Guía del Arte Románico en Calatañazor
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Calatañazor
es un pequeño pueblo de la Comarca de Soria conocido en la
actualidad por conservar su pintoresco entramado medieval en perfecto
estado.
Según los historiadores, existió muy cerca de aquí una población llamada Voluce, de origen celtibérico y luego asentamiento romano. En tiempos del Reino Hispanovisigodo la población de Voluce se desplazó al actual núcleo de Calatañazor.
Durante los primeros siglos de guerra entre cristianos y musulmanes debió ser un pequeño núcleo fortificado califal de la Marca Media conocido como Qal`at an-Nusur, que traducido significa, Nido de Águilas.
Calatañazor pasó a la
historia por la tradición y la leyenda. Se dice que aquí
sufrió el caudillo musulmán Almanzor una importante
derrota en el año 1002 tras la última de sus destructoras
correrías por el norte cristiano y, que en aquella ocasión,
afectó a La Rioja.
El
hecho histórico es que Almanzor, a la edad de 60 años,
enfermó durante el regreso de la razzia en la que destruyó
el Monasterio de San Millán de la Cogolla y murió antes
de llegar a Medinaceli, en las cercanías de Bordecorex.
Es posible que durante el regreso de
la expedición, la retaguardia de las tropas andalusíes
pudiera sufrir algún ataque castellano exitoso a las alturas
de Calatañazor, pero no parece que fuera una gran derrota musulmana
ni tuviera relación directa con la muerte de Almanzor.
Pero Calatañazor no es sólo un lugar unido a la leyenda del caudillo Almanzor y las guerras entre moros y cristianos, sino uno de los pueblos más bellos y tradicionales de España, con buenas murallas y restos de un antiquísimo castillo presidiendo el lugar.
Hay
que recordar aquí que, cuando a finales del siglo XI y, sobre
todo, durante el XII, estos territorios se pacificaron y quedaron
en poder cristiano estable, Calatañazor pasó a ser cabeza
de Comunidad de Villa y Tierra.
Es
por ello que contó con once iglesias parroquiales, muy posiblemente
todas románicas, de las que permanecen tres aunque en muy diverso
estado de conservación. A la entrada al pueblo, en la carretera
que lleva a Muriel se encuentra la Ermita de la Soledad. Cerca de
ella se encuentran las ruinas de San Juan Bautista y, por último,
en el interior de la aldea, la iglesia parroquial de Santa María
del Castillo.
Al margen de estas iglesias románicas de Calatañazor, Desde esta ancestral villa soriana podremos visitar numerosas iglesias románicas en localidades que no distan sino unos pocos minutos en coche, como la muy próxima y buena iglesia de Nafría la Llana, las de Rioseco de Soria, Torreandaluz, Aldehuela de Calatañazor, etc.
Calatañazor. Ermita de la Soledad
La
Ermita de la Soledad, restaurada a mitad de los 80, es una iglesia
de una nave y austero ábside de magnífica sillería
con dos columnas entregas y tres aspilleras rematadas por sendos guardapolvos
semicirculares de bifolias carnosas, bezantes y puntas de diamante,
muy similares a los vistos en San Bartolomé de Ucero.
Los canecillos son un rico muestrario de cabezas humanas y animales. Bajo el alero, entre dos modillones se incrustó la figura de un músico sedente.
La
puerta de ingreso está abierta en el muro septentrional y aunque
sencilla es elegante, con tres arquivoltas, una de ellas con voluminosa
decoración vegetal a base de bifolias y otra de fino baquetón.
Desgraciadamente ha perdido las columnas que probablemente servían
de soporte.
La nave se cubre con madera a dos aguas. El arco triunfal, de medio punto, deja paso al presbiterio que tiene bóveda de medio cañón apuntado y ábside con cuarto de esfera. Las aspilleras exteriores se corresponden con ventanales con arquivolta sobre columnillas encapiteladas con animales afrontados y plantas.
Calatañazor. Ruinas de San Juan Bautista
Enfrente de la ermita de la Soledad, al otro lado de la carretera, están las carcomidas ruinas de San Juan Bautista, de la que sobresale la portada meridional de cuatro arquivoltas.
Hasta
hace pocos años estas ruinas se encontraban completamente devoradas
-tanto en su periferia como en su interior- devoradas por la maleza
que parecía iba a terminar por engullirla por completo.
Sin embargo, en la actualidad se ha limpiado y acondicionado el lugar por lo que estas venerables piedras, aún en lo mínimo que se conserva, se nos presenta con mucha mayor dignidad y posibilidades de futuro.
