Guía del románico en Miranda de Ebro y su comarca
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Introducción
La presente ruta fija su itinerario por la esquina noroeste de la provincia de Burgos, por la comarca de Miranda de Ebro.
Miranda de Ebro se encuentra a muy pocos kilómetros de la provincia alavesa, y el románico disperso por sus tierras compartirá con las de aquélla algunas características, como su carácter tardío y la elegancia de sus formas.
En este recorrido hemos elegido algunas iglesias emblemáticas y otras no tanto: la del Espíritu Santo de Miranda de Ebro, la iglesia parroquial de Bozoó y la Ermita de Nuestra Señora de las Eras de Santa Gadea del Cid además del templo abandonado y casi en ruinas de Encío.
Hay que destacar que las distancias entre todas ellas es pequeñísima, por lo que, tomando como base la ciudad de Miranda de Ebro, buenamente se pueden visitar todas estas iglesias (e incluso bastantes más que se encuentran próximas) a lo largo de una sola mañana.
Miranda de Ebro. Iglesia del Espíritu Santo
La iglesia del Espíritu Santo -antes llamada de San Nicolás- de Miranda de Ebro es un monumento románico tardío interesante por la peculiar estructura de su cabecera que da sensación de gran robustez y al mismo tiempo elegancia. Es bastante evidente su relación con la iglesia alavesa de Tuesta, que comparte tan singular morfología.
El ábside es poligonal, con grandes contrafuertes en los vértices adornados en sus frentes con parejas de columnas superadas, a su vez, por columnas simples.
En los rehundidos paños murales del ábside hay grandes ventanales de doble arquivolta con dos pares de columnas.
La puerta meridional es de gran porte. Tiene cuatro arquivoltas apuntadas, muy abocinadas y decoradas con motivos vegetales (palmetas) y geométricos (puntas de diamante, dientes de sierra, etc.). Se remata con canecillos en el tejaroz del arimez.
Los tres pares de columnas tienen fuste ancho y capiteles con ruda decoración donde el protagonista es el pecado (mujer mordida por una serpiente, diablos que lanzan condenados a una boca abierta de Leviatán, etc.). Otro de los capiteles es heráldico, con los escudos de los reinos de León y Castilla.
La escultura de canecillos y capiteles de la cabecera y el arimez de la puerta, como viene siendo habitual en el románico tardío del siglo XIII, ha perdido frescura y expresividad, centrándose especialmente en la representación de bustos humanos.
Encío
La iglesia de San Cosme y San Damián de Encío es un templo abandonado, erigido en lo alto de un cerro muy cerca de Santa Gadea del Cid.
Para llegar hasta estas magníficas ruinas hay que cargarse de paciencia pues el cuesta que conduce hasta ellas es verdaderamente larga y empinada.
Pero el esfuerzo merece totalmente la pena, puesto que además de la belleza del edificio románico, se añade el aliciente de los preciosos paisajes que se divisan desde este lugar.
Dispone de un buen ábside con columnas entregas y un ventanal de arco trilobulado, al modo de varios ejemplares de la comarca de La Bureba. Hay una notoria grieta en el paño meridional del tambor absidal.
Cuenta con parte de la puerta sur y una monumental espadaña sobre el muro de los pies.
La puerta está muy estropeada por el expolio de varias de sus piezas esculpidas, además de estar encajada entre dos muros modernos que tapan sus extremos.
Dispone de una serie de arquivoltas formadas por escocias concéntricas y disponía de, al menos, dos pares de columnas, de las que sólo quedan dos capiteles.
Monasterio de Bujedo de Candepajares
El que fuera monasterio premostratense de Santa María de Bujedo de Candepajares se encuentra a tan solo una decena de kilómetros al suroeste de Miranda de Ebro.
Las dependencias claustrales medievales han desaparecido tras la larga lista de acontecimientos históricos que padeció, pero se conserva la iglesia, mitad románica, mitad gótica. Es especialmente notable el ábside central con cinco ventanas rítmicamente dispuestas.
Santa Gadea del Cid. Ermita de la Virgen de las Eras
Santa Gadea del Cid es un pueblito de Burgos muy próximo a Miranda de Ebro. Cuenta con un rico patrimonio monumental: una iglesia gótica, una ermita (antigua parroquial) románica y un castillo.
La ermita de la Virgen de las Eras de Santa Gadea del Cid siempre genera una gran alegría contemplarla. A ello no es ajeno que se encuentre completa y aislada de otras edificaciones, rodeada de campos de labor y zonas verdes que contrastan con el color rosado de su piedra restaurada.
La ermita de Las Eras en un pequeño templo de una nave, hecha con buena sillería y abovedada con cañón y refuerzo de fajones, que se remata en un ábside de planta semicircular con dos contrafuertes que lo articula en tres paños.
La portada principal es la del sur, sencilla y pequeña, con tres arquivoltas -dos de ellas baquetonadas- y guardapolvos decorado con motivos vegetales. La particularidad de esta puerta es el arco polilobulado interior (como veremos también en la vecina iglesia de Bozoó).
En el hastial occidental hay una espadaña y un buen ventanal de arco de medio punto, arquivolta y guardapolvo sobre columnas.
La decoración de capiteles y canecillos es mayoritariamente vegetal. Se aprecia que es de construcción tardía por algunas cabezas humanas naturalistas, al estilo gótico, que adorna alguno de los capiteles de los ventanales y canecillos de la cornisa.
Bozoó. Iglesia parroquial
Bozoó está a 14 km. de Miranda de Ebro y a tan solo 2 de Santa Gadea del Cid.
La iglesia parroquial de Bozoó parece que es del mismo taller que el de Santa Gadea, por las relaciones que muestra.
La iglesia original era de una nave abovedada con medio cañón apuntado, unida a su correspondiente ábside, que fue reemplazado por otro gótico, mucho más voluminoso.
La portada -en el muro sur- es un ejemplo sencillo pero atractivo por la decoración vegetal y geométrica de su arquivolta externa y chambrana y sobre todo por su arquivolta interior angrelada (como la de Santa Gadea del Cid).
Los cuatro capiteles de sus columnas están bastante desgastados, pero se aprecie en ellos diversas figuras humanas.
Los canecillos son básicamente geométricos, salvo alguno zoomórfico. Uno de ellos es bastante curioso pues muestra a un ave cabeza abajo.
En el hastial del oeste hay un precioso ventanal de dos arquivoltas que conserva aún dos de las cuatro columnas que tendría originalmente.
Otra curiosidad de la iglesia de Bozoó es la monumental espadaña que se erigió desplazada hacia el sur del muro de cierre.
En definitiva, Bozoó es una de las muchas iglesitas románicas burgalesas con que nos topamos por doquier. Nada de especial tiene. Sin embargo, su contemplación siempre es sumamente agradable.