Amurrio es la de Santa María. Se trata
de un edificio construido en varias etapas y con diversas reconstrucciones.
El primitivo templo dataría del siglo XIII y sería una iglesia tardorrománica del estilo de las otras muchas que hay en esta comarca.
Más tarde, en el siglo XVI se ampliaría
la construcción en estilo gótico final. Tras el derrumbe
de las bóvedas de 1771 se tuvieron que reconstruir.
De todo ello, lo más interesante es la puerta sur que perteneció
al primitivo templo tardorrománico del siglo XIII.
Muestra arquivoltas muy apuntadas constituidas por finos boceles si
mayor decoración.
Como apoyos tiene tres pares de columnitas y jambas de perfil abocelado. Los capiteles tienen tallados en su superficie unos zigzagueados ligeramente incisos, rematados en pomas y volutas.
El
alero del arimez de esta puerta conserva unos cuantos canecillos historiados
con figuración humana.