Calatañazor. Iglesia de Santa María del Castillo
La voluminosa iglesia de Santa María
del Castillo, que actualmente hace las veces de parroquial de Calatañazor,
sufrió la sustitución de la cabecera románica
en el siglo XVI en estilo tardogótico y la nave en el XVIII,
dejando de época románica sólo el imafronte,
aunque muy sobreelevado.
Lo
más notable del exterior es la portada con tres arquivoltas
levemente apuntadas, la intermedia muy decorada y con dos parejas
de columnas con aves, grifos y motivos vegetales en sus capiteles.
La puerta está enmarcada por alfiz, al estilo musulmán y por encima corre una pequeña arquería ciega de tres arcos, uno tetralobulado con dos columnas de apoyo, y más arriba un gran óculo de iluminación.
Hay que fijarse en lo alto de este muro porque sobresale una pieza escultórica empotrada en el mismo. Se trata de un cuadrúpedo, posiblemente u león, de los que era habitual su uso como soporte de sepulcros.
La
pila bautismal es románica. Es voluminosa con concavidades
en la copa y decoración fitomorfa en el borde. Además,
hay otra pila baustismal en la nave de la iglesia que no procede de
esta parroquia.
En el muro meridional, hay un buen Cristo Crucificado gótico.
Otras iglesias románicas próximas a Calatañazor
La visita a tan afamada población nos sirve de excusa para la siempre agradable tarea de adentrarnos por los casi despoblados campos sorianos en busca de su románico rural.
En las proximidades de Calatañazor, el viajero puede visitar diferentes lugares interesantes con el románico como protagonista, como por ejemplo, las aldeas de Nafría la Llana, Los Llamosos, Osona, Osonilla, Torreandaluz o Rioseco de Soria. Todas ellas ubicadas algo más al sur.
Al
este de Calatañazor también podemos recalar en Aldea
de Calatañazor cuya iglesia tiene algunos modestos restos románicos.
Nafría la Llana
A muy pocos kilómetros de Calatañazor,
al otro lado de la carretera que conduce a Soria, se encuentra el
pueblecito de Nafría la Llana. La iglesia está en el
centro de esta minúscula población, y la resaltamos
como de las más destacadas de la provincia.
La iglesia de Nafría la Llana
tiene nave rectangular unida a cabecera con tramo recto y ábside
con planta semicircular. El ábside es de perfecta sillería
y tiene dos columnas entregas que llegan hasta el alero con pequeños
capiteles vegetales, imposta a la altura de los alféizares
con originales carnosidades vegetales. Tres ventanales se abren en
el muro, uno en cada paño, con arquivolta plana rodeada de
guardapolvos que cae sobre esbeltas columnillas de largo fuste y capiteles
bien tallados de plantas y animales fantásticos. Llama la atención
la ornamentación de guardapolvos y cimacios. La corona de canecillos
figurados con cabezas humanas y de diversos animales completa la decoración.
La
portada tiene cinco arquivoltas de ornato vegetal con jambas y dos
pares de columnas como apoyos con figuras de reminiscencias silenses
en sus capiteles: arpías y grifos, entre otros. Encima de esta
puerta apenas visible, queda una pequeña arquería ciega
de tres arcos sobre dos columnas centrales y las pilastras exteriores,
con la particularidad de que el arco central es tetralobulado. Esta
arquería es idéntica a la de la iglesia de Santa María
del Castillo de Calatañazor.
En el interior nos encontramos con
un gran arco triunfal resuelto mediante cuatro grandes arquivoltas
que presta una gran monumentalidad.
En definitiva, la iglesia de Nafría de Llana muestra una buena arquitectura, delicada decoración en lo accesorio y esculturas de bestias maléficas heredadas de Silos. Calidad plástica compatible con la austeridad del románico soriano.
Más información de la
Iglesia
de Nafría la Llana
Los Llamosos
Los Llamosos es una aldea prácticamente equidistante entre Calatañazor y Soria. Su iglesia parroquial dedicada a la Asunción de ha sido objeto de diferentes análisis y dataciones pues, siendo un modestísimo templo rural, cuenta con unas características que llaman la atención.
Su
planta es irregular y su factura es muy humilde. Sin embargo ha llamado
la atención el perfil de herradura tanto de la planta de su
ábside, como el perfil del arco triunfal y el de su pequeña
puerta abierta en el muro sur.
