Características del Románico de Segovia
Enlaces Relacionados
|
|
El románico español se suele clasificar el "primer románico", "segundo románico", "tardorrománico" y la variedad exclusivamente española de "románico-mudéjar".
Puesto que la provincia de Segovia es inicialmente repoblada a partir de finales del siglo XI, en un contexto plenamente castellano, el llamado "primer románico" o "románico lombardo" es completamente inexistente en estas tierras, ya que éste se da casi exclusivamente en las comarcas pirenaicas del norte de Cataluña y Aragón.
Del "segundo románico" o "románico pleno" sin embargo sí existen algunas construcciones. Podemos citar entre ellas la iglesia de El Salvador de Sepúlveda. Esta construcción presenta una arquitectura románica muy depurada como correspondería a cualquier otro templo del Camino de Santiago construido entre el final del siglo XI y las primeras décadas del XII. Otra cosa es que su escultura sea muy ruda y popular como consecuencia del trabajo en ella de artesanos poco ilustrados o enraizados todavía en la tradición prerrománica.
También se considera perteneciente a esta fase del estilo la iglesia de San Millán de Segovia, cuya arquitectura está heredada de la catedral aragonesa de Jaca y edificada en las primeras décadas del XII.
En la provincia de Segovia, como en todo el sur de Castilla, lo que verdaderamente es abundante son templos pertenecientes al "tardorrománico" tanto en su variedad barroquizante como de influencia cisterciense. De las primeras lo más destacable es la presencia de galerías porticadas y rica decoración orientalizante. En cuanto a la influencia cisterciense hay que destacar la presencia de importantes restos de dos monasterios en Sacramenia y Collado Hermoso.
Por
último es destacable la extensión por todo el occidente
provincial de iglesias pertenecientes al llamado "románico-mudéjar"
en la llamada "Tierra de Pinares" y que son homólogas con otra
vecinas de Ávila, Salamanca y Valladolid.
En el románico segoviano se funden diferentes influencias: leonesas, burgalesas, sorianas y aragonesas, creando un estilo bastante homogéneo.
Por tanto, la división más importante es:
Románico de piedra
Nos hemos referido a él en todo momento y su área de
influencia es el de las dos terceras partes del este de la provincia.
Se trata en general de templos tardorrománicos con abundante decoración floral y vegetal –resabios mudéjares- en sus portadas.
Es muy destacable el elevado número de torres con bellos ventanas y sobre todo la concentración más numerosa de galerías porticadas de toda España, superando en número a otras provincias donde también abundan, como Soria, Burgos y Guadalajara.
Para muchos autores la galería porticada es la aportación más sabia del románico español a este estilo europeo.
Románico mudéjar
El Mudéjar, procedente de León
y emparentado con el que se desarrolla en otras provincias limítrofes
como Ávila, Salamanca y Valladolid, es el fruto de la aplicación
de técnicas y materiales musulmanes a las formas románicas.
En la parte occidental de la provincia de Segovia abundan iglesias mudéjares con cabeceras de ladrillo con arquerías ciegas decorativas, así como torres y portadas de este subestilo.