Se ha propuesto un cierto arcaísmo mozárabe en este templo románico, llevando su construcción a fechas tempranas dentro del románico: primeras décadas del siglo XII.
Más nos parece que pudiera ser un templo inercial -de comienzos del s. XIII- con una fuerte mudejarización, lo que justificaría la presencia de arcos ultrasemicirculares en sus estructuras.
Osonilla
Osonilla -hoy núcleo prácticamente despoblado- se encuentra a poco más de una veintana de kilómetros al suroeste de Calatañazor. Su antigua iglesia parroquial de la Asunción de María es otro modesto templo del románico rural que se encontraba sin cubierta en la nave y en estado de abandono.
La verdadera tragedia llegó cuando, sierra mecánica en mano, unos ladrones arrancaron los capiteles de una parte de su puerta románica.
Ello
precipitó su restauración, aunque de los capiteles expoliados
nunca más se supo. Al menos quedaron algunos de los del lado
oriental.
Osona
Osona sólo queda a 6 kilómetros de distancia por carretera de Osonilla. Su iglesia dedicada a San Antonio fue bastante modificada en tiempos postmedievales, aunque todavía conserva, bastante alterada eso sí, la cabecera y, muy especialmente, su puerta.
En efecto, la de la iglesia de Osona es una de las más hermosas, elegantes y armoniosas puertas del románico rural soriano.
Que nadie espere grandes dimensiones ni una estructura original. Al contrario, se trata de una puerta de dimensiones modestas, que sigue una conformación de arquivoltas y apoyos bastante clásica en el románico. Por tanto, su perfección hay que buscarla en sus equilibradas proporciones, el magnífico encaje de sus dovelas y sillares, el abocinamiento de sus arcos, etc.
El contenido escultórico de las columnas es mucho más rudo que su arquitectura. En las cestas encontramos esculpidos animales de escasa calidad técnica que, además, están muy erosionados.
Más información de la
Iglesia
de Osona
Rioseco de Soria
A
solo diez minutos de Calatañazor, en dirección al sur,
podemos llegarnos a la población conocida como Rioseco de Soria.
La iglesia parroquial de San Juan Bautista nos ofrece uno de los ábsides
románicos más elaborados de Soria, emparentado con el
de Valdenebro, pero mejor ejecutado.
La originalidad de la cabecera de esta iglesia es el empleo de arquerías murales por encima de los ventanales y que apoyan sobre ménsulas o columnas alternativamente.
Sin embargo, el aspecto que hoy tiene el ábside es fruto de un desplome parcial que afectó a partes de estas arquerías. Además, en un momento de la historia de este monumento se tuvieron que añadir enormes contrafuertes de refuerzo que parcialmente los tapan (incluso uno de los ventanales románico).
El alero del ábside y del anteábside conserva bien sus canecillos. Algunos expresan, como es habitual en el románico rural, sus preocupaciones sobre la sexualidad.
Torreandaluz
A pocos kilómetros al sur de Calatañazor y de Rioseco de Soria se encuentra la localidad de Torreandaluz.
Sin
duda, éste es uno de los hitos más importantes del románico
de los alrededores de Calatañazor, por lo que la visita es
inexcusable.
La iglesia de Santo Domingo de Silos de Torreandaluz, originaria de finales del siglo XII ha perdido prácticamente todo de aquella época salvo la puerta meridional y cuatro capiteles que se guardan en el interior y que seguramente pertenecerían a los ventanales del ábside suprimido.
La citada puerta es robusta, monumental, a pesar de sus pequeñas dimensiones. Su poco habitual distribución de columnas (las que soportan la arquivolta externa son de gran tamaño) nos recuerdan ligeramente la segoviana de Languilla, no muy lejana.
También con Languilla está relacionada la fina escultura de los capiteles de la puerta de Torreandaluz, pues en ambas iglesias trabajó un taller vinculado al mundo silense, que posiblemente aprendió su oficio en las obras de la catedral románica de El Burgo de Osma.
Los cuatro capiteles muestran los siguientes motivos:
Aldehuela de Calatañazor
Aldehuela
de Calatañazor tiene en su iglesia una portada meridional poco
convencional con una ancha arquivolta rodeada de guardapolvos con
pomas y el interior de la arquivolta la imposta y el borde de las
jambas llevan extrañas rosetas.
El arco triunfal es apuntado. En este pueblo existió una ermita, la de San Juan de Parapéscuez, que tenía la particularidad de poseer el ábside recto, que fue vendida no hace muchos años y desmontada.